El juego fue creado por el joyero Sidney Mobell y se exhibe actualmente en el Museo American Finance de Nueva York, afiliado al Smithsonian. Sus casitas y hoteles son de oro de 18 quilates y el tablero es de una calidad superior, alcanzando los 23 quilates.
Incluso las tarjetas son finas láminas de oro. Sus creadores defienden el juego, al que consieran "muy simbólico en los Estados Unidos".
"Fue popularizado en 1930 durante tiempos financieros muy difíciles, como los que enfrenta ahora el mundo, por lo que me da gusto tenerlo otra vez", asegura el presidente del museo, David Cowen.
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