El pasado miércoles, la sede neoyorquina  de Christie's  vivió un momento histórico: ante un ramillete de boquiabiertos  expertos en arte, periodistas y, sobre todo, millonarios, un  desconocido ofreció (por teléfono) 82 millones de euros por Desnudo,  hojas verdes y busto, de Picasso. Desde ese  momento, fue la obra de arte más cara adquirida en una subasta, y el  cuarto cuadro más caro de todos los tiempos. Un selecto grupo de sueños  prohibidos, caprichos inaccesibles y talento.
 - Número 5. La abigarrada,  esquizofrénica y brutal obra que, sobre un lienzo de 130 por 260  centímetros, creó Jackson  Pollock en 1948, representa la quintaesencia del talento de su  autor. Pero todavía es más conocida por los 110 millones de euros por  los que David  Geffen (magnate del cine y de la música) la vendió en 2006,  convirtiéndola en el  cuadro más caro de la historia. Se especula con  que su comprador fue David Martínez, magnate mexicano tan aficionado al  arte como alérgico a los focos.
- Número 5. La abigarrada,  esquizofrénica y brutal obra que, sobre un lienzo de 130 por 260  centímetros, creó Jackson  Pollock en 1948, representa la quintaesencia del talento de su  autor. Pero todavía es más conocida por los 110 millones de euros por  los que David  Geffen (magnate del cine y de la música) la vendió en 2006,  convirtiéndola en el  cuadro más caro de la historia. Se especula con  que su comprador fue David Martínez, magnate mexicano tan aficionado al  arte como alérgico a los focos.
 - Woman III. Geffen, poseedor de  una fortuna de unos 400 mil millones de euros, vendió también  el segundo cuadro más caro de la historia, Woman III,  firmado por Willem  de Kooning. Poco podría imaginarse De Kooning, que emigró de forma  ilegal a EE UU en 1926 y sobrevivió pintando casas, que ochenta años  después alguien pagaría 108 millones de euros por una de sus obras. El  comprador fue Steven A. Cohen: tenía previsto pagar ese dinero por  El sueño, de Picasso, pero la compra fue suspendida. ¿Por qué? Su  propietario, Steve Wynn, rajó el lienzo sin querer, con el codo,  mientras se lo enseñaba a unos amigos.
- Woman III. Geffen, poseedor de  una fortuna de unos 400 mil millones de euros, vendió también  el segundo cuadro más caro de la historia, Woman III,  firmado por Willem  de Kooning. Poco podría imaginarse De Kooning, que emigró de forma  ilegal a EE UU en 1926 y sobrevivió pintando casas, que ochenta años  después alguien pagaría 108 millones de euros por una de sus obras. El  comprador fue Steven A. Cohen: tenía previsto pagar ese dinero por  El sueño, de Picasso, pero la compra fue suspendida. ¿Por qué? Su  propietario, Steve Wynn, rajó el lienzo sin querer, con el codo,  mientras se lo enseñaba a unos amigos.
 - Retrato  de Adele Bloch-Bauer, I. Mejor suerte corrió esta  obra de Gustav  Klimt, pintada en 1907. Durante una temporada, los 106  millones de euros que Ronald Lauder (heredero del imperio de  cosméticos) pagó por ella la convirtieron en el  lienzo más caro de  todos los tiempos. Ahora, sus deslumbrantes dorados lucen en la  neoyorquina Galería Neue, dedicada al arte alemán y austriaco del pasado  siglo.
- Retrato  de Adele Bloch-Bauer, I. Mejor suerte corrió esta  obra de Gustav  Klimt, pintada en 1907. Durante una temporada, los 106  millones de euros que Ronald Lauder (heredero del imperio de  cosméticos) pagó por ella la convirtieron en el  lienzo más caro de  todos los tiempos. Ahora, sus deslumbrantes dorados lucen en la  neoyorquina Galería Neue, dedicada al arte alemán y austriaco del pasado  siglo.
 - Desnudo, hojas verdes y busto.  Si medimos a un pintor por la cotización de sus obras, Pablo Picasso  sería el más importante del mundo. Tres de sus cuadros están entre los  siete más caros: de momento, su lienzo más cotizado es Desnudo,  hojas verdes y busto, pintado en 1932. Los 81,9 millones de euros  que un comprador anónimo desembolsó lo convierten en la obra de arte más  cara vendida en una subasta, destronando a la escultura L’Homme  qui marche I de Alberto Giacometti.
