La proliferación de centros de investigación ha situado a Donostia en el mapa de la ciencia, y a pesar de la delicada coyuntura económica, los polos generados en Ibaeta y Miramón no paran de crecer. BCBL son las siglas del nuevo centro que viene a reforzar este pujante sector.
Responden al nombre de Basque Center on Cognition, Brain and Language, un instituto de neurociencias centrado en el conocimiento, el cerebro y el lenguaje y que ha sido bautizado en inglés, como el idioma que más se oye en sus instalaciones, con sede central en Miramón, aunque cuentan con un laboratorio en el centro Joxe Mari Korta de Ibaeta.
El BCBL es un BERC, es decir, un Basque Excellence Research Center, espacios para la investigación en excelencia impulsados por el Gobierno Vasco. Se crearon dos nuevos en Vizcaya, dedicados a las matemáticas y al cambio climático, y el BCBL se instaló en Donostia.
Seguramente sea el DIPC, capitaneado por Pedro Miguel Etxenike, el BERC más conocido, aunque ya existía antes de la puesta en marcha del programa, al que se sumó tras marcar la pauta en la captación de científicos de otros países.
«Prácticamente toda la financiación para la fase de inversión y de lanzamiento del centro viene del Gobierno Vasco, a través de sus dos agencias, Ikerbasque e Innobasque. Es una ayuda para cuatro años que suma 14 millones de euros», explica el director general del BCBL, Miguel Ángel Arocena.
La Diputación, que logró atraer el centro a Gipuzkoa, también colabora económicamente con el proyecto, del que la UPV es socio fundador.
El coste del equipamiento de los laboratorios explica la elevada inversión inicial. El BCBL, que el miércoles acogerá un seminario con directores de guarderías, cuenta con una resonancia magnética de tres teslas y una unidad de magnetoencefalografía únicas en el País Vasco. Cada uno de estos sofisticados aparatos viene a costar más de dos millones de euros.
También cuentan con varias unidades para realizar electroencefalogramas, y dos unidades de detectores de movimientos oculares, que miden el tiempo de reacción ante determinados estímulos. «Capta cómo se mueven los ojos cuando vas leyendo letra a letra. Se usan también en otros ámbitos. En tráfico, por ejemplo, para comprobar si las señales están bien colocadas», explica Pawel Kuszelewski, responsable de relaciones externas.
El 'baby lab' o laboratorio infantil es otra de las joyas del BCBL. Grandes círculos de colores decoran sus paredes. Entre vistosos sofás y llamativos muñecos intentarán descifrar cómo los bebés aprenden a entender el lenguaje y empiezan a hablar.
Las neurociencias, la biolingüística y la sociolingüística centrarán los proyectos de investigación, relacionados también con problemas comunes como la dislexia, el déficit de atención o el Alzheimer. Para llevarlos a cabo, precisan de la ayuda de voluntarios guipuzcoanos.
Conocimiento desde la calle
«Aquí hacemos investigación básica, creamos bases científicas sobre las cuales los centros tecnológicos o los departamentos de I+D+i de las empresas pueden elaborar aplicaciones prácticas. Y la gente de Donostia y Gipuzkoa puede colaborar en la generación de ese conocimiento», explica Kuszelewski. La web del BCBL (www.bcbl.eu) recogerá los experimentos que están realizando y el perfil de voluntario que precisan. La participación será recompensada. Se prevé que cuando estén a pleno rendimiento pasen cerca de 200 voluntarios semanales por sus dependencias.
EL BCBL, que oficialmente se inaugurará en abril, ha echado a andar con 35 investigadores en su plantilla estructural, compuesta en su gran mayoría por extranjeros, y cuenta con otra treintena de científicos para un proyecto concreto.
Este año tienen intención de contratar a otros 10 investigadores, que trabajarán bajo la dirección de Manuel Carreiras, doctor en Psicología y con una dilatada experiencia de 20 años de investigador en universidades de Europa y EE UU.
Otros seis expertos de renombre mundial -«más de uno tendría el Nobel si existiese para investigadores de esta disciplina»- forman parte del comité científico. En mayo vendrán a Donostia para participar en un congreso y dar a conocer el BCBL a la comunidad científica, aquella que cada vez mira más hacia San Sebastián.
EQUIPAMIENTO PUNTERO
Este aparato es como el de los hospitales pero aquí se usará solo para estudiar el cerebro. El BCBL cuenta con una unidad de resonancia magnética de tres teslas, la primera del País Vasco de estas características. Las teslas miden la potencia del imán del aparato, lo que da la calidad de imagen.
En España sólo hay otra máquina de estas características. La magnetoencefalografía (MEG) registra la actividad funcional del cerebro mediante la captación de campos magnéticos. Informa sobre los procesos cerebrales con menor resolución espacial que la resonancia pero con mayor resolución temporal.
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Etiquetas: Salud | author: BuscadorPosts Relacionados:
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