INSOMNIO Elba Garber

Los trastornos del sueño (dificultad para dormir) se pueden presentar bajo distintas formas de expresión:

Ansiedad luego de la cena, cuando la familia se va a descansar y la persona prolonga el ir a la cama comiendo, bebiendo, fumando, hablando por teléfono, leyendo.
Personas que se duermen inmediatamente a la hora acostumbrada, despertándose a las 2 ó 3 de la mañana no pudiendo conciliar el sueño hasta que se levantan, ocupando ese espacio de la noche pensando en sus tareas del día siguiente.

Despertar como si no se hubiera dormido; personas con sueño muy superficial, con gran inquietud psicomotriz, despertándose completamente contracturados.
Dificultad para conciliar el sueño producto del exceso de preocupaciones en el día con una dificultad para cortar las mismas al irse a la cama.
Dificultad para conciliar el sueño después de enfrentar un duelo o intervención quirúrgica como una defensa patológica del psiquismo para no conectarse a través del soñar con la situación traumática y revivirla.
Dificultades para el dormir por exceso de cansancio psíquico y/o físico: stress.

Las dificultades para conciliar el sueño se pueden presentar en cualquier edad: niños, adolescentes, adultos, durante el embarazo, etc.
Los trastornos que trae aparejados son: alteración del carácter, irritabilidad, intolerancia, dolores de cabeza, fatiga crónica, dificultades intelectuales, abatimiento y depresión, entre otros.
Esto motiva el gran peligro de caer en la postura mágica de creer que con la sustancia química se puede conciliar el sueño; grave error, pues se anexa una enfermedad que es la adicción al psicofármaco.
Cualquier tratamiento con medicinas naturales no producen adicciones, pues no contienen sustancias químicas evitando efectos secundarios y contraindicaciones; resolviendo la dificultad de dormir en cualquier edad de la vida.

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