La educación es básica para la igualdad de oportunidades”

Amparo Moriche es una de las mujeres más conocidas de Alcalá. Está al frente de la Concejalía de Mujer, desde la que destaca el impulso a las políticas de promoción de igualdad en la ciudad y el papel que desempeña la educación. Reconoce el esfuerzo de las mujeres que le han precedido en una lucha en la que no desiste y reclama “más políticas efectivas al Ministerio de Igualdad”, cartera que cree que no habría que suprimir.
- ¿Qué papel juega la educación en la igualdad?
- Es primordial. Invertimos en los jóvenes y los niños porque creemos que la educación es básica para que el día de mañana hombres y mujeres puedan conseguir esa igualdad de oportunidades que es por lo que se trabaja y aspiramos.
- ¿Esa lucha por la igualdad no parece que se vende como un patrimonio exclusivo de las mujeres?
- No es que se venda, es que es una realidad. Y la realidad es que hombres y mujeres hemos tenido diferentes roles, no hemos sido iguales, ni hemos tenido igualdad de oportunidades. Hasta hace poco no había mujeres en el ejército, Guardia Civil, judicatura, ni en las direcciones de los periódicos... que dicho sea de paso hoy todavía no están. Somos segundonas, y las que están en alguna dirección son todavía noticia. Las mismas posibilidades, inteligencia y oportunidades tiene que tener un hombre que una mujer. Hoy por hoy no es así.
-A lo largo de este mes se están celebrando diversos actos por el Día Internacional de la Mujer. ¿Cuál está siendo la respuesta?
-Masiva. Aunque los medios de comunicación tampoco estén concienciados en sacar todos estos actos. A pesar de eso la Concejalía de la Mujer es conocida por todos los alcalaínos y alcalaínas. Los actos han tenido una respuesta numerosa, aunque la Milla por la Igualdad ha estado algo más floja este año. Pero en todos los actos ha estado hasta arriba.
-¿Qué significa personalmente el premio Defensor del menor por el proyecto La Casa de la Igualdad?
-Siempre es un estímulo. Es un impulso para continuar trabajando. Nos impulsa a seguir trabajando la realidad que tenemos, queremos que los chavales y chavalas consigan esa igualdad y que se consiga una igualdad de oportunidades. Esto comienza con la educación de escolares en proyectos como La Casa de la Igualdad. Y lo importante es que con este premio se reconoce que estas iniciativas de educar a los niños tienen futuro.
-¿Cuándo se va a dejar de decir eso de “se ha avanzado pero queda mucho por hacer”?
-Cuando los hombres se conciencien de que las mujeres tenemos los mismos derechos. Si no fuera porque hoy políticamente interesa esa imagen que todos los partidos tienen de ser vanguardista estaríamos en los Picapiedra.
-¿En ese vanguardismo engloba al Ministerio de Igualdad?
-Sí, también. Tengo por principio no criticar nunca a una mujer y menos a la que hace una gestión. Creo que hay otros ministerios que tampoco tendrían que existir. No sé por qué se critica tanto al Ministerio de Igualdad porque es importante para las mujeres que llevamos muchos años luchando por esa igualdad y esa necesidad de avanzar. Quizá para los hombres no tiene mucho sentido. Pero desde luego una Concejalía de Mujer hace visibles todas esas necesidades. Otra cosa son las políticas que se desarrollan en el Ministerio.
-¿Entonces no suprimiría el Ministerio de Igualdad?
-No sé porque tendríamos que empezar por el Ministerio de Igualdad, se podrían suprimir otros antes. Muchas veces se quiere suprimir lo que no se conoce. Cuando se conoce una causa, se trabaja y se lucha por ella, surge la necesidad de crear ciertos organismos para que todo el mundo tome conciencia y hacer políticas específicas para que esas discriminaciones no existan. En un futuro me imagino que la ministra Aído desaparecerá, igual que el Ministerio, el Centro de la Mujer y otras muchas cosas, pero porque esa igualdad sea una realidad. Hoy por hoy hay que luchar por un montón de cosas.
-¿Qué le parece que desde el Ministerio de Igualdad se haya coordinado la reforma de la Ley del Aborto? ¿Era el más apropiado?
-No lo creo. Yo estoy en contra del aborto. Hay que trabajar todo lo que sea la sexualidad, los métodos anticonceptivos y hacer políticas para que ninguna mujer tenga que llegar a sufrir un aborto. No sólo estoy por la defensa de la vida y creo que el aborto es una agresión al no nacido y a la mujer. Es una agresión física, psicológica y que muchos dicen alegremente que que a las mujeres no nos afecta. Las mujeres estamos dotadas de algo que no tienen los hombres como es dar vida. Estoy por la vida y la defensa de la vida.
-En cuanto a la violencia de género y el maltrato de mujeres algo falla. ¿Por dónde habría que encauzar las soluciones?
- Está fallando el raciocinio porque no hace falta que venga ninguna ley ni ningún Ministerio para saber que si estás pegando, maltratando estás cometiendo una agresión. El maltrato suele ser en la intimidad, en lo privado y, además, a largo plazo. El maltratador tiene muy claro que la mujer es de su posesión y no toma conciencia. La gente que va por la calle y ve un escaparate con una joya no rompe ese cristal, entre otras cosas porque sabe lo que puede pasar. Pero el maltratador se cree que está impune porque lo hace en el ámbito privado y con una mujer que cree que es de su posesión.
