"El tranvía de Tenerife es un referente para las Islas Baleares"

El máximo responsable en materia de transporte del Gobierno Autónomo de Baleares, Toni Verger, visitó la Isla con el objetivo de reunirse con los rectores del Cabildo insular de Tenerife y su empresa Metropolitano de Tenerife SA (MTSA) para analizar, discutir, aportar ideas y compartir experiencias del modelo desarrollado en Tenerife que logró implantar el tranvía entre Santa Cruz y La Laguna.

Y es que el Gobierno balear tiene prevista la construcción de un sistema tranviario de 16 kilómetros en dos fases distintas, una de 10, con veinte paradas en su recorrido (centro de Palma hasta el Aeropuerto), y otra de 5, con otras seis más (aeropuerto-Llucmajor) con una inversión de entre 360 y 370 millones de euros. Las similitudes de la trama urbana de los núcleos poblacionales, el tipo de recorrido, su dimensión y su previsión de uso hacen del tranvía de la isla de Tenerife "un referente para Baleares", como confesó el director general de Movilidad de las Islas Baleares.

¿Por qué el estudio específico del tranvía de Tenerife y no otro?

Desde la anterior legislatura proyectamos un tranvía que hoy en día es uno de los objetivos del Gobierno autonómico con el consenso del Ayuntamiento de Palma, que es por donde discurrirá. Uno de nuestros referentes siempre ha sido Metropolitano de Tenerife y cómo se había montado su infraestructura aquí. Para ello hemos tomado ejemplo y creamos una sociedad 100% pública con la previsión de incorporar algún socio privado siguiendo el esquema y modelo que ha llevado a cabo el Cabildo insular, que pensamos que ha sido del todo exitoso. Se está tramitando ya un proyecto básico entre Palma y el aeropuerto de 10 kilómetros y luego, en un segunda fase, tocará desde el aeropuerto y la localidad de Llucmajor. Ahora se está tramitando ante la Consejería de Medio Ambiente para obtener la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto básico y se va perfilando cuál va a ser la manera de concretarlo y los ejes básicos que hay que tener para ponerlo en marcha. En base al convenio de colaboración firmado con el Cabildo de Tenerife nos hemos reunido con ellos con temas de contenido técnico y político, teniendo especial atención las cuestiones del engranaje jurídico-financiero del proyecto, temas de explotación... Todo lo que sea implementar esta infraestructura. Ya hay contactos vía telemática con el equipo técnico de MTSA y pensamos que sería bueno que hubiera contactos técnicos entre una parte y la otra. Esto hará, sin duda, que el proyecto se convierta en un éxito, tal y como ha ocurrido aquí.

Básicamente, las reuniones tratan de aprovechar las experiencias de MTSA. Una, la constitución de la sociedad y, luego, esa parte técnica, teniendo en cuenta la inclusión del tranvía de Tenerife en la trama urbana metropolitana.

Al margen de las aportaciones jurídicas-financieras de Metropolitano, cuyo plan para nosotros es un modelo, luego hay otras similitudes entre los dos proyectos. Es de una inversión parecida. Lo dicho, el tranvía de Tenerife es un referente para Baleares. La distancia que se propone en Palma es de 16 kilómetros en total, con lo que la dimensión es parecida, la ciudad también lo es, estamos los dos ubicados en una Isla... Hay muchas similitudes, pero teniendo en cuenta que Tenerife es un referente de éxito a muchos niveles, pues se intenta aprender de las experiencias. También porque es un modelo muy específico que antes no existía. Se aprende de las experiencias para no incurrir en errores y esos pasos seguidos aquí son los que harán que nuestro sistema guiado quede reforzado. Creo que el tranvía de Tenerife, de hecho, es un éxito y el de Palma pensamos, porque así nos lo dicen todos estudios que lo corroboran, que también será un éxito. La posibilidad de captación de demanda es parecida a la de Tenerife (los estudios más conservadores nos dan 12 millones de usuarios).

Al principio hubo en Tenerife un rechazo social contra el tranvía bastante importante. ¿Qué situación se vive en Palma en estos momentos al respecto?

Estos son dinámicas que se han reproducido a nivel internacional, en toda Europa y a nivel estatal. Estamos en la fase de las ciertas reticencias por parte la ciudadanía.

¿Y cómo lo gestionará?

Hay controversia por los barrios por donde va a transcurrir, entre las asociaciones de comerciantes... Hay que vencer esas reticencias de los colectivos, entidades y asociaciones. También es verdad que nosotros lo tenemos más fácil porque existen unas experiencias previas donde las dinámicas siempre han sido las mismas y por tanto, al final, sabemos que la infraestructura está bien diseñada y dimensionada para resolver los problemas de movilidad en Palma. Para salvar reticencias se prepara un plan específico a través de campañas informativas para dar a conocer el proyecto.

¿Qué recorrido tendrá su tranvía?

En el centro urbano se hace un recorrido radial a partir del casco histórico y pasa por importantes barrios tradicionales hasta llegar al Aeropuerto en una primera fase. Luego, en una segunda, hará un recorrido a lo largo de la Playa de Palma en paralelo hasta llegar a la localidad de Llucmajor, con lo que el recorrido será un éxito.

¿Cuántas paradas, número de usuarios previsto y qué presupuesto contempla el sistema balear?

Hablamos de una estimación de 12 millones de usuarios al año y un trazado conjunto de 26 paradas. Realmente, tenemos el proyecto básico entre Palma y el aeropuerto. Estamos tramitando un primera fase que es Palma-aeropuerto, que pasa ya por barrios tradicionales de la ciudad. Al final enlaza con el aeropuerto. Luego faltan los 6 kilómetros de la playa de Palma, propiamente dicho. Esta conexión Palma-aeropuerto se consideró la más importante estratégicamente para dar otro medio de transporte público al conjunto de la ciudad. El proyecto entre Palma y aeropuerto tiene veinte paradas a las que se le añadirán seis más, aunque faltan por definir. El presupuesto que se calcula entre 360 o 370 millones en el global de la inversión. Ésa es la previsión inicial y ahora se está trabajando para poder conseguirlos al igual que Tenerife. Hay que cuadrar unas inversiones para infraestructuras con celeridad y solvencia. La primera fase se queda en 180 o 200 millones de euros.

PEDRO P. PEÑA, Tenerife