Ultimas noticias:




Las tías que hacen delirar a sus sobrinos

|

| Se han convertido en un fenómeno de estos tiempos. Pierden la cabeza por sus parientes, los cuidan, los sacan a pasear, los consienten en todos sus caprichos: se trata de las "supertías". Se trata de mujeres independientes económicamente y sin mayores compromisos. A veces cumplen un rol maternal y por eso aparecen como la salvación de las madres


Son geniales, son solteras, son independientes: las "hadas madrinas" modernas. Siempre dispuestas a consentir a sus sobrinos, a comprarles las golosinas que los padres nunca les permiten, a aprenderse cientos de coreografías y hasta bailar frente al televisor cada vez que suena una de las canciones, a pasar largas horas haciendo fila con tal de conseguir una entrada para ese espectáculo que ellos les pidieron poniéndoles "carita de ángel".

Ellas lo reconocen, "haría cualquier cosa por mi sobrino". Tienen más energía que las abuelas y menos compromisos: es la era de las supertías.

Cuando Jerónimo nació a ellas les cambió la vida, se volvieron locas de amor. "Me acuerdo que mi hermana lo dejaba en mi casa bien temprano, todo envuelto en una colcha porque hacía frío. Habí que acurrucarse con él para que se duerma, después jugar todo el día, darle de comer... a veces era jugar a ser la mamá", confiesa Celeste Pelegrino, quien junto con sus otras hermanas: Verónica y Eugenia se turnan y se dividen las tareas. "Conmigo se duerme, con mi otra hermana juega, así nos dividimos las tareas", agrega.

A veces, acuden a métodos originales para lograr el objetivo. "Jero no tomaba la mamadera y me acuerdo que ya era hora de que se duerma y no había forma. Entonces, le di un chupetín para que chupara algo y eso lo hizo dormir", cuenta la tía Celeste.

Con su tía Lourdes Casanova, Alvarito comparte los diálogos más profundos, esos que se desatan a partir de preguntas casi existenciales para un niño de 8 años. "Luli, ¿la Virgen se le puede aparecer a cualquier persona?

- Dicen que se le apareció a algunos amor, pero no conozco a nadie que le haya pasado

- ¿Y a Bernardita?

- Claro, ¿ves? A ella dicen que sí. Pero yo no sé… no creo que alguna vez se nos aparezca

- Claro… igual no me daría miedo porque es buena. ¿Y el demonio se nos puede aparecer?

- No, amor. El demonio no. Aparte vos sos un sol, cómo se te va a aparecer el demonio.

- Sí, qué tonto. Es verdad".

Pero además de las largas charlas de madrugada que se extienden hasta que alguno de los dos queda dormido, por las tardes oficia de "maestra ciruela" de todas las materias. "Le enseño casi todas las materias y me siento súper orgullosa cuando aprueba", comenta. Obviamente, asegura que se sabe todas las coreografías de Hi5, varias canciones de Cantando con Adriana y la del sapo Pepe.

Cuando Leo nació, Janet sólo tenía 8 años. No entendía cómo era eso de que era su tía, ella lo sentía más como un hermano o un muñeco. "El era mi juguete. Como mi hermana más grande vivía en Jujuy, yo también pasaba largas temporadas ahí. Jugaba con él, me disfrazaba, le cantaba todas las canciones", recuerda Janet Mulki.

Hoy, Leo ya no es un bebé, tiene 20 años y le lleva varios centímetros de altura. "La relación cambió mucho, ahora soy la que lo apaña en todo y la que le da plata para las salidas...lo mismo siempre va a ser mi chiquito", confiesa la supertía.

Gabriela Cabrera se declara como una "remil súpertía". "He llegado a pasarme dos horas haciendo fila para sacar una entrada para ver Up en 3D. Además, me conozco de memoria los nombres de los 10 aliens de Ben 10", explica orgullosa. Dice que sus sobrinos deliran con sus chocotortas y que no le dicen tía, sino "la mejor amiga". "¡Los amo!".

Dejan huella

"En algunas familias las tías solteras, jóvenes, sin hijos, ocupan un lugar importante en la vida de sus sobrinos; cumplen un rol trascendente y dejan huellas imborrables en la vida de los mismos", explica la psicóloga Ester Kancyper.

Establecen con ellos una relación lúdica que promueve la aventura, la exploración de lugares, la complicidad, los secretos y algunas transgresiones; suelen ser mediadoras entre los niños y sus padres.

Así, estas tías -explica la especialista- se convierten en figuras relevantes, dejando recuerdos inolvidables, porque no sólo brindan afecto sino también, a la manera de un hada madrina, satisfacen deseos y demandas, por que en general disponen de tiempo libre e ingresos propios.

"Podríamos pensar que el rol que desempeñan en la vida de sus sobrinos está ligado a su propia historia (mi Tía Luisa), al hecho de que vivieron una experiencia similar; otra posibilidad es que estos niños representan un caudal de afecto que cubre necesidades propias, haciendo de esa relación un intercambio que enriquece afectivamente tanto al uno como al otro.", agrega la psicóloga.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Las opiniones escritas por los lectores de este blog serán de su entera responsabilidad. No se admitiran insultos ni ofensas, ni publicidad o enlaces a otros blogs, de lo contrario se podrán eliminar sin previo aviso.

 

©2009 El buscador de noticias | Template Blue by TNBPolítica de Privacidad