Ciudad cubana festejó centenario del escultor Mateo Torriente

El centenario del natalicio del escultor Mateo Torriente, integrante de la vanguardia artística cubana del siglo XX, fue festejado hoy en esta ciudad, que atesora en parques y un museo la mayor parte de su obra.
Torriente nació el 20 septiembre de 1910 en la localidad de Palmira, diez kilómetros al noreste de esta capital provincial, donde vino a residir con su familia a los seis años de edad y comenzó sus estudios elementales en el modelado de la mano del profesor español Adolfo Meana.


La celebración concluyó en los salones del Museo Provincial con la inauguración de una exposición que agrupa 30 piezas representantivas de las todas las etapas creadoras por los cuales transitó el autor hasta su muerte, el 21 de agosto de 1966.

Con anterioridad tuvo lugar un pasacalle a través de la avenida peatonal San Fernando, el corredor turístico de esta ciudad portuaria situada 250 kilómetros al sudeste de La Habana.

Mediante performances y acciones de "body painting" teatristas locales invitaban a los transeúntes a conocer las pinturas de algunos de los principales artistas de la plástica contemporánea en Cienfuegos, que colgaban de los escaparates de los comercios en esa vía.

El orador de la jornada, José Ramón García, quien presidió el Gobierno Provincial en el período de 1986-93 y en su juventud fue amigo de Torriente, contó de los empeños para restituir a la ciudad la obra Estrella con caracola y cuerno, la pieza más emblemática del escultor, que fuera objeto de incomprensión en vida del artista.

La escultura rescatada en 1989 desde su emplazamiento en el Pabellón Cuba, de La Habana, representó el homenaje de Mateo a las víctimas del mercante cubano Mambí, torpeado por un submarino alemán en aguas al norte de la Isla el 13 de mayo de 1943.