El juez de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad de La Bañeza, Luis Mantecón, dio a conocer ayer los primeros resultados de las actuaciones en el cuadro que se encontró en la antigua casa del ermitaño de la sede de la hermandad, antes de que comenzase la demolición de este edificio, anexo a la capilla de la cofradía. Escuela de Arte y Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de León se hizo cargo de la pintura en virtud de un acuerdo entre ambas instituciones.
Según las primeras investigaciones, explicó Mantecón, es posible que esta pintura procediera del Convento del Carmen, cuyas ruinas se conservaron durante buena parte del siglo XX, a consecuencia de las desamortizaciones de bienes que sufrió la Iglesia durante el XIX.
Se trata de una obra de grande dimensiones, de 1,82 centímetros de alto por 1,22 de ancho, aproximadamente», que no la convierten en una pintura de tamaño ideal para la capilla de Angustias, situada en el inicio de la calle de Ramón y Cajal de La Bañeza. Si bien el origen está por determinar, parece que la obra se ejecutó en el XVII, como se pensaba desde un principio.
El tejido y los colores. La Escuela de Arte y Superior de Conservación realiza en estos momentos las pruebas para determinar el tejido que sustenta la pintura, posiblemente lino o cáñamo, aunque las afirmaciones de Mantecón se realizaban ayer dentro de la prudencia de quien espera unos resultados definitivos, Además, se han tomado muestras de las capas pictóricas, con el fin de determinar a qué época corresponde la pintura y si se produjeron repintados posteriores. Además, el lienzo se ha empapelado para proceder a la consolidación de los colores.
Con respecto a los personajes que aparecen en la representación, además de la Virgen María se ha identificado a San Francisco de Asís en la parte de abajo, «por la llaga que muestra en la mano», aunque existen versiones contradictorias sobre los otros dos personajes que lo acompañan en función de quién interprete el cuadro. «Otro de los personajes, que sostiene una custodia, es un carmelita -”lo que refuerza su procedencia del Convento del Carmen de La Bañeza-”, señaló Mantecón.
Con respecto a la lápida y la vidriera que aparecieron la semana pasada durante la demolición de la cubierta de la casa del ermitaño, el juez de angustias señaló que, en estos momentos, se estudia el contenido de la inscripción tallada y se supone que tanto ésta como la vidriera descubiertas durante el derribo sean de la misma época en la que se construyó la sede cofrade. La santa regla procede de 1615 y se estima que ya para entonces se había construido la capilla.
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