«Geólogos chilenos nos enviaron una predicción del terremoto hecha en 2009»

En la madrugada del pasado día 27 y con epicentro cercano a la ciudad de Concepción, un sismo de magnitud 8.8 grados en la Escala de Richter devastó Chile. Algunos días después, el geólogo asturiano Nemesio Heredia Carballo, investigador titular del Instituto Geológico y Minero de España, además de veterano de las expediciones científicas españolas a la Antártida y los Andes, recibió un documento de otros geólogos franceses y chilenos, copia de otro publicado el año pasado, en el que se predice la catástrofe. ¿Se podría haber hecho algo por aminorar sus efectos?

-¿Cómo se hizo esa investigación?

-Hay un trabajo publicado en una revista internacional y redactado por un grupo de científicos, entre ellos personas del Instituto de Física del Globo de París. Lo que hicieron fue instalar aparatos GPS de alta resolución para medir el desplazamiento de la superficie continental sudamericana. El espacio donde se produjo el terremoto tenía muy poca actividad sísmica, pese a que está rodeada de zonas donde sí hubo movimientos recientemente. De hecho, esa zona no se había movido desde 1835, cuando el propio Darwin presenció un terremoto. Y era extraño que no hubiera movimientos sísmicos.

-¿Por qué?

-En los alrededores si había sismicidad, y a veces muy importante. Un poco más al sur del lugar de este terremoto, ya se había producido el mayor temblor que tenemos registrado. Por eso, ese grupo de científicos decidió instalar los GPS y vieron que, efectivamente, la superficie de la tierra se estaba elevando, deformándose, pero sin movimientos sísmicos. ¿Qué quiere decir? Pues que se estaba acumulando mucha energía desde 1835.

-¿Fue una predicción exacta?

-Lo que sabían era que con el desplazamiento que se estaba produciendo, y que la corteza del Pacífico se estaba metiendo por debajo de Sudamérica sin que hubiera sismicidad, algo iba a pasar. Para que todo vaya bien tienen que producirse pequeños movimientos sísmicos. En la predicción de decía que el terremoto sería entre 8 y 8.5 grados de magnitud en la escala de Richter. También apuntaban que ese movimiento sería en fechas próximas, pero en geología, que nos movemos con referencias de millones de años, es difícil precisar tanto. Sí podemos saber qué se va a mover pero no, con total exactitud, cuándo. Todo eso nos permite hacer una previsión y que las construcciones estén preparadas, además de que haya sistemas de emergencia y evacuación adecuados; es decir: te permite evitar que haya tantos muertos.

-¿La predicción era conocida por las autoridades chilenas?

-No lo sé, pero mis compañeros chilenos, que investigan conmigo en los Andes, me enviaron esa predicción, publicada el año pasado.

-Si el trabajo era conocido, ¿por qué no se tomaron medidas?

-Pues no sé si por desconocimiento; no sé cómo está organizada la previsión antisísmica en Chile. Lo que produjo mayor número de muertes fue el tsunami que siguió al terremoto; hay que tener en cuenta que allí es ahora verano y que había muchas personas durmiendo cerca del mar. Chile es zona de alto riesgo sísmico y volcánico. La presidenta (Michelle) Bachelet se ha enfadado con los responsables de Marina por la falta de medidas ante la previsión del tsunami.

-¿El tsunami es siempre consecuencia inmediata del terremoto?

-No, depende de cómo sea el temblor. En el de Chile, ha levantado la vertical y ha producido en la plataforma continental marina una columna de agua. Para que haya tsunami, el terremoto tiene que producirse en el mar y con una componente vertical. Lo que sí ocurre es que hay una sucesión de réplicas, porque la corteza terrestre no se reajusta de una sola vez.

-Aún siguen las réplicas en Chile, ¿durarán mucho?

