Montejaque muestra sus tradiciones

Cientos de personas pasaron ayer por la localidad de Montejaque para celebrar la I edición del Día del Turismo Rural en una localidad que fue de las primeras poblaciones de la comarca de Ronda en desarrollar este tipo de oferta tras la llegada de una gran cantidad de turistas ingleses y alemanes.

Ahora, en tiempos de crisis, la promoción para el turismo nacional se ha convertido en fundamental para estos pequeños municipios. Precisamente, dentro de este objetivo se enmarcó la jornada vivida en esta localidad, que contó con el apoyo del Patronato de Turismo de la Costa del Sol, y con la presencia del presidente de la Diputación de Málaga, Salvador Pendón.

Para dar a conocer la localidad a los cientos de visitantes, los organizadores diseñaron una ruta por el municipio para visitar todos sus puntos de interés. Monumentos, rincones con encanto, bares, hoteles, casas rurales, productores de chacina, de mermeladas o panaderías donde se elaboran las populares tortas de chicharrones, que son muy demandadas por los visitantes y una de sus ofertas gastronómicas más conocidas.

Entre las callejuelas blancas los visitantes iban descubriendo los numerosos rincones de esta localidad, donde las formas de algunas de las paredes conforman todo un entramado propio de las medinas más conocidas, que traen a la memoria sus orígenes árabes. Además, durante el caminar se va descubriendo los homenajes rendidos a los montejaqueños más insignes.

Llama la atención la placa que recuerda a Bernabé y Pedro López, dos de los maquis más conocidos de la zona y nacidos en el municipio. Son innumerables las supuestas proezas y aventuras de estos dos montejaqueños que cualquier vecino, de cierta edad, puede contar al visitante en una animada conversación mientras disfruta de alguno de sus productos gastronómicos.

Precisamente, su oferta gastronómica con sus variadas chacinas, las tortas de chicharrones y la repostería o las mermeladas naturales son otro de los atractivos que llevan a miles de visitantes cada año a esta localidad.

Ayer, los asistentes al día del turismo también tuvieron la oportunidad de probar las bondades de la cocina montejaqueña, y es que los bares ofrecieron diferentes tipos de tapas de forma gratuita a los visitantes.

Pero no fue lo único que aprendieron sobre este pueblo sus visitantes. También tuvieron la oportunidad de conocer y practicar algunos de los juegos de entretenimiento más ancestrales como el juego de los cántaros, que se remontan a la época donde las mujeres iban cada día a la fuente con cántaros a recoger el agua para sus casas.

Comparable en nuestros tiempos al juego con globos de agua, el lograr lanzar el cántaro y cogerlo en pleno vuelo sin dejarlo caer se presenta como todo un reto para los inexpertos. Para otros, el objetivo es realizar cada vez lanzamientos más largos y elevados. Cuestión de práctica.

Mientras tanto, también se pudieron visitar algunos de los establecimientos hoteleros del pueblo, que causaron una grata sensación, y es que en su interior surge un oasis rodeado de casas blancas y con las montañas como fondo de todo ello.

Y es que la riqueza natural es uno de los aspectos más buscados por los turistas rurales.

Desde Montajaque parten numerosas rutas de senderismo que se adentran hacia la parte malagueña del Parque Natural de Grazalema, desconocida para muchos de los amantes de la naturaleza, pero de gran riqueza medio ambiental y paisajística.

Con todo ello, los dirigentes locales tratan que el boca a boca se convierta en la mejor de las publicidades para sus intereses turísticos, y es que lanzar campañas de publicidad para dar a conocer sus atractivos turísticos está fuera del alcance de las depauperadas arcas de estos pequeños municipios de la Serranía de Ronda.

Por un día, la valorada y ansiada tranquilidad de sus callejuelas y plazas fue rota por el bullicio. El ir y venir de visitantes que se marcharon en muchos casos con la intención de volver para pasar un tranquilo fin de semana, alejados del ajetreo de las grandes urbes.