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Felinos en casa: cómo cuidarlos

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Parece una obviedad, pero no lo es: ¿cómo cuidar al gato que elegiste mascota? Aquí todo lo que tenés que saber sobre tu felino.
Para los egipcios, los gatos eran animales sagrados y, como tales, el castigo por matar a uno equivalía a la muerte. En la Edad Media se los relacionaba con las brujas; compartiendo signo con el conejo, forma parte icónica del horóscopo chino; y hasta San Antonio Abad, San Francisco de Asís y San Martín de Porres fueron declarados santos patronos de los gatos.


Tiernos, domésticos, independientes, sigilosos, cazadores, juguetones y de figura elegante, los gatos suelen ser la mascota preferida de muchas personas que los adoptan en sus hogares. Pero, ¿cuáles son los cuidados que requieren?, ¿qué cosas no sabías y es importante que te enteres? Aquí, el doctor Eduardo Puebla, de veterinaria Lo Bello / Puebla, ofrece algunos consejos útiles para que tu gato sea una mascota sana y saludable.

1. Báñalo, si puedes. Es un mito el que dice que los gatos no se pueden bañar. Todo lo contrario. Lo importante es acostumbrar al animal a hacerlo desde pequeño; entonces su paso por el agua no será traumático, sino todo lo contrario.

¿Qué cuidados tenés que tener? Los mismos que con un bebé: higienizarlos con agua tibia, en un lugar calefaccionado y sin corriente de aire, y secarlos bien. Sólo eso. Y, en cuanto a la periodicidad, es importante que no lo hagas con tanta frecuencia: una vez por mes o cada dos meses está bien.

2. Que tenga su propio baño. Esto no significa que le vas a tener que construir un cuarto de baño para el gato; pero sí es importante que le compres las famosas piedritas sanitarias. Ellos las usan instintivamente, por lo que no tendrás que educarlos al respecto.

3. Buena alimentación, eje de su salud. Si le das un mal alimento, el gato puede contraer síndrome urológico felino. Entonces es importante que te asesores con un veterinario acerca de cuál es el conveniente. Ésta es una enfermedad grave que si no se atiende a tiempo puede causarle la muerte; por eso el tema de la alimentación no es menor.

4. Castralo, para mejorar su calidad de vida. Estadísticamente, un gato castrado (macho o hembra) tiene un promedio de vida de 15 años; mientras que uno que no ha sido operado vive entre 4 y 5 años. Si tenés una gata, vas a controlar su natalidad; y si tu mascota es un gato vas a evitar que vagabundee y adquiera enfermedades e infecciones a veces incurables.

5. Lista de vacunas. A los tres meses, se los debe vacunar con la primera dosis contra el complejo respiratorio felino. A los cuatro meses se aplica la segunda dosis; y al quinto mes, la antirrábica. Después, se los debe vacunar una vez por año.

6. El fantasma de la toxoplasmosis. Estadísticamente está estudiado que la toxoplasmosis es un parásito y lo eliminan el 50% de los gatos menores de 6 meses. Un gato adulto no debería eliminar toxoplasmosis a no ser que tenga sida (sí, los gatos tienen sida felino, que posee las mismas características que el humano, pero no se contagia a las personas).

Igualmente, el riesgo de adquirir toxoplasmosis lo corren sólo las embarazadas negativas (en un examen de sangre se determina si la mujer es negativa. Si es positiva, se puede quedar tranquila porque no adquirirá la enfermedad). Claro que lo que no siempre se dice es que los gatos no son los únicos transmisores de la toxoplasmosis: también se puede contagiar por la carne mal cocida o las verduras mal lavadas.

7. Como perros y gatos. Es absolutamente posible criar gatos y perros juntos, con total armonía. Claro que existen razas de perros más territoriales (como los rottweiler o algún ovejero macho), pero la adaptación dependerá de cómo se inserta al gato en el ámbito familiar.

8. Y rasguña, hasta las piedras. Los gatos, instintivamente, se afilan las uñas. Entonces, para evitar que te rompan sillones, almohadas o cualquier otro mueble podés comprarle juguetitos que vienen adaptados exclusivamente para ese fin.

9. Identificación flexible. Es importante que el gato tenga un collar con los datos que lo relacionen con su dueño. Pero atención, porque para ellos son preferibles los collares elásticos, ya que si es un collar rígido, y al treparse a un árbol queda enganchado en una rama, puede llegar a ahorcarse. Si la identificación es flexible podrá zafar sin problemas. Alejandro Ortega - aortega@losandes.com.ar

/www.losandes.com.ar/

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