-Es difícil de prever. Hay réplicas en el epicentro, por el reajuste de la placa que se ha movido, pero también en otras placas tectónicas. Es un temblor de tal magnitud que debe reacomodarse todo.

-Seísmo en Haití, Chile, Taiwán... ¿A qué se debe que haya tanta actividad sísmica?

-Al reajuste de placas tectónicas de la superficie terrestre...

-Sí, pero en tan corto espacio de tiempo...

-Ocurre, y suele pasar cuándo hay reajustes fuertes. Cuando todo se reajusta con pequeños temblores, que es lo mejor para que la energía se libere poco a poco, no suelen producirse estos grandes movimientos.

-No hay todavía exactitud en las predicciones, pero ¿los gobiernos no pueden tomar medidas sobre previsiones que sí tienen un grado muy alto de certidumbre?

-Hay que invertir dinero. El servicio geológico de los Estados Unidos tiene completamente monitorizada la gran falla de San Andrés, en California; tiene aparatos GPS cada poco espacio para detectar cualquier movimiento. En Japón también se hacen importantes inversiones.

-Se podría trazar, por lo que dice, un mapa de la pobreza en base a los daños de los terremotos en la población.

-Sin duda, y, además, las zonas más pobres tienen las peores construcciones, fuera de toda norma sísmica. En España, por ejemplo, no se construye igual en el norte que en las zonas sísmicas del sur. Hay una normativa que obliga a que las viviendas sean sismo-resistentes. No es lo mismo construir en Gijón, que no tiene riesgos sísmicos, que en Granada, donde sí los hay. En las zonas pobres del mundo, la gente construye como puede, y ésas son las casas que se caen; a los grandes hoteles levantados con las normas antisísmicas no les ocurre nada.

-¿Es posible un terremoto de magnitudes como la de Chile en España?

-No, España no tiene esa sismicidad, no siquiera en las zonas más expuestas, aunque ha habido terremotos importantes.

-Pero la Península sufrió un terremoto como el de Lisboa, en 1755.

-Hubo ese terremoto y hay riesgo en el sur peninsular, pero no vivimos en una zona de tanta sismicidad como es la de los Andes. Ahora mismo estamos trabajando en un proyecto para instalar aparatos GPS de alta resolución para ver cómo son los desplazamientos en la Península ibérica. Se trata de ver cuáles son las zonas más expuestas.

-¿Y cuáles son?

-Desde Almería hasta Huelva, y el sur de Portugal, es decir: en la zona de colisión entre la placa africana y la placa euroasiática. Hay un espacio de actividad sísmica es el sur de Italia, donde hay aún vulcanismo: el Etna, Stromboli...

-¿En Asturias hay actividad sísmica?

-Muy poca. La Cordillera Cantábrica es relativamente reciente. Sí hay cierta actividad en Galicia y en los montes galaico-leoneses. Ahí se producen terremotos, pero no de mucha intensidad en la Escala de Richter, que es exponencial. El de Chile, por ejemplo, fue de un grado más que el de Haiti, pero su efecto ha sido cincuenta veces mayor.

-¿Y en Asturias se hacen también seguimientos?

-Sí. Antes había pocos aparatos para registrar esa sismicidad y por eso se calculaba mal dónde había sido el epicentro. Ahora hay bastantes más sismógrafos. Aquí no cabe esperar un terremoto de una intensidad como la de Chile, a no ser esos riegos que hemos hablado en el sur de España; el resto es bastante estable, aunque siempre hay algo de sismicidad.

«En Asturias hay poca actividad sísmica; la cordillera Cantábrica es aún relativamente reciente»

«Las zonas de la Península más expuestas están entre Almería y Huelva, y en el sur de Portugal»

«No puede ser lo mismo construir en Gijón, donde no hay riesgos sísmicos, que en Granada, donde sí los hay»

NEMESIO HEREDIA CARBALLO Geólogo e investigador titular de Instituto Geológico y Minero de España

J. L. ARGÜELLES