Un monolito entre mujeres para Hipatia

En noviembre pasado, el Ayuntamiento de Gijón le concedió una calle. Desde ayer, un monolito recuerda en el Parque Científico y Tecnológico que Hipatia de Alejandría, «filósofa, sabia en matemáticas, geometría, álgebra y astronomía, para muchos la primera mujer científica de la Historia e icono además de las víctimas de la intransigencia y violencia religiosa», no sólo es la más antigua de las mujeres que poblan el callejero gijonés, sino que representa «la visualización del papel de la mujer en la ciencia y la investigación».


Así lo afirmó ayer la alcaldesa cuando convirtió a la asesinada pensadora romanoegipcia en la quinta protagonista de un recinto en que las mujeres dominan las denominaciones viales. Y fue la propia Paz Fernández Felgueroso quien recordó que «Hipatia fue el nombre que, simbólicamente, eligió Rosario Acuña al ingresar en la masonería, así que esto es, de alguna manera, también un homenaje a Rosario Acuña».


En cualquier caso, el monolito a Hipatia formó parte ayer de otro reconocimiento aún mayor : a la presencia femenina en el callejero gijonés, que, en forma de libro, la alcaldesa enmarcó en la festividad retardada del 8 de marzo. Escrito «en menos de 15 días» por Carmen Gómez Ojea, 'Mujeres en el callejero de Gijón/Xixón' recoge la historia de las 112 mujeres que forman parte de la historia vial gijonesa. «Tienen en común que todas son luchadoras, pioneras en sus campos de trabajo y mujeres que al morir dejaron este mundo mejor de lo que lo encontraron al llegar», afirmó la reciente Premio Dolores Medio.


En una edición pequeña, manejable, de bolsillo, el libro de portada gris y malva «es muy ameno y muy ilustrativo. Tenemos la descripción de las calles con el rigor, el sentido del humor, la ironía y la buena pluma de Carmen Gómez Ojea. No se puede pedir más», afirmó Paz Fernández Felgueroso, quien confesó que la intención del Ayuntamiento es que «se reparta profusamente para que todos sepamos más de las mujeres que han dado nombre al callejero gijonés».


Sin embargo, aunque tanto la autora como la impulsora del proyecto, la propia alcaldesa, coinciden en que «habrá más mujeres», ayer Carmen Gómez Ojea rompió una lanza por un hombre: Álvaro de Luna, condestable de Castilla, Gran Maestre de Santiago y favorito del rey Juan II. «Fue un hombre que consideraba 'intolerable' que se exaltaran las acciones de los varones y las mujeres quedaran 'caídas en la olvidanza'.

Escribió 'Claras y virtuosas mujeres' y se merece una calle», dijo la escritora, sin obtener respuesta de la alcaldesa. Pero no se mostró partidaria de hacer un estudio masculino del callejero. «Los hombres ya están muy hechos y muy rehechos», sentenció.