Fernando Lomeña gana el I Trofeo taurino de Tobarra

La plaza se llenó para la final del I Certamen de novilleros sin picadores, con triunfodel novillero de Guadalajara Fernando Lomeña y buen encierro de Castillo de Montizón
Lomeña recibió el trofeo de manos del alcalde.


Interesante festejo, de los que hacen afición, por ver a jóvenes que son el futuro de la fiesta y que aportan aire nuevo; gran ambiente en los tendidos y excelentes novillos del segundo hierro de Samuel Flores. Este primer trofeo debe tener continuidad, aunque sólo fuere por el aspecto de tarde grande que presentó la plaza, por los novillos de las tres tardes del festejo y por los jóvenes aspirantes, que han aportado una bocanada de aire fresco y renovado, en la mayor parte de los casos.


José Ignacio Rodríguez, el albaceteño volvió a decepcionar en la final, como ya hiciera con los yerros en la que abrió el trofeo. Al fallar con el que abrió plaza a la hora de matar, en el que no anduvo del todo mal; inició la faena con el quinto, nervioso y no supo encontrarle el sitio a un novillo complicado, ante el que cortó dos orejas inmerecidas.


David Moreno, el toledano volvió a dejar buenas sensaciones, como hiciera en la segunda novillada del trofeo y, en algunos momentos ralló a gran altura, especialmente acertado a derechas, con dos tandas de gran vistosidad. Con el mejor toro de la tarde, el sexto logró completar una gran faena, que no obtuvo mayor premio por no estar totalmente acertado con el estoque.


Rubén Aparicio, el de Ciudad Real, no ha tenido suerte en este certamen con los novillos (ya que pese a que la tónica general ha sido muy buena en los tres festejos, los peores lotes le han correspondido a él). Lo intentó con el tercero de la tarde, que le dio un susto importante, y ante el séptimo, no supo superar las adversidades y dificultades, pese a que tiene detalles y hechuras de torero prometedor, que habrá que seguir y tener en cuenta.


Fernando Lomeña, fue el triunfador de la tarde para la mayoría del público asistente al festejo, desde el tercio de banderillas, por su valentía y porque es capaz de darle pausa al toreo, buscar la distancia correcta con el toro y, pese a que todavía tiene que aprender, supera las dificultades con coraje y gran valentía. Es capaz de colocarse en ese lugar en el que pocos pisan para evitarse cornadas.


Con el cuarto logró enlazar una excelente tanda de naturales, y anduvo muy acertado con la derecha. Para la mayoría, un justo ganador, al que habrá que ver, si así lo decide, en Puerta Grande.

G. González