- Desnudo, hojas verdes y busto.  Si medimos a un pintor por la cotización de sus obras, Pablo Picasso  sería el más importante del mundo. Tres de sus cuadros están entre los  siete más caros: de momento, su lienzo más cotizado es Desnudo,  hojas verdes y busto, pintado en 1932. Los 81,9 millones de euros  que un comprador anónimo desembolsó lo convierten en la obra de arte más  cara vendida en una subasta, destronando a la escultura L’Homme  qui marche I de Alberto Giacometti.
 - Garçon á la Pipe. Sólo un  peldaño más abajo está este cuadro del periodo rosa de Picasso, que  el malagueño pintó en 1905 con sólo 24 años. Cuando la obra se  vendió en una subasta por 81,8 millones de euros, Pepe Karmel, experto  en la obra picassiana, afirmó estar "sorprendido", dijo: "Que una  pintura agradable pero menor se pague como una obra maestra demuestra  que el mercado está a años luz de los verdaderos valores del arte".
- Garçon á la Pipe. Sólo un  peldaño más abajo está este cuadro del periodo rosa de Picasso, que  el malagueño pintó en 1905 con sólo 24 años. Cuando la obra se  vendió en una subasta por 81,8 millones de euros, Pepe Karmel, experto  en la obra picassiana, afirmó estar "sorprendido", dijo: "Que una  pintura agradable pero menor se pague como una obra maestra demuestra  que el mercado está a años luz de los verdaderos valores del arte".
 - Dora Maar con gato. El tercer  cuadro de Picasso en la lista es el séptimo cuadro más caro de todos los  tiempos. Maar fue una prestigiosa artista de la época que  durante siete años compartió su vida con el pintor. Ella dijo  de Picasso: "Cada vez que cambia de pareja, cambia de estilo". Sus años  con Maar fueron especialmente prolíficos y, cuando la abandonó en 1946,  la artista tuvo que ser internada en un psiquiátrico. El lienzo, que  deja translucir tanta pasión como rencor (ella aparece con garras), fue  comprado en 2006 por el magnate ruso Boris Ivanishvili por 75 millones  de euros.
- Dora Maar con gato. El tercer  cuadro de Picasso en la lista es el séptimo cuadro más caro de todos los  tiempos. Maar fue una prestigiosa artista de la época que  durante siete años compartió su vida con el pintor. Ella dijo  de Picasso: "Cada vez que cambia de pareja, cambia de estilo". Sus años  con Maar fueron especialmente prolíficos y, cuando la abandonó en 1946,  la artista tuvo que ser internada en un psiquiátrico. El lienzo, que  deja translucir tanta pasión como rencor (ella aparece con garras), fue  comprado en 2006 por el magnate ruso Boris Ivanishvili por 75 millones  de euros.
 - Elvis 8. El  rockero más famoso disfrazado de vaquero. Y repetido ocho veces, con un  revólver en la mano y todo su potencial erótico en la  pistolera. ¿El precio de este retrato? Cien millones de dólares, casi  ochenta millones de euros. El sexto cuadro más caro de la historia. Su  autor, por supuesto, Andy  Warhol. ¿Por qué esta fortuna? Porque Warhol, que firmó 10 mil obras  entre 1961 y su muerte, en 1987, retrató en cientos de ocasiones a  Marilyn Monroe o Jacqueline Kennedy, pero no tantas a Elvis. Y, desde  luego, nunca multiplicado por ocho (en el original, eso sí, el cantante  aparecía en 16 ocasiones).
- Elvis 8. El  rockero más famoso disfrazado de vaquero. Y repetido ocho veces, con un  revólver en la mano y todo su potencial erótico en la  pistolera. ¿El precio de este retrato? Cien millones de dólares, casi  ochenta millones de euros. El sexto cuadro más caro de la historia. Su  autor, por supuesto, Andy  Warhol. ¿Por qué esta fortuna? Porque Warhol, que firmó 10 mil obras  entre 1961 y su muerte, en 1987, retrató en cientos de ocasiones a  Marilyn Monroe o Jacqueline Kennedy, pero no tantas a Elvis. Y, desde  luego, nunca multiplicado por ocho (en el original, eso sí, el cantante  aparecía en 16 ocasiones).
