Los niveles altos de testosterona debilitan el sistema inmune de los machos

El sistema inmune del macho del lagópodo escocés, una ave apreciada como presa de caza en el Reino Unido, se debilita ante los parásitos cuanto mayores son sus niveles de testosterona, según un estudio liderado por la Universidad escocesa de Aberdeen, con participación del CSIC.


La investigación prueba por primera vez la base genética de la hipótesis del Hándicap de la Inmunocompetencia, que trata de explicar "el precio que tienen que pagar los machos" para desarrollar sus ornamentos sexuales.

"Nuestra investigación demuestra claramente que un ave con altos niveles de testosterona no puede tener una respuesta normal frente a un parásito", explica Francois Mougeot, investigador de la Estación Experimental del Zonas Áridas del CSIC.

Las poblaciones de lagópodo escocés, una especie de gallo silvestre, atraviesan ciclos periódicos, y las épocas con grandes densidades de este ejemplar son seguidas por otras en las que el número de individuos desciende de forma drástica.

La ciencia ha ahondado en las causas de esta oscilación demográfica desde hace más de treinta años, y han sido establecidas dos hipótesis principales, confirmadas como válidas y no excluyentes.

La primera apunta a los parásitos como causa principal del fracaso reproductor del ave, y la segunda establece que los cambios de agresividad de los machos regulan el número de individuos que controlan un territorio.

Esto significa que, por un lado, los parásitos limitan la expresión de la agresividad, y por otro, que este comportamiento junto con los altos niveles de testosterona aumentan la susceptibilidad frente a los parásitos.

Así, para gestionar las oscilaciones en la densidad de población del lagópodo, es necesario considerar ambos factores, de acuerdo a los expertos.

Hasta ahora, según Mougeot, sólo se tomaban medidas contra los parásitos mediante medicación pero eso es insuficiente, precisa el científico, dado que también hay que evitar que los machos se pongan agresivos, por ejemplo, impidiendo que las poblaciones alcancen densidades demasiado altas.

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