"Lo monstruoso de Frankenstein es su perfección, su belleza"

Su voz casi se puede palpar. Al otro lado del auricular suenan unos tonos resueltos, con personalidad. Bien alegres, arrebatados por momentos. Intensos. Se pasea por su paleta amplia de músico y actor. Es el roteño José Luis Alcedo quien habla.

En unas horas se convertirá en el hombre formado por mil hombres. En la criatura.

En el experimento del loco doctor Frankenstein del que toma su nombre. Recita un poco. Su voz vuelve a vestirse con otro matiz. Fuerte, marcado, culto. Ora, persona, ora personaje. "Lo monstruoso de Frankenstein es su perfección, su belleza.

Hay que alejarse del mito que creó el cine y acercarse a ese ser inteligente y hermoso que imaginó Mary Shelley", cuenta el actor que desde el pasado miércoles y hasta el próximo 4 de abril encarna al personaje en el montaje de Gustavo Tambascio que se representa en los Teatros del Canal de Madrid.

"Largo" y "duro" ha sido el camino hasta llegar al trío protagonista de una obra teatral "fiel a la versión del texto original". Por eso, Alcedo no oculta que ha "luchado y trabajado" mucho hasta llegar a este estado de "felicidad" que le produce meterse en la piel de un Frankenstein que, sobre la escena, comparte con el actor Javier Botet. "Aunque al principio yo iba a ser el cover -el que cubre al protagonista- durante el proceso creativo se decidió que el papel se repartiría de manera que Javier encarna a la criatura durante su nacimiento y primeros tiempos de vida, y yo sería el Frankenstein que vuelve después de unos años a reclamarle a mi creador su paternidad y una compañera", explica el gaditano.

Alcedo nos atiende unas horas antes del estreno de absoluto de la obra de Tambascio "aunque el viernes (hace dos días) será, digamos, el estreno oficial pues es cuando vendrán las autoridades, directores de teatro, actores...", apunta. A pocas horas. Y se le escucha seguro, sereno. Enamorado, sobre todo, de la obra y del personaje. "Frankenstein no es un bicho verde con tornillos y la cabeza cuadrada, es un humano que está construido con cadáveres pero con piezas muy bien seleccionadas, un cerebro privilegiado y cada parte justa para llegar a la perfección, casi a la perfección, como te decía es una versión fiel a la de Mary Shelley", cuenta el actor. Aún así advierte que "evidentemente es otro lenguaje, el teatral, y bueno aparecen elementos nuevos".

De esta forma, la obra (de dos horas y media de duración con un descanso de cuarto de hora) remite al "real", apostilla, debate literario entre "Byron, Mary Shelley y otros dos autores más donde quedan en hacer unas novelas de terror". Así, en el espectáculo teatral la autora inglesa aparecerá "comentado aspectos de la obra", "criticando alguna cosa"... "No te voy a contar mucho más", ríe el intérprete que tiene que enfrentarse a un texto "duro, clásico y con una fuerza increíble", a lo que se suma un "gran desgaste físico" porque Alcedo se entrega "al cien por cien". "Me abro el alma en canal", sentencia.

El actor, que comenzó su andadura profesional en la compañía gaditana La Madriguera, también está "encantado" con el equipo formado por Raúl Peña (Víctor Frankenstein), Javier Botet, Eduardo Casanova, Natalia Hernández, Nerea Moreno, Javier Ibarz, Emilio Gavira, Mario Sánchez y Álvaro Alvarado. "La escenografía y el vestuario, realizados por Ricardo Sánchez Cuerda y Alejandro Andújar, respectivamente, también son impresionantes", recomienda.

La ambientación y los Teatros del Canal lo tienen fascinado. "La particularidad que tiene este teatro es que es una sala circular, es teatro a la italiana, parece un coliseo romano y la verdad que impresiona mucho. Además en esta obra los actores salimos de un foso también hay una torre que llega al peine, luego los efectos técnicos son espectaculares, hay nieve, unos ventiladores enormes, no sé, todo un ambiente muy gótico y muy bien recreado", piropea el espectáculo que estará en verano en el Festival de Nápoles y que, a continuación, saldrá de gira por España.

Y es que el gaditano, licenciado en Interpretación por la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga, admira "el trabajo" y "la entrega". Son dos palabras que se repiten sin cesar en su discurso. Entrega y trabajo como la del director Gustavo Tambascio que desde sus inicios confió en el talento del actor.

"En Málaga hice un casting para una zarzuela en el Teatro Cervantes y al director , que era Gustavo le gusté. Luego me llevó a Madrid para otra ópera y también estuvimos en el Festival de Teatro Clásico de Mérida.

Dos años después me volvió a llamar para una zarzuela en el Villamarta y, tras otros dos años, me llamó otra vez para avisarme del casting para esta obra", repasa Alcedo, miembro también de la formación musical Jimyjazz&Zelufank, quien no se olvida de esta última llamada pues fue el día de su cumpleaños, "el pasado uno de septiembre".

Así Frankenstein se convirtió en "el mejor regalo". Un regalo que, si se corresponde con sus buenos augurios, puede anteceder a otras sorpresas.

Tamara García / Cádiz