El pasado miércoles, la sede neoyorquina de Christie's vivió un momento histórico: ante un ramillete de boquiabiertos expertos en arte, periodistas y, sobre todo, millonarios, un desconocido ofreció (por teléfono) 82 millones de euros por Desnudo, hojas verdes y busto, de Picasso. Desde ese momento, fue la obra de arte más cara adquirida en una subasta, y el cuarto cuadro más caro de todos los tiempos. Un selecto grupo de sueños prohibidos, caprichos inaccesibles y talento.
- Woman III. Geffen, poseedor de una fortuna de unos 400 mil millones de euros, vendió también el segundo cuadro más caro de la historia, Woman III, firmado por Willem de Kooning. Poco podría imaginarse De Kooning, que emigró de forma ilegal a EE UU en 1926 y sobrevivió pintando casas, que ochenta años después alguien pagaría 108 millones de euros por una de sus obras. El comprador fue Steven A. Cohen: tenía previsto pagar ese dinero por El sueño, de Picasso, pero la compra fue suspendida. ¿Por qué? Su propietario, Steve Wynn, rajó el lienzo sin querer, con el codo, mientras se lo enseñaba a unos amigos.
- Retrato de Adele Bloch-Bauer, I. Mejor suerte corrió esta obra de Gustav Klimt, pintada en 1907. Durante una temporada, los 106 millones de euros que Ronald Lauder (heredero del imperio de cosméticos) pagó por ella la convirtieron en el lienzo más caro de todos los tiempos. Ahora, sus deslumbrantes dorados lucen en la neoyorquina Galería Neue, dedicada al arte alemán y austriaco del pasado siglo.
- Garçon á la Pipe. Sólo un peldaño más abajo está este cuadro del periodo rosa de Picasso, que el malagueño pintó en 1905 con sólo 24 años. Cuando la obra se vendió en una subasta por 81,8 millones de euros, Pepe Karmel, experto en la obra picassiana, afirmó estar "sorprendido", dijo: "Que una pintura agradable pero menor se pague como una obra maestra demuestra que el mercado está a años luz de los verdaderos valores del arte".
- Dora Maar con gato. El tercer cuadro de Picasso en la lista es el séptimo cuadro más caro de todos los tiempos. Maar fue una prestigiosa artista de la época que durante siete años compartió su vida con el pintor. Ella dijo de Picasso: "Cada vez que cambia de pareja, cambia de estilo". Sus años con Maar fueron especialmente prolíficos y, cuando la abandonó en 1946, la artista tuvo que ser internada en un psiquiátrico. El lienzo, que deja translucir tanta pasión como rencor (ella aparece con garras), fue comprado en 2006 por el magnate ruso Boris Ivanishvili por 75 millones de euros.
- Retrato del Doctor Gachet. Durante su estancia en Auvers-sur-Oise, donde murió en 1890, Vincent Van Gogh vivió una de sus etapas más prolíficas. El genio cayó bajo el influjo de todo lo que le rodeaba: flores, valles, campos de trigo, iglesias... "Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado», escribía a su madre, «me siento capaz de pintar todo esto". Gran parte de esa inspiración cabe agradecérsela a un médico, Paul Gachet, que además de tratar a Van Gogh se convirtió en su íntimo amigo. El pintor le retrató en dos cuadros casi idénticos: el primero de ellos fue vendido por la cuñada de Van Gogh por un puñado de francos, pasó por manos nazis y terminó en las manos del coleccionista nipón Ryoei Saito, que pagó casi 65 millones por él. Se especula con que Saito lo vendió después, aunque se desconoce dónde se encuentra la obra. El segundo está en el Museo de Orsay.
- Le Moulin de la Galette. En una de las salas del maravilloso Museo de Orsay de París (una obra de arte en sí misma), turistas de medio mundo se arremolinan ante este cuadro, uno de los más carismáticos del lugar y de su autor, Pierre-Auguste Renoir. Lo que pocos saben es que la apabullante escena, festiva e impresionista, tiene una hermana gemela en manos desconocidas, por la que se llegaron a pagar en 1990 más de 61 millones de euros.