 -  Retrato del Doctor  Gachet. Durante su estancia en Auvers-sur-Oise,  donde murió en 1890, Vincent  Van Gogh vivió una de sus etapas más prolíficas. El genio cayó bajo  el influjo de todo lo que le rodeaba: flores, valles, campos de trigo,  iglesias... "Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado», escribía a  su madre, «me siento capaz de pintar todo esto". Gran parte de  esa inspiración cabe agradecérsela a un médico, Paul Gachet,  que además de tratar a Van Gogh se convirtió en su íntimo amigo. El  pintor le retrató en dos cuadros casi idénticos: el primero de ellos fue  vendido por la cuñada de Van Gogh por un puñado de francos, pasó por  manos nazis y terminó en las manos del coleccionista nipón Ryoei Saito,  que pagó casi 65 millones por él. Se especula con que Saito lo vendió  después, aunque se desconoce dónde se encuentra la obra. El segundo está  en el Museo de Orsay.
-  Retrato del Doctor  Gachet. Durante su estancia en Auvers-sur-Oise,  donde murió en 1890, Vincent  Van Gogh vivió una de sus etapas más prolíficas. El genio cayó bajo  el influjo de todo lo que le rodeaba: flores, valles, campos de trigo,  iglesias... "Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado», escribía a  su madre, «me siento capaz de pintar todo esto". Gran parte de  esa inspiración cabe agradecérsela a un médico, Paul Gachet,  que además de tratar a Van Gogh se convirtió en su íntimo amigo. El  pintor le retrató en dos cuadros casi idénticos: el primero de ellos fue  vendido por la cuñada de Van Gogh por un puñado de francos, pasó por  manos nazis y terminó en las manos del coleccionista nipón Ryoei Saito,  que pagó casi 65 millones por él. Se especula con que Saito lo vendió  después, aunque se desconoce dónde se encuentra la obra. El segundo está  en el Museo de Orsay.
 - Le Bassin Aux Nympheas.  En sus últimos años, Claude  Monet dedicó cientos de horas a pintar los nenúfares que abundaban  en Giverny, donde vivía. Durante casi toda su vida vivió en la miseria,  pero sus lienzos se revalorizaron: éste, de 1919, es por el que  más se ha pagado del artista francés, más de 63 millones de  euros. Los extraños tonos y colores que lo componen no son sólo producto  de la imaginación del artista, sino una consecuencia de las cataratas  que, durante años, afectaron su vista. Irritado por no poder plasmar el  mundo tal y como era en realidad, el pintor destruyó muchas de sus  últimas obras.
- Le Bassin Aux Nympheas.  En sus últimos años, Claude  Monet dedicó cientos de horas a pintar los nenúfares que abundaban  en Giverny, donde vivía. Durante casi toda su vida vivió en la miseria,  pero sus lienzos se revalorizaron: éste, de 1919, es por el que  más se ha pagado del artista francés, más de 63 millones de  euros. Los extraños tonos y colores que lo componen no son sólo producto  de la imaginación del artista, sino una consecuencia de las cataratas  que, durante años, afectaron su vista. Irritado por no poder plasmar el  mundo tal y como era en realidad, el pintor destruyó muchas de sus  últimas obras.
 - Le Moulin  de la Galette. En una de las salas del maravilloso  Museo de Orsay de París (una obra de arte en sí misma), turistas  de medio mundo se arremolinan ante este cuadro, uno de los más  carismáticos del lugar y de su autor, Pierre-Auguste Renoir. Lo que pocos saben es que la  apabullante escena, festiva e impresionista, tiene una hermana gemela en  manos desconocidas, por la que se llegaron a pagar en 1990 más de 61  millones de euros.
- Le Moulin  de la Galette. En una de las salas del maravilloso  Museo de Orsay de París (una obra de arte en sí misma), turistas  de medio mundo se arremolinan ante este cuadro, uno de los más  carismáticos del lugar y de su autor, Pierre-Auguste Renoir. Lo que pocos saben es que la  apabullante escena, festiva e impresionista, tiene una hermana gemela en  manos desconocidas, por la que se llegaron a pagar en 1990 más de 61  millones de euros.
