El Pontevedra conquista el Trofeo Interrías en la tanda de penaltis

El Vilalonga tuteó e incluso fue mejor que el cuadro granate en varios lances del partido
El Pontevedra que se pudo ver ayer en el Nuevo San Pedro no se pareció en nada al de los últimos partidos con el Deportivo y el Celta. El conjunto granate ofreció una imagen gris ante el Vilalonga, que fue mejor durante varios lances del encuentro y mereció la victoria. Los locales perdonaron en la segunda parte y acabaron perdiendo el Trofeo Interrías en la tanda de penaltis por 3-4.


La primera mitad fue sosa, aburrida y carente de ritmo. Ángel Viadero apostó de inicio por todos los medio centros del plantel y el Pontevedra ganó en toque, pero careció de profundidad. Así no es de extrañar que las ocasiones brillaran por su ausencia hasta que el Vilalonga, más enchufado, avisó por medio de Abraham.

El conjunto granate emergió de repente al filo de la media hora con un toque de cabeza de Igor hacia Padín, que el de Catoira llevó a la red con una perfecta vaselina. El tanto no sirvió para cambiar nada. Los celestes continuaron tuteando al Pontevedra y gozaron pronto de su primera ocasión para restablecer la igualada. Sergio Ríos y el poste evitaron que el remate de Saúl entrara en la portería.

El empate llegó a los 38 minutos en un centro de Nelo que sorprendió al portero lerezano después de tocar en la pierna de Sergio Castaño. El tanto hizo justicia a los méritos de unos y otros.

En la reanudación, el Pontevedra, con muchos jugadores del filial, gozó de más profundidad, pero también se mostró mucho más endeble atrás. El 1-2 pudo subir al marcador en una acción de Asier Arranz que paró Brais. Douglas remató de cabeza a continuación, pero el balón lo sacó un defensa bajo palos y Espadas tampoco fue capaz de marcar a la tercera. Un suspiro después el árbitro señaló penalti por mano de Avendaño. Iban Espadas transformó la pena máxima.

La ventaja granate dio paso a los mejores minutos locales. Suso tuvo en sus botas el empate, que no fue una realidad hasta los 64 minutos. Jesús aprovechó el centro de Saúl para batir a Ríos. En pleno desconcierto del Pontevedra pudieron llegar más tantos del Vilalonga, uno de ellos de Miguel Abal, que evitó el joven arquero granate. Y, como el que perdona lo paga, el trofeo viajó para la Ciudad del Lérez gracias a la mejor puntería granate desde los once metros.


Autor:
Xabi Otero