La escultura de Marrodán

Ante la noticia aparecida ayer sobre la decisión del Ayuntamiento de Vitoria de proceder al traslado forzoso de la escultura 'La inocencia, lo inesperado' de su actual ubicación en la plaza Euskaltzaindia, deseo, como autor de la obra, exponer lo siguiente. Resulta falso que el Consistorio me haya comunicado este asunto, que he conocido por la prensa. Esta decisión resulta sumamente grave, por cuanto supone un intento de obstaculizar el pronunciamiento judicial que obliga a poner de nuevo en marcha la escultura en su actual ubicación. Debe advertirse de las consecuencias incluso de índole penal derivadas de un acuerdo de tal naturaleza.

Además, resulta muy significativo el reconocimiento de que la decisión del Ayuntamiento es el resultado de la negativa del arquitecto Mariano Bayón a que la escultura conviva con su futuro palacio de congresos, tal y como recoge la noticia de EL CORREO. Resulta escandalosa la constatación de que el Ayuntamiento está en manos de los caprichos y veleidades de un arquitecto, que cobra un sueldo multimillonario pagado por los vitorianos y que tiene miedo de que la escultura pueda hacer sombra a 'su' Auditorio. Se anuncia incluso que se ha encargado a una empresa la realización de un estudio para mutilar la escultura reduciendo uno de los elementos de ésta sin el consentimiento del autor, lo cual resulta un atropello total a los derechos del escultor.
El Ayuntamiento, con su decisión de traslado forzoso de la escultura, desprecia la decisión de los vitorianos que participaron en el concurso público y que mediante votación popular eligieron dicha obra entre los 101 proyectos presentados. Frente a la actuación unilateral del Ayuntamiento, yo sigo manifestando mi voluntad de llegar a un mutuo acuerdo entre las partes. Resultan evidentes las posibilidades de convivencia entre la escultura y el nuevo Auditorio, que se enriquecerían recíprocamente y generarían un diálogo del que existen numerosos ejemplos a nivel internacional. Sin perjuicio de lo anterior, me reservo el ejercicio de todas las acciones legales en defensa de mis intereses y del colectivo de artistas. ::
IMANOL MARRODÁN