Sabiduría empresarial

En los tiempos que corren, la formación empresarial resulta fundamental. De las experiencias de empresarios líderes en sus respectivos sectores se destaca lo que podríamos llamar sabiduría empresarial y que tiene una serie de normas que generalmente son válidas, empezando porque no hay ninguna regla de oro que garantice el éxito en la empresa que se emprenda.


Lo primero es tener unos objetivos y un plan estratégico para lograrlos, la fantástica idea que tienes hay que transformarla en procesos y resultados. Lo mejor es hacer las cosas sencillas. Los cambios son constantes, por ello hace falta capacidad de adaptación a las circunstancias, ser flexible e innovar, todo se puede mejorar. Aprender de los errores, analizarlos, cambiar lo necesario y evitar que se repitan. No tomar decisiones en caliente, repasar las cosas, planificar y controlar, para ello es fundamental tener información y hacer buenos análisis. Una correcta organización da beneficios.

El objetivo es alcanzar la triple satisfacción: de clientes, de empleados y de accionistas. Si hay que tomar decisiones dramáticas: mejor una vez rojo que mil colorado.

La capacidad de visión y la suerte son importantes pero no son nada sin buena gestión. Hay que generar ideas y competir, por lo que se debe fomentar la creatividad y la empatía. Los creativos serán la élite, tendrán mejores resultados en un proceso en el que se discute, se sugiere y se trabaja en equipo. Si tienes una idea exitosa te la copiarán, pero el que da primero...

Siempre habrá alguien que venda más barato, pero no siempre habrá alguien que haga las cosas diferentes. Los pequeños detalles marcan las grandes diferencias.