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La luna llena y el eclipse presagian un 2010 de muchos cambios y aperturas

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En una noche distinta, única desde hace 19 años, el último cielo de 2009 y primero de 2010 tiene como protagonista a la luna llena: redonda, brillante, testigo de brindis y buenos augurios. Única porque se trata de un fenómeno que se da sólo una vez cada 19 años, cuando esa fase lunar llamada plenilunio ocurre dos veces en el mismo mes.

El Servicio de Hidrología Naval Argentina explica en su página de internet que las cuatro fases lunares más importantes –Luna Nueva, Cuarto Creciente, Luna Llena y Cuarto Menguante- se repiten para los mismos días del año una vez finalizados los 19 años, siempre teniendo en cuenta los bisiestos y las perturbaciones del satélite de la Tierra que altere el sistema 1 ó 2 días.

Pero la luna, esta noche, será un lindo espectáculo para disfrutar, mientras que el eclipse que a la vez se produce este 31, sin siquiera ser visible en la Argentina, es el que puede llegar a generar cambios terrenales. Así lo aseguró a Criticadigital Lily Süllos, quien explicó que desde la astrología el eclipse se considera un “corte de etapas” y, eso, para la Argentina, “muy bueno no es”, reconoció. "Habría que llamar la atención a la gente para que se calme, para que no haya actos de violencia, aunque a veces eso es en vano", lamentó la especialista.

Respecto a esta noche en particular, Süllos recomienda llamar “a todo el mundo a la cordura”. “Cáncer, Capricornio, Libra y Aries serán tocados más fuerte por el eclipse”, dijo y aconsejó “no tocar temas del pasado en la familia, perdonar y olvidar. No todos lo logran, pero se puede hacer el intento”.

Los primeros días del año no darán tregua. “Siguen los disturbios: el día 15 de enero habrá otro eclipse, pero de Sol, y serán semanas críticas respecto de la culminación de gobiernos y también en el estado de ánimo en general”, señaló.

“Cáncer en sí –el signo del país- va a estar muy respaldado a partir del 18 de enero hasta el 7 de junio. Es un intervalo en el que la Argentina puede acomodarse un poco más”, añadió Süllos y lo asoció a un “gran respaldo de Júpiter, sobre todo cuando llega a los 17 grados en abril y mayo”. Pasados esos meses, según la astróloga “Júpiter entra en Aries y eso puede traer inquietudes y problemas entre el 9 de junio y el 10 de septiembre”.

A pesar de un comienzo malogrado, Süllos vaticinó que será “un año muy interesante porque los grandes planetas cambian de signo y eso trae grandes acontecimientos, buenos y malos”. “No me gusta explayarme sobre política porque no es mi tema, prefiero no hacer pronósticos de ese tipo”, advirtió, dejando el futuro en manos del destino.

Aunque la noche vieja estará iluminada por una luna incandescente, para el calendario gregoriano el fenómeno lunar no tiene tanta trascendencia como sí la tiene la energía. Así lo explicó Federico De Robertis, especialista en Calendario Maya y autor del espacio sobre esa temática en Críticadigital.

“Mañana es noche y lo que el horóscopo predice es la reflexión interna, tanto para el país, como para la gente en su conjunto y a nivel individual. Se vienen cambios positivos, con la antesala de situaciones de caos. Movidas, movimientos, más unificación en el pueblo y de las masas. Es una buena energía”, vaticinó.

Las alteraciones responden a un ecosistema interno, un microambiente con altas y bajas pero que si se aprovecha bien conducirá al equilibro. Para el especialista, “con toda crisis puede haber un desacomodo, pero es sólo un paso a la construcción de algo mejor”.

El traslado de las predicciones a lo concreto desglosa distintas imágenes en lo internacional y nacional. En el ámbito global “lo político y económico mundial se presentará un problema de romper estructuras. La devaluación del dólar, y la subida del euro se sumarán a una mayor pérdida de la supremacía por parte de Estados Unidos”, explicó De Robertis.

Las permutaciones políticas en Argentina influirán a nivel nacional. Respecto al actual, el autor del Calendario Maya auguró: “El gobierno sigue, pero no se les va a permitir demasiados ocultamientos, corrupciones, se va a destapar la olla. No van a estar tan impunes como ahora”. Y agregó: “En la Mesopotamia y el Norte habrán mayores problemas de levantamientos”.

El ecosistema natural también tendrá tendencias ya que “se prevén más cambios climáticos, sobre todo del agua. Los lugares que necesitan agua no tendrán, y los que tienen tendrán más. Buenos Aires de acá a abril será muy problemática, con inundaciones en los alrededores. Gripe porcina y otras enfermedades viejas reincidirán en un sistema de defensa debilitado”.

LA NUMEROLOGÍA. A nivel numerológico este año empieza el 1 de enero de 2010, donde el número total da 5 y representa movimientos, mudanzas internas, cambios de profesión, lugares, cambios inesperados. El argentino está acostumbrado a la estructura pero es necesario que acepte las modificaciones en su vida.

“El 9 de julio de 2010, da 19: o sea 1. Es un renacimiento del país. De acá a junio se pueden ver los acontecimientos mas difíciles para el país, caos, desorden, levantamientos, pero a partir de los primeros días de julio se puede ver una renacimiento, una tendencia a la renovación y hay que aprovecharla”, concluyó Federico De Robertis.

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