Después de escribir varios libros técnicos y divulgativos, el catedrático de Astrofísica de la Universidad de Granada Eduardo Battaner (Burgos 1945) aborda con 'El astrónomo y el templario' (Ed. Nabla) su primera novela.
Ambientada en la España de mediados del siglo XIII, narra las aventuras de los dos protagonistas, unidos por una misión real pero representantes de dos formas muy distintas de entender el mundo -la ciencia y la guerra, la pluma y la espada- y enfrentados a muerte por el amor de una mujer. Como escenario de sus aventuras, las batallas de reconquista, la convivencia entre cristianos, musulmanes y judíos, la desconocida historia del Temple español y el florecimiento de las letras y las ciencias en los primeros años del reinado del 'rey sabio'.
-Siendo físico, ¿le costó documentarse para escribir la novela?
-Me ha costado trabajo, pero ha sido un trabajo muy placentero. He utilizado fuentes antiguas, como las propias crónicas del rey Alfonso X o un libro del Marqués de Mondéjar del siglo XVIII, y también fuentes más recientes. He escrito en mis ratos libres. La ventaja es que no interfería con mi labor profesional y el inconveniente, la falta de continuidad: a veces se me olvidaba lo que había ocurrido antes. Incluso no sabía cómo iba a acabar.
-¿Qué se puede contar de la trama sin estropear su lectura?
-El rey encarga al astrónomo Aurelio de Covarrubias que averigüe si una tumba que ha aparecido es la de Wamba (rey visigodo) y allí conoce a unos templarios encargados de vigilarla. El templario Gonzalo conoce al astrónomo y ha jurado matarle. Como tienen que llevar la corona de Wamba hasta Toledo, por el camino se van contando sus historias y se entiende por qué había jurado matarle: tenían un amor común, una 'cantadeira' de las cantigas de Alfonso X El Sabio. Y quizá no conviene decir mucho más...
-¿Cómo describiría 'El astrónomo y el templario? ¿Es una novela histórica, de aventuras, romántica...?
-Es una novela romántica, pero no en el sentido de novela rosa, sino por la inclinación de los románticos hacia la Edad Media. La historia transcurre en el siglo XIII, durante el reinado de Alfonso X, una figura tan difícil de tratar que aparece como un personaje secundario, por lo que a lo mejor el marco acaba siendo más interesante que el lienzo. La novela pretende entretener, pero tiene un trasfondo astronómico, histórico, con la Escuela de Traductores de Toledo, la convulsión entre judíos, moros y cristianos... A lo mejor es inevitable aprender algo, pero no era esa mi intención.
-¿Cree que la figura de Alfonso X no ha sido bien tratada por la Historia?
-Efectivamente. Los historiadores se han preocupado mucho de la política y las conquistas del rey, pero aparte de eso era una persona muy culta y que hacía florecer la cultura. El final de Alfonso X fue trágico, pero la novela trata de cuando era príncipe y de los primeros años de su reinado, cuando era optimista y se dedicaba a las ciencias... Era juglar, astrónomo, historiador, jurista, promovía la traducción, incluso de libros en los que él no creía...
Es una persona clave en la Historia, no ya de España, sino del mundo. Por ejemplo, no hay ninguna historia de la Astronomía en la que no figure como uno de los principales astrónomos de todos los tiempos: lo más trascendente fue la elaboración de unas tablas para conocer la posición de los planetas o predecir eclipses que siguieron utilizándose después de Copérnico. Se rodeaba de los mejores astrónomos y no era un simple mecenas, sino que encargaba misiones concretas y enmendaba lo que se había escrito.
-¿Cómo era la Astronomía en esa época?
-Es una Astronomía pretelescópica y un periodo de transición: se pensaba que la Tierra era el centro del Universo, pero esa idea estaba en discusión. Aristarco de Samos ya había postulado la teoría heliocéntrica, Averroes también, y el propio Alfonso X dudaba de la teoría clásica geocentrista. En la novela aparecen esas dudas que poco tiempo después resolvió Copérnico.
-¿De verdad hubo en ese periodo una convivencia pacífica entre cristianos, judíos y musulmanes?
-Siempre se ha dicho que el respeto entre las tres culturas se dio en Al Andalus, pero quizá el periodo en el que más interesante y productiva fue esa convivencia fue en tiempos de Alfonso X. En la Escuela de Traductores de Toledo había judíos, árabes y cristianos, e incluso gente de otras culturas.
-¿Aparece Granada en la novela?
-Sí. El rey encarga al astrónomo una misión concreta y le da toda su vida para resolverla. Busca un libro por todas partes y viene a Granada, donde describe la ciudad, sus mezquitas y la Alhambra en sus comienzos. Hay una aventura...
-La historia del Temple en España es poco conocida...
-Cuando se habla de templarios, uno siempre piensa en los franceses, en la leyenda de los tesoros escondidos, la destrucción de la orden en el siglo XIV por el papa y el rey francés... Pero la historia del Temple en España también es muy interesante.
-Mezcla personajes históricos y de ficción. ¿Es una novela histórica?
-Es una novela histórica en el sentido de las de Pérez Galdós: hay un trasfondo histórico. Los personajes protagonistas son casi todos ficticios y los reales son secundarios.
EDUARDO BATTANER
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