La crisis induce a los ciudadanos a desprenderse de las joyas

Ahora, que por la crisis económica asistimos en la ciudad al goteo del cierre de comercios, vemos, sin embargo, que aprovechando esta coyuntura económica, se abren otro tipo de negocios, esta vez en relación con la compra de oro. Recientemente se han instalado cuatro comercios más que anuncian la compra de oro en el barrio de Gros, en el Centro y en Amara.


Como decimos, la crisis induce a los ciudadanos a desprenderse de las joyas para conseguir un dinero instantáneo que le saque a uno del apuro. «Por aquí viene todo tipo de gente, desde jóvenes de 20 años hasta personas mayores, y no es gente mal vestida, al contrario», explica el empleado de una de estos comercios que acaba de instalarse en la ciudad a primeros de mes.


Sortijas, relojes, pulseras, anillos, pendientes. todo lo que tenga oro es válido y es lo que se compra en estas tiendas «con toda honestidad y transparencia», asegura un empleado que trata a través de un cristal blindado con todos los clientes que se acercan con sus 'tesoros'.


Solo oro


«Somos claros y explicamos a todo el que llega el procedimiento, y que lo único que compramos es el oro. No nos interesan las piedras preciosas ni otros metales, solo el oro», recalca el empleado a cada cliente que se presenta para que no haya dudas en la transacción.


Hay personas que acuden con un reloj de oro. El técnico del comercio comprueba que sea de oro y si es así, le indica al vendedor que al peso del reloj hay que descontarle lo que pesa la maquinaria y la esfera de cristal. Se le indica lo que le va a quedar y si acepta se continúa con la operación.


Para comprobar que sea de oro, el comprador roza la joya en una piedra de toque y a continuación arroja una gota de un ácido para comprobar que se trata del metal amarillo. Dispone de tres tipos de ácidos, para descubrir que el oro sea de 14, 18 o 22 kilates.


Según los precios que rigen en cada comercio, el gramo de oro de 14 kilates se está pagando entre 7 y 9 euros; el de 18 kilates oscila de 10 a 13 euros y el de 22 kilates se mueve entre 15 y 16 euros. El precio del oro se ha multiplicado respecto a lo que costaba hace dos o tres años, por eso no es extraño que proliferen este tipo de negocios y además con el añadido de la actual situación económica. «El boom en San Sebastián es reciente, pero en Sevilla, donde he estado realizando un curso de formación, hay más de 150 tiendas que se decidan a la compra de oro», señalan en uno de los establecimientos consultados.


En otro de estos comercios comentan que les llegaba material de todo tipo, desde alianzas de casados, bien porque se han separado los cónyuges, o hasta la funda de una muela. Una alianza sencilla pesa poco, unos 3 gramos, y se puede conseguir por su venta unos 32 euros. La persona que llevó la funda de oro de una muela consiguió 42 euros. Era material de 22 kilates y pesó 2.8 gramos en la balanza.


Hay personas que acuden con sortijas que engarzan una piedra y quieren un precio por el lote. En este caso el comprador aclara que solo tiene para él interés el oro y que si quieren le retiran la piedra para que se la lleven y si es de valor le recomienda que acudan a una joyería para que se la tasen o valoren.


Muchos de los que acuden a vender sus 'tesoros' son extranjeros, principalmente brasileños, portugueses, sobre todo inmigrantes, que están pasando por una situación económica desfavorable. Curiosamente, todas las joyas que llevan estas personas extranjeras a vender son de oro de 14 kilates. «Se ve que están necesitados por conseguir dinero urgente porque da la impresión de que están sin trabajo», indica el empleado de uno de estos comercios. «Pero también nos llega gente que viene sin esa necesidad urgente de dinero, sino que acuden con joyas que o bien tienen olvidadas en casa o son de la abuela y las venden. Vienen y se llevan pequeñas cantidades de entre 1.000 y 2.000 euros».



También se dan los casos de personas que acuden al establecimiento y «como les parece poco se van hasta enfadados», comentan en una de estas tiendas para recalcar que «la transparencia y la honestidad es lo principal en este negocio, donde no se engaña a nadie, sino que se les ofrece todo tipo de información.

ALETXU PEÑA | SAN SEBASTIÁN.