La Ley de Muerte Digna andaluza pone de manifiesto los bandazos ideológicos del PP

En 2006 perdía la supresión de este derecho del Estatuto, ahora lo aprueba
El PP ha vuelto a retratarse ante la Ley de Muerte Digna finalmente aprobada el miércoles en el Parlamento de Andalucía. La norma pionera, que contempla el consentimiento informado del paciente y los cuidados paliativos, superó el trámite por unanimidad (PSOE, PP e IU), aunque los populares forzaron una votación disgregada de tres artículos (el 18, el 21 y el 27) a los que se opusieron.

Era un gesto de malabarismo para complacer a la sociedad andaluza, decantada a favor de la norma, sin agraviar a los votantes populares más conservadores. Gestos aparte, su postura siempre ha sido ambigua y oportunista. Así, a golpe de encuesta, Arenas ha pasado de pedir la supresión del artículo relativo a la muerte digna en el Estatuto Andaluz a avalar este extremo en el Parlamento. También han ‘evolucionado’ sus declaraciones, que van del respeto a las “creencias” de la gente en 2008 al “nos interesa la muerte digna”.

El PP andaluz ha extrapolado su ambigüedad ante la muerte digna a la votación de la Ley en el Parlamento. Este miércoles, la formación votó a favor de la norma, pero se desmarcó de tres artículos relativos al deber de los médicos de no anteponer sus creencias al paciente, a la obligación de los profesionales de limitar el esfuerzo terapéutico y a la regulación de los comités éticos de los centros sanitarios.

Malabarismos parlamentarios
No es muy difícil deducir el motivo de esta votación disgregada: los populares habrían intentado no contradecir el sentir mayoritario de los andaluces –las encuestas reflejan un apoyo muy masivo a la Ley- sin abandonar a su electorado más conservador y a sus apoyos habituales como la Iglesia, que ha venido oponiéndose a un norma que considera “no necesaria” y pidiendo, cuando menos, la objeción de conciencia. La consejera de Salud de Andalucía, María Jesús Montero, lo verbaliza en una entrevista en el diario Público: “La Ley ha tenido tanto respaldo social, los sondeos de opinión son tan abrumadores, que les ha llevado a esta situación”, responde al ser preguntada por el apoyo del PP.

Cambio de postura
Así las cosas, el PPA ha hecho malabarismos para complacer a la parte de la ciudadanía movilizada con la muerte digna sin agraviar a los apoyos habituales. Y como suele ocurrir en estos casos, lo ha conseguido malamente porque hasta los más conservadores han lamentado las ambigüedades populares. Este miércoles, el presidente de la plataforma anti abortista Hazte Oír, Ignacio Arsuaga, recordó los bandazos de Javier Arenas, pues en la comisión previa los suyos votaron a favor de la totalidad del proyecto de ley. Arsuaga achacó el cambio de tercio a la presión de su propio grupo que, según dijo, se movilizó con “más de 11.000 mensajes enviados en menos de 24 horas” al líder del PP andaluz. Así las cosas, Hazte Oír reconoció, a modo de agradecimiento, que “el PP cambiara su postura inicial de apoyo sin matices a la Ley”.

Contra la muerte digna
Pero, ¿cuál era “la postura inicial” del PP en relación a la “muerte digna”? Hay un hecho muy claro: entre 2006 y 2007 los populares presentaban enmiendas de supresión al artículo 20 del Estatuto de Andalucía, que consagra “el derecho a declarar la voluntad vital anticipada”, “a recibir un adecuado tratamiento del dolor y cuidados paliativos integrales y a la plena dignidad en el proceso de su muerte”. Claro que, como ayer, el PP hizo malabarismos y pasó de cuestionar el encaje constitucional de éste y 20 apartados más a refrendar el Estatuto. Tanto ha llovido desde entonces que ayer la portavoz parlamentaria del PP Esperanza Oña opinaba que “casi sería sorprendente que no aprobáramos la Ley" porque “el PP está de acuerdo con la muerte digna que recoge el Estatuto”.

Contradicciones…
Las declaraciones en relación a la norma aprobada ayer son, asimismo, progresivas o fluctuantes. “Nos interesa la muerte digna, pero también la vida digna y hay un millón de parados en Andalucía” decía Arenas en junio de 2009, en declaraciones muy en la línea de Mariano Rajoy –que tachó de secundarios estos debates- recogidas por Público. Un día antes, su portavoz Oña se mostraba partidaria de una norma que, incluso, llegaba “demasiado tarde”.

…flagrantes
Pero a Arenas no le hace falta una portavoz para incurrir en contradicciones flagrantes. El verano de 2008, todavía lejos del momento de la votación, él mismo se mostraba contrario a la Ley entonces en fase de preparación, y se distanció de ella con un discurso conservador que apostaba por primar las “conciencias y las creencias” de la gente. De eso al “PP está de acuerdo con la muerte digna” de ayer, hay un trecho.

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