Los españoles ya no sabemos vivir sin nuestras vacaciones. Hemos cambiado los patrones de consumo para adaptarlos a la situación económica, pero no hemos renunciado a ellas. Hemos reservado con menos antelación, estado menos días fuera de casa, en hoteles de menor categoría o a media pensión, hemos salido menos al extranjero y, sobre todo, hemos cuidado más nuestro presupuesto final, pero hemos salido de vacaciones.
Estas son las conclusiones a las que han llegado las principales agencias de viajes online pasada ya más de la mitad de la temporada estival. Sin embargo, también ellas se han adaptado a las nuevas circunstancias y reconocen haber buscado opciones para facilitar la decisión de sus clientes.
En esta línea, destaca la ‘garantía de tranquilidad’ de ww.rumbo.com: “una opción que permite a nuestros clientes reservar sus vacaciones en la costa con la seguridad de que, si en el tiempo que media entre la fecha de reserva y la fecha de viaje, cambia su situación laboral, le permitimos cancelar su reserva sin ningún tipo de penalización”, apunta Virginia Barbancho, directora de marketing.
Las agencias reconocen que comenzaron el verano con mucha incertidumbre, lastrados por las menores ventas en abril y mayo, “dos meses normalmente buenos”, según indica Pedro Pablo Rubio, director gerente de ww.saldeviaje.com. “Las ventas en abril y mayo bajaron aproximadamente un 40% frente al año pasado. En junio y julio han mejorado, pero sin llegar a cubrir el déficit de los dos meses anteriores”, señala.
En su agencia han visto cómo este año el motor de las compras es el precio, “pero también hemos notado que se ha buscado más asesoramiento. Se ha vendido más por teléfono que online ante la gente que buscaba adaptar los paquetes de la web a sus necesidades”.
Barbancho destaca que ha habido cambios en los destinos y los hábitos de los españoles. “Este año, las costas e islas españolas han sido, sin lugar a dudas, los preferidos de los viajeros españoles. En lo que respecta a patrones de comportamiento de los viajeros, este año hemos detectado que la antelación de compra de los clientes se ha reducido considerablemente, si bien es cierto que aún hay muchos clientes previsores que anticipan su compra para beneficiarse de mejores precios”.
Otros patrones de consumo que se han dejado notar este verano han sido, según Evelin Hernández, del departamento de marketing de www.destinia.com que“se ha reducido la estancia media. Para 2007 y 2008 era de 6 a7 noches, este año está entre 4 y 5 noches. Se ha reducido también la categoría de hoteles reservados, y los apartamentos han sido la estrella del verano. Igualmente las estancias de todo incluido y pensión completa se han visto reducidas, para dar paso a más demanda de sólo alojamiento y medias pensiones, sobre todo cuando hay niños en el viaje. Por último, los destinos nacionales han tenido preferencia antes que grandes distancias. Sin embargo la demanda de costa e islas mediterráneas se ha mantenido. Norte de África se ha mantenido igualmente”.
Confirmando las pautas anteriores, Sandra González, service manager de ww.atrapalo.com, incide en que se ha reservado con menos antelación y que “no ha importado tanto el destino como el precio”. Tanto es así, que “el precio medio de las reservas de julio y agosto de este año han sido alrededor de un 20% inferiores a las de otros años”, explica.
González matiza que ha habido un cambio hacia la calidad en algunos destinos, como Baleares o Canarias, donde no ha caído el precio medio de las reservas porque “han sido el destino final de algunos viajeros que antes iban al extranjero y este año han preferido gastarse algo menos en hostelería de calidad en España a salir fuera más ajustados de presupuesto”. “También ha ayudado mucho a estos destinos la caída del precio de la hostelería, que ha puesto los hoteles de cinco estrellas al alcance de más viajeros”, añade.
Una última tendencia que también parece haber surgido este año con mucha fuerza es la del ocio urbano. En atrapalo.com consideran que se ha producido un cambio en este tipo de consumo ante la mayor oferta, la prolongación del periodo vacacional, que ya no se reduce a julio y agosto para muchas personas, y un dinero que antes se destinaba a viajar y que ahora se invierte en un ocio más local
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