Leonardo Da Vinci, ¿agorero, profeta?

TEGUCIGALPA.- Estoy sorprendido por lo que ahora le adjudican al gran Leonardo Da Vinci: profeta y agorero de desgracias para la humanidad, ¡sólo eso faltaba! Lo que me lleva a preguntarme qué o quién es un profeta, agorero, vaticinador o adivino, encontrando que existe una gran diferencia entre estos: el profeta es el que posee el don de la profecía y viene del griego “el que habla en lugar de otro, algo así como un intérprete o heraldo, aquel que declara acontecimientos futuros. En el sentido cristiano es el que habla en nombre de Dios acerca de mensajes o acontecimientos futuros que tienen que ver con calamidades o desastres, pero siempre con un mensaje de esperanza o salida y no de aniquilación total.

Y es que la humanidad siempre ha sentido una gran curiosidad por lo que le depara el futuro o la suerte y desde la antigüedad son famosos los magos, videntes, astrólogos y sibilas, y esa curiosidad ha hecho que en estos tiempos tomen auge las profecías de las pirámides egipcias, las de Nostradamus, las de los mayas –quienes por cierto con su 2012 no predicen destrucción, sino un gran cambio– y ahora adjudicarle contenido profético a los escritos de Da Vinci mediante un juego manipulador de mercadeo por levantar audiencia, sin importar el efecto negativo en las personas.
Desde el 76, año en que ingresé a Bellas Artes, me interesé por la figura de Leonardo Da Vinci y devoré en esa época su famoso “Tratado de la pintura”, una recopilación de sus estudios y aforismos de cómo dibujar y pintar la naturaleza, la figura humana, el ropaje, la luz, la sombra y otros temas para el que quiere volverse un artista, posteriormente vinieron a mis manos innumerables publicaciones acerca de su vida, inventos, obra, creencias, filosofía y hasta de su sexualidad, inclusive así fue como me enteré que le han atribuido la autoría de la sábana santa de Turín, por sus conocimientos de la luz, la energía, texturas e inventos de sus propios pigmentos de color.
Leonardo es considerado genio universal y el máximo representante del Renacimiento italiano por su legado de escritos, investigaciones e inventos con los que se adelantó a la modernidad, considerándosele por eso un gran visionario por sus diseños de armas de guerra, ingeniería, arquitectura, botánica, geografía, física, astronomía, metalurgia, hidráulica, escultura y pintura, siendo la más famosa de sus obras “La Gioconda” o Mona Lisa.
Viendo este programa en la tv es fácil creer las supuestas profecías si no han leído sus escritos basados en las observaciones que desde su juventud realizara sobre el viento, el agua, las plantas, la luz del sol, la luz del fuego y de la luz indirecta en una habitación, en su juventud fue testigo de terremotos, inundaciones y de otros desastres naturales los cuales describió para no olvidar cómo representarlos en sus obras y aconsejar a otros cómo incluirlos en sus escenas, su curiosidad le llevó a conclusiones de cómo la tierra estuvo cubierta por agua y su poder destructor, de la formación de los continentes, montañas y valles para aconsejarnos qué tomar en cuenta en la descripción de un paisaje pictórico como por ejemplo: “en una escena de invierno, las montañas no deben verse azules, como las vemos en verano”, “las ráfagas del viento voltean boca abajo las hojas que cuelgan hacia el suelo por la inclinación de sus vástagos en las ramas”.
Decía que “he visto una gran cantidad de efectos atmosféricos como una nube inmensa en forma de montaña llena de grietas de luz resplandeciente”, “entre los irremediables terrores destructores, las inundaciones provocadas por ríos impetuosos deberán situarse por delante de cualquier otro aterrador causante de daños”, “el aire será oscuro a causa de la lluvia que caerá bajo el empuje del viento y el relámpago hiende y desgarra las nubes, cuyas llamaradas abrirán los abismos de los valles inundados; mostrando entre sus fauces la naturaleza abatida”, bueno es una lista interminable de citas y consejos que cualquiera les puede dar el significado que más le convenga, busque y lea más acerca de Da Vinci para que haga sus propias conclusiones. Hasta el próximo martes.
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