Nunca una gala de los Oscar tan predecible y por momentos soporífera había terminado dando sorpresas tan agradables. Su nombre estaba en todas las quinielas para alzarse con el premio más codiciado de la velada pero tenía enfrente a la película más taquillera de todos los tiempos. Al final la Academia de Hollywood hizo justicia y coronó a En tierra hostil como mejor filme del año. Y además justicia por partida doble, porque Kathryn Bigelow pudo por fin escribir su nombre en los libros de historia del cine convirtiéndose en la primera mujer en ganar el Oscar a la mejor dirección.
Durante buena parte de la noche las miradas en el teatro Kodak de Los Ángeles estuvieron puestas en el particular duelo que todo el mundo había previsto entre la cinta de Bigelow, que se llevó a casa seis de los nueve Oscar para los que estaba nominada, y Avatar, la superproducción en tres dimensiones del oscarizado James Cameron, que vio como su ex le arrebataba la posibilidad de repetir el éxito de Titanic y tuvo que conformarse con tres premios en las categorías técnicas.
RADIANTE DE GRIS PLATA
Esta era la noche de la directora californiana, que lució radiante un ajustado vestido gris plateado, y que subió al escenario hasta en dos ocasiones para recoger sus premios. "No encuentro otra manera para describirlo. Es el momento de toda una vida", afirmó varias veces con la voz entrecortada. Bigelow, que ya había sido nominada en otra ocasión, quiso dedicar el galardón a los soldados estadounidenses que arriesgan su vida en Irak y Afganistán y confió en que vuelvan a casa "sanos y salvos".
Desde los primeros compases de la velada -que fue aburrida desde el principio hasta el final- los premios fueron cayendo en manos de aquellos que partían como favoritos. Una Penélope Cruz cada vez más desenvuelta en Hollywood fue la primera en subirse al escenario para entregar el premio al mejor actor de reparto al austriaco Christopher Waltz por su papel en los Malditos bastardos de Quentin Tarantino. En seguida cayó el primero de los premios para En tierra hostil al mejor guión original de Mark Boal..
Después fue el turno de Avatar, que no sorprendió a nadie al colgarse el Oscar a los mejores efectos especiales, a la mejor dirección artística y a la mejor cinematografía. El nombre de Cameron y Avatar volvieron a escucharse otras veces en el Kodak Theather, pero nunca asociado a un momento ganador. En tierra hostil se apuntó el reconocimiento al mejor sonido (edición y mezcla) y el mejor montaje y después todo quedó en suspenso hasta que llegaron los grandes premios de la noche.
BULLOCK Y BRIDGES
La reina de la noche, con el permiso de Bigelow, fue una espléndida Sandra Bullock que logró hacerse con su primer Oscar por su papel en The blind side. Se da la circunstancia de que lo hizo solo 24 horas después de que fuera "galardonada" como peor actriz del año por su interpretación en la película Alocada obsesión. Se impuso así a su amiga Meryl Streep, que sumaba con esta 16 nominaciones pero no pudo llevarse el que habría sido su tercer Oscar de su premiada carrera.
En el apartado masculino los miembros de la Academia no se salieron del guión y eligieron a Jeff Bridges como mejor actor del año por su brillante actuación en la cinta Corazón rebelde, que se emocionó agradeciendo el premio a sus padres y a su familia. No menos brillante había estado Morgan Freeman en la piel del líder sudafricano Nelson Mandela en Invictus pero esta vez no pudo ser. Tampoco pudo ser para George Clooney, a quien se vio con el gesto desencajado en algún momento de la velada.
NI PENÉLOPE NI JAVIER RECIO
Penélope Cruz, arropada en todo momento por Javier Bardem, no pudo repetir la alegría del año pasado cuando se convirtió en la primera española en llevarse un Oscar. Su actuación en el musical Nine había gustado pero para esta vez el premio de la categoría de mejor actriz de reparto estaba cantado. Ya había barrido en todas las citas anteriores y Mo'Nique vio cumplido su sueño de llevarse su primer Oscar por. Precious, que logró también el premio al mejor guión adaptado para Geoffrey Fletcher.
Tampoco pudo ser para el granadino Javier Recio y La dama y la muerte, su cortometraje de animación coproducido por Antonio Banderas, que vio como le arrebataba el Oscar el francés Logorama. A sus 28 años sabía que la nominación era el mayor de los premios pero ya puestos... El mejor corto documental fue a parar a manos de Music by Prudence, mientras que el mejor corto de acción real se lo llevó The new tenants.
ESCASO ACENTO ESPAÑOL
El acento español brilló por su ausencia en la ceremonia. Ni siquiera Pedro Almodóvar se arrancó con alguna palabra en el idioma de Cervantes cuando entregó junto a Quentin Tarantino el premio a la mejor película de habla no inglesa a la cinta El secreto de sus ojos, una coproducción hispano-argentina del director Juan José Campanella, que en el momento de los agradecimientos tuvo un par de palabras de aliento para los chilenos que se recuperan del terremoto de la semana pasada.
Up, uno de los últimos éxitos de Disney dirigido por Pete Docter, se llevó el premio a la mejor película de animación y mejor música original, mientras que en la categoría de mejor documental el reconocimiento fue The cove. Poco más dio de sí la gala de la 82ª edición de los Oscar, en la que lo único que se salvó fueron algún diálogo de Steve Martin y Alec Baldwin y el momento Ben Stiller disfrazado de Avatar. Eso sí, pasará a la historia por haber hecho justicia con las directoras de cine. Ya tocaba.
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