- MÁS DE 100 MILLONES
 - Número 5. La abigarrada,  esquizofrénica y brutal obra que, sobre un lienzo de 130 por 260  centímetros, creó Jackson  Pollock en 1948, representa la quintaesencia del talento de su  autor. Pero todavía es más conocida por los 110 millones de euros por  los que David  Geffen (magnate del cine y de la música) la vendió en 2006,  convirtiéndola en el  cuadro más caro de la historia. Se especula con  que su comprador fue David Martínez, magnate mexicano tan aficionado al  arte como alérgico a los focos.
- Número 5. La abigarrada,  esquizofrénica y brutal obra que, sobre un lienzo de 130 por 260  centímetros, creó Jackson  Pollock en 1948, representa la quintaesencia del talento de su  autor. Pero todavía es más conocida por los 110 millones de euros por  los que David  Geffen (magnate del cine y de la música) la vendió en 2006,  convirtiéndola en el  cuadro más caro de la historia. Se especula con  que su comprador fue David Martínez, magnate mexicano tan aficionado al  arte como alérgico a los focos. - Woman III. Geffen, poseedor de  una fortuna de unos 400 mil millones de euros, vendió también  el segundo cuadro más caro de la historia, Woman III,  firmado por Willem  de Kooning. Poco podría imaginarse De Kooning, que emigró de forma  ilegal a EE UU en 1926 y sobrevivió pintando casas, que ochenta años  después alguien pagaría 108 millones de euros por una de sus obras. El  comprador fue Steven A. Cohen: tenía previsto pagar ese dinero por  El sueño, de Picasso, pero la compra fue suspendida. ¿Por qué? Su  propietario, Steve Wynn, rajó el lienzo sin querer, con el codo,  mientras se lo enseñaba a unos amigos.
- Woman III. Geffen, poseedor de  una fortuna de unos 400 mil millones de euros, vendió también  el segundo cuadro más caro de la historia, Woman III,  firmado por Willem  de Kooning. Poco podría imaginarse De Kooning, que emigró de forma  ilegal a EE UU en 1926 y sobrevivió pintando casas, que ochenta años  después alguien pagaría 108 millones de euros por una de sus obras. El  comprador fue Steven A. Cohen: tenía previsto pagar ese dinero por  El sueño, de Picasso, pero la compra fue suspendida. ¿Por qué? Su  propietario, Steve Wynn, rajó el lienzo sin querer, con el codo,  mientras se lo enseñaba a unos amigos. - Retrato  de Adele Bloch-Bauer, I. Mejor suerte corrió esta  obra de Gustav  Klimt, pintada en 1907. Durante una temporada, los 106  millones de euros que Ronald Lauder (heredero del imperio de  cosméticos) pagó por ella la convirtieron en el  lienzo más caro de  todos los tiempos. Ahora, sus deslumbrantes dorados lucen en la  neoyorquina Galería Neue, dedicada al arte alemán y austriaco del pasado  siglo.
- Retrato  de Adele Bloch-Bauer, I. Mejor suerte corrió esta  obra de Gustav  Klimt, pintada en 1907. Durante una temporada, los 106  millones de euros que Ronald Lauder (heredero del imperio de  cosméticos) pagó por ella la convirtieron en el  lienzo más caro de  todos los tiempos. Ahora, sus deslumbrantes dorados lucen en la  neoyorquina Galería Neue, dedicada al arte alemán y austriaco del pasado  siglo.- PICASSOS AFORTUNADOS
 - Desnudo, hojas verdes y busto.  Si medimos a un pintor por la cotización de sus obras, Pablo Picasso  sería el más importante del mundo. Tres de sus cuadros están entre los  siete más caros: de momento, su lienzo más cotizado es Desnudo,  hojas verdes y busto, pintado en 1932. Los 81,9 millones de euros  que un comprador anónimo desembolsó lo convierten en la obra de arte más  cara vendida en una subasta, destronando a la escultura L’Homme  qui marche I de Alberto Giacometti.
