El turismo gastronómico marca el ritmo del verano cordobés

Panza llena, corazón contento" reza un antiguo anónimo que en Córdoba se hace realidad al recorrer la Ruta Alimentaria, una serie de recorridos a través de lo mejor de la comida local. ¿La propuesta? Degustar desde salames al mejor estilo italiano, pasando por los cabritos del norte y de postre la exquisita repostería de Europa central.

Gustavo Santos, director de la agencia Córdoba Turismo le dijo a Clarín que "las Rutas Gastronómicas es uno de los productos turísticos que venimos promoviendo. Así logramos incorporar a Córdoba en los Caminos del Vino a nivel nacional, y formar parte de las Rutas Gastronómicas". Santos destacó además que "estamos trabajando en el rescate de las comidas típicas de Córdoba en las cartas de los restaurantes, porque nuestra provincia tiene una gran variedad gastronómica".

Para quienes llegan a la provincia mediterránea desde Buenos Aires o Santa Fe por la autopista Córdoba-Rosario, la primera posta es Oncativo, donde se producen salames y chacinados con recetas heredadas de los inmigrantes del Piemonte italiano. Allí, desde 1975 se organiza la Fiesta del Salame Casero y se dan las tradicionales carneadas, esas ceremonias en las que confluyen familias enteras durante días, que dan como resultado salames, bondiolas, pancetas, jamones, lomitos y morcillas que luego son estacionados durante meses.

Otro mojón en la ruta gastronómica cordobesa es Colonia Caroya, que disputa con Oncativo la paternidad del salame. En esta ciudad del departamento Colón, a 50 kilómetros al norte de la Capital, por la ruta 9, se puede degustar chacinados y vinos. Los inmigrantes italianos llegados de Friuli y Udine fundaron esta comuna y trajeron consigo sus tradiciones gastronómicas. Además de exquisitos salames y bondiolas, en "la Colonia" se prepara jamón crudo con trozos del pernil trasero, totalmente desgrasado y con el punto justo de sal.

Pese a que Caroya es una ciudad de paso, las fiestas locales convocan a miles de visitantes: la Fiesta Provincial de la Vendimia, la Sagra nacional de la Uva, y la Fiesta Nacional de la Frutihorticultura; además de la Fiesta del Salame Casero que se realiza en octubre.

Siguiendo hacia el norte, por la Ruta 60, se llega a Deán Funes y Quilino, ubicados a unos 150 kilómetros al noroeste de la ciudad de Córdoba. Allí se pueden visitar establecimientos rurales y disfrutar de un excelente asado de cabritos. Esta alternativa se combina con la producción de hortalizas y frutas como duraznos, ciruelas, nueces, peras y vides.