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Reliquias de la historia de Mieres

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La historia más antigua del concejo de Mieres tiene, a día de hoy, 47 testigos de excepción. Son los 47 elementos arqueológicos que, en los próximos meses, entrarán a formar parte del Inventario del Patrimonio Cultural de la región. La Consejería de Cultura y Turismo publicó, ayer, en el Boletín Oficial del Principado de Asturias la resolución por la que se inicia el expediente que permite poner en marcha la tramitación.
Todo el concejo, de norte a sur y de este a oeste, cuenta con algún resto arqueológico de relevancia digno de proteger, si bien, llama la atención la riqueza patrimonística que, una vez más, muestra el valle de Turón do nde se ubica uno de los elementos más trascendentales para explicar la historia del municipio: La Iglesia de San Xusto, en el pueblo del mismo nombre.

El inventario de bienes arqueológicos de Mieres está compuesto por nueve túmulos, quince castros, dos iglesias y un castiello; seis caminos y calzadas y trece elementos más entre los que se encuentran grabados, hachas de bronce, necrópolis, altares y petroglifos. La descripción pormenorizada de cada bien, en la que se incluyen referencias históricas, fotografías y planos detallados, así como la delimitación del ámbito de protección establecido para cada uno de estos elementos patrimoniales, se detalla en las fichas de la Carta Arqueológica de Asturias correspondientes al concejo, y que ahora pasan a integrarse en el expediente de inclusión en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias.

Una de las estrellas del listado arqueológico de Mieres es la iglesia y lápida de Santolaya de Ujo. La fundación de la iglesia se establece como mínimo en el siglo XII o XIII. Del edificio originario quedan pocos restos debido a su reconstrucción en el siglo XX al ser derribada para la instalación de la línea de ferrocarril. De la fábrica inicial sólo quedan tres elementos: La exedra que sobresale al este, el arco de triunfo que sirve de embocadura al nuevo ábside y el lienzo norte.

En 1956 durante una excavación se encontró una lauda funeraria, denominada Lauda del niño Velasco, fechada en el año 921 junto con otras pequeñas sepulturas. Este hecho confirma la existencia de un cementerio cristiano del siglo X que ya es mencionado en el documento de donación de Ordoño I a Frominio, primer obispo de León, el 28 de junio del 860 en conjunto con la iglesia de Santa Eulalia de Ussio. Fue declarada Monumento Histórico Artístico por Real Orden de 23 de julio de 1923.

Iglesia de Turón En cuanto a la Iglesia San Xusto, ya se cita su existencia en el año 857, en un documento donde Ordoño I la cede a la Iglesia de Oviedo. Su origen parece provenir del asentamiento de unos frailes eremitas que fundaron un monasterio y la ermita.

En ella depositaron un arca con algunas reliquias de los niños mártires Justo y Pastor. Se habla incluso de la existencia de culto precristiano al encontrarse huellas de la existencia de un dolmen prehistórico o piedra sagrada. Fue centro de peregrinación por los milagros atribuidos a sus mártires, convirtiéndose en variante del Camino de Santiago, y fue también cenobio y hospital de peregrinos. El templo sufrió la primera transformación durante el siglo XV. Además de las reliquias citadas, destaca la existencia de un retablo de madera policromada de estilo churrigueresco, datado en el siglo XVIII, que dotan a este monumento de un valor intrínseco muy destacado.

En la relación de elementos patrimoniales también figuran el Túmulo de la Col.ladiel.la, los castros de La Yana’l Reboyu, Castil de Muries, Cuito Castiello, Pico Escucha, Castrillón Rozadiel.la y Sellón. A estos se unen, entre otros, el Castiello de Sarabia, el Camín Real de Urbiés, los grabados de Peñona, la estela de Gaio Suplicio Úrsulo de Uxo, Ara Votiva Lucio Corona de Uxo, el Camino Real de Vistrimir-Riosa, el Castro Santana en Gal.legos, la Necrópolis Montes de La Blaña, el Petroglifo de Cenera, y materiales cerámicos de Prau Redondu.

En el listado también figuran los castros de la Colla de Fresneo, de Peña Taya de Siana, de El Collado de Brañanoceo, el Túmulo del Alto del Serón, el Castro de Lladreo-Castro, el de Bustiello, y el Camino de Santa Rosa a La Envernal.

Todos ellos conforman un mapa de reliquias arqueológicas que colocan a Mieres entre las zonas con mayor riqueza histórica de la comunidad.

www.lavozdeasturias.es/

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