-¿Cómo se ha avanzado en Alcalá en medidas de protección a las víctimas de maltrato?
-Alcalá es uno de los ayuntamientos dotados con más recursos, entre otras cosas porque el equipo de Gobierno, con el alcalde a la cabeza, lo ha apoyado. Pero no sólo en maltrato. La Concejalía de la Mujer tiene muchos recursos para que las mujeres tengamos un amplio abanico de posibilidades.
-Entre esas posibilidades está por ejemplo la igualdad de salarios, ¿Pero cómo es posible en el siglo XXI esa quiebra salarial entre hombres y mujeres?
-Eso digo yo. ¿Cómo es posible? No tiene sentido que los hombres no se unan a nuestra causa. En la empresa privada hay mucha tendencia a hacer encaje de bolillos en los puestos de trabajo entre hombres y trabajos, cuando es el mismo empleo y no cobran lo mismo.
-¿Cómo se le queda el cuerpo cuando escucha expresiones como “mujer tenía que ser”?
-Creo que se ha avanzado en ese aspecto del lenguaje, pero no por la concienciación de los hombres sino porque está mal visto en la sociedad y hay un rechazo a ese tipo de comentarios. Hemos conseguido que los hombres se vean ridículos. Eso se escuchaba mucho al conducir, pero hoy el porcentaje de mujeres creo que es superior al de hombres. La mujer antes se acobardaba.
-¿Y con aquella polémica de “miembros y miembras”?
-Muchas veces interesa sacar polémicas que no llevan a nada. Tenemos cosas más profundas por las que luchar. El problema del Ministerio de Igualdad es que no pasa de la anécdota.
-¿Y que le parece que la foto de la ministra de Defensa, Carme Chacón, embarazada dé la vuelta al mundo?
-No se puede gobernar con gestos. Ha habido mucha utilización para hacer determinadas políticas con las que a Rodríguez Zapatero estaba interesado en estar en primera página. Hay muchas mujeres detrás a las que no nos interesaba esa foto. Que una mujer esté embarazada y la echen de un trabajo es lo que verdaderamente reivindicamos que no suceda. La señora ministra es una y mujeres embarazadas a las que echan a la calle son muchas otras. Ahora, que una mujer esté embarazada y sea ministra, pues bien.
-¿Con asociaciones como la Federación de Mujeres Progresistas, que preside Yolanda Besteiro, unen más cosas de las que separan?
-Me gustaría que las cosas fueran de otra manera. Las políticas de mujer tienen objetivos comunes, luego hay diferentes interpretaciones. Con Besteiro, como no sea en el Pleno, donde coincidimos... Me gustaría que desde el Ministerio de Igualdad se hicieran seminarios, jornadas, seminarios, etc... políticas que llegaran a todos los ayuntamientos. Aquí no me llega ninguna información del Ministerio y no quiero decir que crea que es porque las siglas no son las mismas. Tengo una gra desconocimiento de lo que se hace en el Ministerio.
-¿Se ha planteado el futuro? ¿Piensa seguir otra legislatura?
-Lo proyecto viéndome con salud, que es lo que me interesa.
-¿Pero con buena salud seguiría?
-No me lo he planteado. Tengo tantas cosas que hacer que después de una experiencia personal de falta de salud... Me gustaría, esté donde esté, seguir luchando por las mismas causas.
-¿Y le gustaría ver más concejalas en el Salón de Plenos?
-Me gustaría que hubiera más mujeres y más hombres, pero con las mismas oportunidades. Lo que no me gustan son las imposiciones, no por número.
-¿Y una mujer alcaldesa? Cuando Bartolomé González abra paso...
-¡Por qué no! En este momento el alcalde que tenemos es el mejor y como es joven continuará. En un futuro, no es que vea una mujer que pueda ser alcaldesa, es que veo a cientos de mujeres.
-¿El alcalde es el primero que está concienciado con la igualdad?
-Tengo la suerte de que apoya todas las políticas de igualdad. Nunca ha puesto una pega. En un principio a todos cuesta descodificar esos códigos que están marcados desde la infancia, pero ha sido siendo muy proclive a las políticas de igualdad y las ha apoyado.
-Siempre ha estado vinculada al movimiento vecinal. ¿Cómo lo ve en la actualidad?
-Está muerto.
-¿Por qué?
-Nos lo tendremos que cuestionar. No sé si será por la generación que hemos criado, porque han tenido de todo, por la abundancia o por el consumismo. En los movimientos vecinales no se ha sabido trabajar a la gente joven.
-¿Está politizado?
-Mucho. Cuando yo comencé, sinceramente, tengo que decir que no. No recuerdo de nadie que viniera a darte consignas políticas y los que estábamos éramos libres. El objetivo de los movimientos vecinales es presionar a la Administración para que se pongan en marcha cosas que mejoren los barrios y la calidad de vida de los vecinos. Ese era el objetivo y lo teníamos claro.

José Luis Enríquez.