Se considera el segundo mayor museo del mundo tras el Louvre de París.
Entrada al Museo Nacional de China. Foto EFE
Madrid, España.- Tres años de trabajo y 250 millones de euros dieron lugar en la Plaza de Tiananmen de Pekín, frente al mausoleo de Mao Zedong y cerca de la Ciudad Prohibida, al Museo Nacional de China, resultado de la integración de los de la Revolución e Historia. Se trata del mayor del mundo tras el Louvre de París, con 191.900 metros cuadrados que pueden visitar diariamente un máximo de 8,000 personas.
Un estudio arquitectónico alemán especializado en aeropuertos, estadios y estaciones ferroviarias - Mark&Partners - ha renovado este edificio de estilo estalinista de 1959 y las grandes salas de exposiciones, que mostrarán más de un millón de objetos de las dinastías Tang y Qin.
Los museos de toda China deben enviar piezas que contribuyan a la educación patriótica-política en el recorrido, que insiste en los éxitos desde la creación de la República Popular de China en 1949 hasta los grandes logros económicos, pasando por los JJOO de Pekín, el tren al Tíbet o la carrera espacial.
En el núcleo del Museo Nacional se muestra la historia del Partido Comunista de China indisoluble del surgimiento del país como superpotencia.
Allí se exhiben, bajo estricta vigilancia, pinturas, fotografías y esculturas que contribuyen a ensalzar la gloria del liderazgo comunista como el Mao sonriente junto a los miembros del Partido en 1961, tras el desastre del Gran Salto. Más adelante, apenas dos fotografías sobre la Revolución Cultural, sin alusión a hechos dramáticos o la única imagen que refleja los acontecimientos de la Plaza de Tiananmen, en junio de 1989: Deng Xiaoping, el autor de la apertura y reforma económica de China, felicitando a un oficial militar.
Una gigantesca estatua en bronce de Confucio se encuentra en un patio interior del edificio, pese a que estaba previsto que se ubicara en una de las entradas.
Sin explicación oficial del traslado de la efigie, los rumores que corrieron por Pekín se referían a la "afrenta" que había supuesto situarlo apenas a 200 metros del retrato de Mao, a la entrada a la Ciudad Prohibida, o de su Mausoleo, en el centro de la Plaza de Tiananmen.
El debate intenta ser acallado por académicos del régimen, que auguran en un futuro un lugar mejor para Confucio entre estatuas de sabios antiguos, aunque oculto a la vista de los millones de personas que cruzan al año la histórica plaza.
PRIMERAS EXPOSICIONES
Las primeras exposiciones extranjeras en el nuevo museo fueron la alemana "El Arte del Siglo las Luces" con 600 obras del siglo XVIII procedentes de museos de Berlín, Múnich y Dresde, y "El Perú Antiguo del siglo I al VII" con un total de 180 piezas arqueológicas de los Incas, reivindicando el peso de la Historia.
Mientras, los internautas chinos se preguntan sobre por qué se exhiben tan pocas muestras sobre la historia china antigua, por qué se producen tantas horas de espera para entrar, tantos controles en cada sala o por qué no hay restaurantes, cafés o máquinas de venta de refrescos que aplaquen al menos la sed física, ya que no la histórica.
DESTACADOS:
* Las primeras exposiciones extranjeras en el nuevo museo fueron la alemana "El Arte del Siglo las Luces" con 600 obras del siglo XVIII procedentes de museos de Berlín, Múnich y Dresde, y "El Perú Antiguo del siglo I al VII" con un total de 180 piezas arqueológicas de los Incas, reivindicando el peso de la Historia.
* Solo una imagen refleja los acontecimientos de la Plaza de Tiananmen, en junio de 1989: Deng Xiaoping, el autor de la apertura y reforma económica de China,
felicitando a un oficial militar.
* En el núcleo del Museo Nacional se muestra la historia del Partido Comunista de China indisoluble del surgimiento del país como superpotencia.
Paloma Caballero/EFE-Reportajes
www.vanguardia.com.mx/
0 comentarios:
Publicar un comentario
Las opiniones escritas por los lectores de este blog serán de su entera responsabilidad. No se admitiran insultos ni ofensas, ni publicidad o enlaces a otros blogs, de lo contrario se podrán eliminar sin previo aviso.