- Desnudo, hojas verdes y busto.  Si medimos a un pintor por la cotización de sus obras, Pablo Picasso  sería el más importante del mundo. Tres de sus cuadros están entre los  siete más caros: de momento, su lienzo más cotizado es Desnudo,  hojas verdes y busto, pintado en 1932. Los 81,9 millones de euros  que un comprador anónimo desembolsó lo convierten en la obra de arte más  cara vendida en una subasta, destronando a la escultura L’Homme  qui marche I de Alberto Giacometti. - Garçon á la Pipe. Sólo un  peldaño más abajo está este cuadro del periodo rosa de Picasso, que  el malagueño pintó en 1905 con sólo 24 años. Cuando la obra se  vendió en una subasta por 81,8 millones de euros, Pepe Karmel, experto  en la obra picassiana, afirmó estar "sorprendido", dijo: "Que una  pintura agradable pero menor se pague como una obra maestra demuestra  que el mercado está a años luz de los verdaderos valores del arte".
- Garçon á la Pipe. Sólo un  peldaño más abajo está este cuadro del periodo rosa de Picasso, que  el malagueño pintó en 1905 con sólo 24 años. Cuando la obra se  vendió en una subasta por 81,8 millones de euros, Pepe Karmel, experto  en la obra picassiana, afirmó estar "sorprendido", dijo: "Que una  pintura agradable pero menor se pague como una obra maestra demuestra  que el mercado está a años luz de los verdaderos valores del arte". - Dora Maar con gato. El tercer  cuadro de Picasso en la lista es el séptimo cuadro más caro de todos los  tiempos. Maar fue una prestigiosa artista de la época que  durante siete años compartió su vida con el pintor. Ella dijo  de Picasso: "Cada vez que cambia de pareja, cambia de estilo". Sus años  con Maar fueron especialmente prolíficos y, cuando la abandonó en 1946,  la artista tuvo que ser internada en un psiquiátrico. El lienzo, que  deja translucir tanta pasión como rencor (ella aparece con garras), fue  comprado en 2006 por el magnate ruso Boris Ivanishvili por 75 millones  de euros.
- Dora Maar con gato. El tercer  cuadro de Picasso en la lista es el séptimo cuadro más caro de todos los  tiempos. Maar fue una prestigiosa artista de la época que  durante siete años compartió su vida con el pintor. Ella dijo  de Picasso: "Cada vez que cambia de pareja, cambia de estilo". Sus años  con Maar fueron especialmente prolíficos y, cuando la abandonó en 1946,  la artista tuvo que ser internada en un psiquiátrico. El lienzo, que  deja translucir tanta pasión como rencor (ella aparece con garras), fue  comprado en 2006 por el magnate ruso Boris Ivanishvili por 75 millones  de euros.- RETRATADOS
 - Elvis 8. El  rockero más famoso disfrazado de vaquero. Y repetido ocho veces, con un  revólver en la mano y todo su potencial erótico en la  pistolera. ¿El precio de este retrato? Cien millones de dólares, casi  ochenta millones de euros. El sexto cuadro más caro de la historia. Su  autor, por supuesto, Andy  Warhol. ¿Por qué esta fortuna? Porque Warhol, que firmó 10 mil obras  entre 1961 y su muerte, en 1987, retrató en cientos de ocasiones a  Marilyn Monroe o Jacqueline Kennedy, pero no tantas a Elvis. Y, desde  luego, nunca multiplicado por ocho (en el original, eso sí, el cantante  aparecía en 16 ocasiones).
