El museo de Tito Bustillo abrirá sus puertas en Semana Santa de 2011

El museo de Tito Bustillo estará «en pleno funcionamiento para la Semana Santa del próximo año». Así lo anunció ayer la consejera de Cultura del Gobierno del Principado de Asturias, Mercedes Álvarez, que acudió a Ribadesella para visitar las obras del centro de interpretación que comenzaron en agosto del pasado 2008.


Una nube de problemas se afincó encima de la cantera de Corcubión, en donde se incrusta el equipamiento museístico, provocando que los inicios de la construcción del proyecto estrella del programa Paraíso Rupestre naciera con varios meses de retraso.

Ahora, según indicó la representante del Gobierno regional en Cultura, «la obra va francamente bien en tiempo y forma» y los problemas de «cimentación por el suelo kárstico y los trabajos para afianzar la cantera» son ya parte del pasado.

Sólo queda mirar hacia delante y congratularse por el «increíble equipamiento que vamos a tener en Ribadesella después de tanto tiempo», apostilló el alcalde, el socialista Ramón Canal. Así, con recíprocas felicitaciones, concluía la visita a las obras del equipo de gobierno riosellano y los miembros de Cultura del Ejecutivo regional.
No es para menos, ya que después de años de lucha riosellana, y meses de problemas en los trabajos, la consejera estuvo en disposición de fijar para «este verano» el fin de la obra civil y, antes, en apenas un par de meses, «para mayo, esperamos tener licitado el proyecto museográfico» que, realmente, será el producto estrella del equipamiento cultural riosellano.


Una inmensa mole rectangular de cinco mil metros cuadrados cobijará toda la historia que se ha dibujado en la caverna de Tito Bustillo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es cierto que «no todo será exposición», subrayó Mercedes Álvarez, pero el equipamiento «será completo». Distribuidos en tres niveles (planta baja y dos plantas) se distribuirá «el ambicioso programa de usos» previsto para este centro de interpretación de arte rupestre. Un vestíbulo, una tienda, una biblioteca (planta baja), una sala de exposiciones permanentes y temporales -ésta última de 2.000 metros cuadrados- (primera planta) y una cafetería (tercera planta) completarán el equipamiento que contará en la cubierta con una terraza de «más de mil metros cuadrados» desde donde puede contemplarse la ría y la villa de Ribadesella.

Y todo ello dentro de «un edificio singular, concebido como una caja acristalada y transparente que no impedirá la visión del macizo de Ardines desde la carretera que bordea el río Sella», aunque dentro de la planta museística no existe visión al exterior.


Un auténtico atractivo turístico que desbancará al ahora casi insignificante equipamiento que existe a la entrada de la cueva de Tito Bustillo. Un foco de atracción de visitantes que tendrán que luchar por conseguir una plaza para su coche. Pero, «cada cosa a su tiempo», dijo el alcalde al ser preguntado por los posibles problemas de aparcamiento que se generarán en la zona, donde también se ubica el polideportivo de Ribadesella. Aún así, es cierto que parte de la red de aparcamientos está ya pensada para ser cubierta.

El Ayuntamiento de Ribadesella había diseñado un proyecto para financiar con cargo al Plan A -una pasarela peatonal desde el puente hasta Tito Bustillo, que continúa detrás del polideportivo hasta el Pico Ramonón y que comunicará con el futuro parque de La Mediana- con cuya construcción se eliminaría la acera que llega hasta el equipamiento museográfico.

La supresión de esa acera, indicó Canal, «generará unas cuantas plazas de aparcamiento» que servirán para, «mientras diseñamos otro tipo de proyectos», solventar los posibles problemas para aparcar en la zona. Aún con todo, «esperamos que sean total y absolutamente insuficientes las plazas que tengamos a los alrededores», ironizó el alcalde, «y entonces buscaremos soluciones» aunque, en la actualidad «somos plenamente conscientes y estamos trabajando» para solucionar el gran problema de todas las villas turísticas.


Así que la parte estética ya está o estará solucionada. Un flamante equipamiento de 4,3 millones de euros y los futuros proyectos para generar plazas de aparcamiento para poner en valor, para acercar a los ciudadanos, la riqueza de una caverna millonaria en historia pero que, aún con todo, también necesita un repaso si no quieren que el tiempo acabe con esa riqueza rupestre por la que se ha apostado.

Desde el gobierno local han diseñado, con fondos del Plan A, un proyecto pro el cual se saneará el río San Miguel que atraviesa la gruta y al que se vierten purines. Desde el gobierno regional, habían anunciado, tiempo atrás, la puesta en marcha de un plan de erradicación de eucaliptos que campan por todo el macizo de Ardines -que envuelve la gruta prehistórica-. Y este plan, ¿cómo está? Señaló la consejera que desde el ejecutivo regional «hemos consolidado la cantera y se ha hecho un trabajo para la eliminación de purines».

Es decir, que eludió como pudo contestar a la pregunta a la que después apostilló que «todavía hay una serie de trámites que seguir para sacar adelante el plan» con lo que «no puedo decir si se van a talar o no» los eucaliptos. No se trata, «de trámites administrativos», subrayó. Peor aún, se trata de que todavía se están «compaginando intereses del equipamiento con los intereses medioambientales» con lo que, al parecer, las especies continuarán en el macizo durante algún tiempo. Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Ribadesella ya se ha procedido a la eliminación de algunos eucaliptos.

Hace apenas una semana se trabajaba en una parte de Ardines en este sentido. Su tala permite ahora observar las vistas desde el área recreativa que corona el monte.