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Mi perro pide comida en la mesa ¿Cómo corregirlo?

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Si toda la familia colabora y cumplimos nuestra regla de oro de "Nunca darles de comer de la mesa", veremos que en dos o tres semanas el perro se aburrirá de pedir y dejará de molestar en la mesa

En cuantos hogares no se vive una situación familiar a la que describo a continuación justo a la hora de comer. Toda la familia sentada a la mesa y el perro llorando, gimoteando o ladrando, yendo de uno a otro e incluso saltando sobre la mesa para robar algo de comida. En fin, pedir comida en la mesa es un comportamiento bastante común, pero también un mal comportamiento fácil de prevenir y corregir.


Para empezar debemos analizar por qué el perro pide comida de la mesa. Tenemos que entender que es un comportamiento aprendido y muy, pero muy reforzado, con las innumerables veces que tú o un miembro de tu familia, le ha dado un trocito de pan después de comer a tu mascota, o los restos de tu comida o incluso algo más sabroso porque el pobrecito te puso esa carita

Cada vez que hemos hecho esto le hemos enseñado que puede conseguir algo, que pedir en la mesa va a tener su recompensa tarde o temprano. Estamos reforzando sin darnos cuenta un comportamiento que no queremos que se repita y pasado un tiempo, ya no nos hará tanta gracia que nuestro perro se ponga "a pedir" a la hora de comer, ya no es tan cachorro y su carita de pena ya no nos "convence" tanto. Además, al pasar el tiempo, nuestra mascota crece, y termina por pedir comida de una manera bastante brusca, puede incluso ladrar, te da con la pata o se sube a la mesa a robar de nuestro plato. Y es ahí cuando tenemos un verdadero problema.

Técnica de extinción

Si la conducta ha sido aprendida está claro que podemos prevenir ese aprendizaje. La regla es muy sencilla: "Nunca le des de comer de la mesa". Tan sencillo como difícil de cumplir. Tenemos que llegar a un acuerdo con el resto de la familia y asegurarnos de que esto se cumpla. Si alguien, aunque solo sea una vez, le da de comer, volveremos a tener un problema, es más, el problema se hará más difícil de resolver.

Por supuesto que podemos darle los restos de nuestra comida, si queremos y estamos seguros que es adecuado para su dieta, pero pondremos esos restos en su plato, no se los daremos de la mesa. Eso sí, debes consultar con tu veterinario que "comida humana" puedes darle a tu perro sin causarle problemas estomacales.

Una conducta aprendida también puede corregirse, utilizaremos un método llamado "extinción", es decir, dejaremos de reforzar ese comportamiento que queremos erradicar. Volvemos a la misma táctica, implantaremos la misma norma en casa: "Nunca le des de comer de la mesa".

Las conductas aprendidas a base de refuerzos son fácilmente "olvidadas" si no se ven reforzadas. El perro dejará de pedir en la mesa si nadie le da de comer en la mesa. Si toda la familia colabora y cumplimos nuestra regla de oro veremos que en dos o tres semanas el perro "se aburre" de pedir y deja de molestarnos en la mesa.

Técnica alternativa

Hay una técnica de comportamiento alternativo incompatible que es la orden "a tu sitio". Para enseñarle esta orden a tu perro, necesitarás de una alfombra, manta o cama, así como unos cuantos trozos de comida y como siempre, dedicación y paciencia.

Comenzaremos practicando "sin" comida en la mesa. De hecho, comenzaremos practicando simplemente con la mantita, en un lugar sin distracciones, es decir, la técnica de señuelo refuerzo.

Con un trozo de comida en la mano, le guiaremos (poniendo la comida cerca de su hocico) acompañándole hasta la mantita. Cuando sus cuatro patas estén dentro de la manta, le diremos "muy bien" y le daremos el trozo de comida. Repetiremos el proceso unas cuantas veces, guiándole con comida hasta que realice el ejercicio con fluidez.

Ahora le diremos: "A tu sitio", y le guiaremos con comida hasta la mantita (tal y como hacíamos anteriormente). Premiaremos cuando las cuatro patas estén dentro de la manta. Repetiremos el proceso unas cuantas veces.

Luego, sin comida en la mano, le diremos "A tu sitio" y le guiaremos acompañándole hasta la mantita hacia el lugar adecuado. Premiaremos con la voz y con comida. Una vez hecho esto, podrías decirle "A tu sitio" y señalarle su mantita. Espera a que el perro llegue a su sitio, dile "muy bien" cuando tenga las cuatro patas en la manta y dale el trozo de comida. Repetir hasta que lo haga con fluidez. Cuando hayas conseguido que vaya a su sitio cuando se lo pidas podrás comenzar a enseñarle a que permanezca en su sitio quieto hasta que se le digas.

Falsos mitos, falsas soluciones

En el adiestramiento tradicional se "intentaba" dar una explicación al comportamiento de pedir en la mesa basándose una vez más en la anticuada teoría de la manada o teoría de dominancia. Según esto el perro pedía en la mesa porque quería escalar posiciones en la escala jerárquica familiar y convertirse en el líder de la manada.

Para "corregir" el problema decían que bastaba con dar de comer al perro después de que nosotros hubiéramos acabado ya que el líder de la manada (nosotros) come primero y después comen los demás.

Hoy en día sabemos el porqué de ese comportamiento y contrario a la teoría de la manada, el pero actúa así debido a que está repitiendo un comportamiento que se le ha reforzado.
Eggly Cuesta Márquez/DLA Tachira/diariodelosandes.com

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