Torrevieja Fieles a la tradición de San Vicente

La ciudad de la sal fue ayer de nuevo fiel a una de sus más antiguas tradiciones durante la celebración del día de San Vicente Ferrer: una de las dos fiestas locales decretadas por el consistorio salinero, junto con la del próximo 16 de julio, festividad de la Virgen del Carmen.

Puede decirse que ayer se puso el punto y final a las celebraciones de la Semana Santa de 2010, tras la realización de la secular procesión llamada 'del comulgar', que partió poco después de las ocho y media de la mañana desde la Iglesia Arciprestal de la Inmaculada Concepción, donde antes se había oficiado una misa cantada por el Coro Arciprestal, dirigido por Maribel Vallejos Planelles, en la que no faltó el canto del Himno a San Vicente que, hace casi dos décadas compusiera el recientemente fallecido, César Cánovas Girada, cuando estaba al frente de este coro.
Acto seguido se inició el cortejo procesional del Santísimo Sacramento bajo palio, que fue portado por el párroco de la Inmaculada, Manuel Martínez Rocamora, quien administró la comunión a una decena de enfermos, en sus domicilios, al paso del desfile religioso, acompañado por el sacerdote, Tomás Álvarez, delegado de la Pastoral de la Salud del templo de la patrona de Torrevieja. El acto, al que asistió un mayor número de personas que en años anteriores, fue el único que de forma tradicional se desarrolló en la ciudad y contó con la presencia del alcalde de la ciudad, Pedro Hernández Mateo, así como la de los ediles, Eduardo Dolón, José Antonio Sánchez, María Dolores Canales y el delegado, Francisco Moreno, contando con el acompañamiento de la banda de la Unión Musical Torrevejense.
Durante casi un siglo, esta celebración religiosa estuvo vinculada al Santo Hospital Residencia de las Hermanas Carmelitas, lugar hasta donde era trasladado el Santísimo, hasta que la institución cambio de ubicación a las afueras del centro urbano. Ahora se ha transformado, como ocurrió ayer, en la administración de la comunión de los enfermos que lo solicitan, en un recorrido cercano al templo arciprestal.
La jornada festiva sirvió también para que muchos torrevejenses disfrutaran en familia o con los amigos del último 'Día de Mona' en el campo o en cualquier espacio al aire libre, en lo que fue el último retazo de la pascua.