- MÁS DE 100 MILLONES
- Woman III. Geffen, poseedor de una fortuna de unos 400 mil millones de euros, vendió también el segundo cuadro más caro de la historia, Woman III, firmado por Willem de Kooning. Poco podría imaginarse De Kooning, que emigró de forma ilegal a EE UU en 1926 y sobrevivió pintando casas, que ochenta años después alguien pagaría 108 millones de euros por una de sus obras. El comprador fue Steven A. Cohen: tenía previsto pagar ese dinero por El sueño, de Picasso, pero la compra fue suspendida. ¿Por qué? Su propietario, Steve Wynn, rajó el lienzo sin querer, con el codo, mientras se lo enseñaba a unos amigos.
- Retrato de Adele Bloch-Bauer, I. Mejor suerte corrió esta obra de Gustav Klimt, pintada en 1907. Durante una temporada, los 106 millones de euros que Ronald Lauder (heredero del imperio de cosméticos) pagó por ella la convirtieron en el lienzo más caro de todos los tiempos. Ahora, sus deslumbrantes dorados lucen en la neoyorquina Galería Neue, dedicada al arte alemán y austriaco del pasado siglo.
- PICASSOS AFORTUNADOS
- Garçon á la Pipe. Sólo un peldaño más abajo está este cuadro del periodo rosa de Picasso, que el malagueño pintó en 1905 con sólo 24 años. Cuando la obra se vendió en una subasta por 81,8 millones de euros, Pepe Karmel, experto en la obra picassiana, afirmó estar "sorprendido", dijo: "Que una pintura agradable pero menor se pague como una obra maestra demuestra que el mercado está a años luz de los verdaderos valores del arte".
- Dora Maar con gato. El tercer cuadro de Picasso en la lista es el séptimo cuadro más caro de todos los tiempos. Maar fue una prestigiosa artista de la época que durante siete años compartió su vida con el pintor. Ella dijo de Picasso: "Cada vez que cambia de pareja, cambia de estilo". Sus años con Maar fueron especialmente prolíficos y, cuando la abandonó en 1946, la artista tuvo que ser internada en un psiquiátrico. El lienzo, que deja translucir tanta pasión como rencor (ella aparece con garras), fue comprado en 2006 por el magnate ruso Boris Ivanishvili por 75 millones de euros.
- RETRATADOS
- Retrato del Doctor Gachet. Durante su estancia en Auvers-sur-Oise, donde murió en 1890, Vincent Van Gogh vivió una de sus etapas más prolíficas. El genio cayó bajo el influjo de todo lo que le rodeaba: flores, valles, campos de trigo, iglesias... "Me siento muy tranquilo, casi demasiado calmado», escribía a su madre, «me siento capaz de pintar todo esto". Gran parte de esa inspiración cabe agradecérsela a un médico, Paul Gachet, que además de tratar a Van Gogh se convirtió en su íntimo amigo. El pintor le retrató en dos cuadros casi idénticos: el primero de ellos fue vendido por la cuñada de Van Gogh por un puñado de francos, pasó por manos nazis y terminó en las manos del coleccionista nipón Ryoei Saito, que pagó casi 65 millones por él. Se especula con que Saito lo vendió después, aunque se desconoce dónde se encuentra la obra. El segundo está en el Museo de Orsay.
- JOYAS IMPRESIONISTAS
- Le Moulin de la Galette. En una de las salas del maravilloso Museo de Orsay de París (una obra de arte en sí misma), turistas de medio mundo se arremolinan ante este cuadro, uno de los más carismáticos del lugar y de su autor, Pierre-Auguste Renoir. Lo que pocos saben es que la apabullante escena, festiva e impresionista, tiene una hermana gemela en manos desconocidas, por la que se llegaron a pagar en 1990 más de 61 millones de euros.
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