Presos del arte

Las musas traspasan los barrotes de la prisión. Prueba de ello es la exposición que se inauguró ayer en el centro penitenciario de Sangonera la Verde y que acoge las obras de 15 presos de toda España. Algunas de estas obras han sido adquiridas por particulares y empresas, como Caja Mediterráneo (CAM) que ya se ha hecho con alguna de ellas.

El germen de esta exposición tiene nombre: Arango. Ese es el apellido -y nombre artístico- de un preso colombiano, que cumplía condena hasta hace poco en la cárcel murciana, y con el que arrancó este proyecto. «Estaba en la enfermería con una depresión y comenzó a pintar», comentaba ayer el director del centro, Francisco Marín. «Pronto vimos que no se le daba nada mal».
Con los libros que le facilitaron algunos funcionarios, entre ellos el propio Marín, este interno comenzó a dar rienda suelta a su arte. Sus obras captaron la atención de la Asociación de Templarios de Jumilla y éstos comenzaron a animar a presos de toda España a agarrar el pincel. Las obras que, desde ayer, están expuestas en la prisión murciana pertenecen a internos de muchas cárceles españolas.
Esta exposición, que ayer disfrutaron el delegado del Gobierno, Rafael González Tovar, y el director territorial de la CAM, Ángel Martínez, lucirá en la prisión hasta el próximo día 24 de mayo. A partir de ahí, comenzará un recorrido itinerante que le llevará al aeropuerto de San Javier como primer destino. El arte saldrá en libertad.