- Elvis 8. El  rockero más famoso disfrazado de vaquero. Y repetido ocho veces, con un  revólver en la mano y todo su potencial erótico en la  pistolera. ¿El precio de este retrato? Cien millones de dólares, casi  ochenta millones de euros. El sexto cuadro más caro de la historia. Su  autor, por supuesto, Andy  Warhol. ¿Por qué esta fortuna? Porque Warhol, que firmó 10 mil obras  entre 1961 y su muerte, en 1987, retrató en cientos de ocasiones a  Marilyn Monroe o Jacqueline Kennedy, pero no tantas a Elvis. Y, desde  luego, nunca multiplicado por ocho (en el original, eso sí, el cantante  aparecía en 16 ocasiones). -  Retrato del Doctor  Gachet. Durante su estancia en Auvers-sur-Oise,  donde murió en 1890, Vincent  Van Gogh vivió una de sus etapas más prolíficas. El genio cayó bajo  el influjo de todo lo que le rodeaba: flores, valles, campos de trigo,  iglesias... "Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado», escribía a  su madre, «me siento capaz de pintar todo esto". Gran parte de  esa inspiración cabe agradecérsela a un médico, Paul Gachet,  que además de tratar a Van Gogh se convirtió en su íntimo amigo. El  pintor le retrató en dos cuadros casi idénticos: el primero de ellos fue  vendido por la cuñada de Van Gogh por un puñado de francos, pasó por  manos nazis y terminó en las manos del coleccionista nipón Ryoei Saito,  que pagó casi 65 millones por él. Se especula con que Saito lo vendió  después, aunque se desconoce dónde se encuentra la obra. El segundo está  en el Museo de Orsay.
-  Retrato del Doctor  Gachet. Durante su estancia en Auvers-sur-Oise,  donde murió en 1890, Vincent  Van Gogh vivió una de sus etapas más prolíficas. El genio cayó bajo  el influjo de todo lo que le rodeaba: flores, valles, campos de trigo,  iglesias... "Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado», escribía a  su madre, «me siento capaz de pintar todo esto". Gran parte de  esa inspiración cabe agradecérsela a un médico, Paul Gachet,  que además de tratar a Van Gogh se convirtió en su íntimo amigo. El  pintor le retrató en dos cuadros casi idénticos: el primero de ellos fue  vendido por la cuñada de Van Gogh por un puñado de francos, pasó por  manos nazis y terminó en las manos del coleccionista nipón Ryoei Saito,  que pagó casi 65 millones por él. Se especula con que Saito lo vendió  después, aunque se desconoce dónde se encuentra la obra. El segundo está  en el Museo de Orsay.- JOYAS IMPRESIONISTAS
 - Le Bassin Aux Nympheas.  En sus últimos años, Claude  Monet dedicó cientos de horas a pintar los nenúfares que abundaban  en Giverny, donde vivía. Durante casi toda su vida vivió en la miseria,  pero sus lienzos se revalorizaron: éste, de 1919, es por el que  más se ha pagado del artista francés, más de 63 millones de  euros. Los extraños tonos y colores que lo componen no son sólo producto  de la imaginación del artista, sino una consecuencia de las cataratas  que, durante años, afectaron su vista. Irritado por no poder plasmar el  mundo tal y como era en realidad, el pintor destruyó muchas de sus  últimas obras.
- Le Bassin Aux Nympheas.  En sus últimos años, Claude  Monet dedicó cientos de horas a pintar los nenúfares que abundaban  en Giverny, donde vivía. Durante casi toda su vida vivió en la miseria,  pero sus lienzos se revalorizaron: éste, de 1919, es por el que  más se ha pagado del artista francés, más de 63 millones de  euros. Los extraños tonos y colores que lo componen no son sólo producto  de la imaginación del artista, sino una consecuencia de las cataratas  que, durante años, afectaron su vista. Irritado por no poder plasmar el  mundo tal y como era en realidad, el pintor destruyó muchas de sus  últimas obras. - Le Moulin  de la Galette. En una de las salas del maravilloso  Museo de Orsay de París (una obra de arte en sí misma), turistas  de medio mundo se arremolinan ante este cuadro, uno de los más  carismáticos del lugar y de su autor, Pierre-Auguste Renoir. Lo que pocos saben es que la  apabullante escena, festiva e impresionista, tiene una hermana gemela en  manos desconocidas, por la que se llegaron a pagar en 1990 más de 61  millones de euros.
- Le Moulin  de la Galette. En una de las salas del maravilloso  Museo de Orsay de París (una obra de arte en sí misma), turistas  de medio mundo se arremolinan ante este cuadro, uno de los más  carismáticos del lugar y de su autor, Pierre-Auguste Renoir. Lo que pocos saben es que la  apabullante escena, festiva e impresionista, tiene una hermana gemela en  manos desconocidas, por la que se llegaron a pagar en 1990 más de 61  millones de euros.














 


 







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