La grasa adelgaza la pasión

La sociedad española adquiere cada vez más peso, pero no en trascendencia sino en kilos. Según la última Encuesta Europea de Salud 2009, la cifra de españoles con problemas de obesidad o sobrepeso se ha incrementado casi un 3% con respecto al año anterior. Este fenómeno ha disparado también los índices de disfunción sexual, dados a conocer ayer durante la Semana Europea de la Salud Sexual. Los datos reflejan que las personas obesas son 25 veces más propensas a padecer trastornos sexuales que aquellas que tienen un peso normal.

«Disponemos de múltiples evidencias de que los pacientes que sufren problemas de peso desarrollan dificultades considerables que afectan no sólo a la comunicación con sus parejas, en lo relativo a sentimientos y necesidades, sino también a una mayor o menor satisfacción posterior a las relaciones sexuales», explica el doctor Mariano Roselló, urólogo y andrólogo.


El sobrepeso no es unicamente un problema de salud, también afecta a la autoestima y al deseo sexual, pero lo hace de manera diferente en hombres y mujeres. «Los varones son más propensos a sufrir de impotencia sexual y las féminas de inhibición de la libido», aclara el galeno.

En el caso de los hombres españoles y de acuerdo a un análisis estadístico publicado por la Asociación para el Estudio de la Disfunción Sexual en Atención Primaria, la incapacidad para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final de la actividad sexual es el trastorno más común, seguido por la dificultad para alcanzar un orgasmo y por la falta de apetito sexual.

La incidencia de estas afecciones aumenta con el sobrepeso y en el caso de la disfunción erectil el riesgo se duplica y puede ser inminente en quienes padecen una obesidad considerable.
Mujeres insatisfechas


Un 46,3% de las españolas sufre de insatisfacción sexual y en el caso de las obesas el porcentaje asciende al 68%. Los expertos recomiendan la reducción de peso como una de las primeras medidas para disfrutar de una vida sexual plena.

En este sentido, la Universidad de Duke, en Estados Unidos, realizó un estudio que mostró que el 68% de las mujeres con sobrepeso no se sentían atractivas sexualmente. Un año después de emprender una dieta, sólo el 26% seguía pensando así.

Al principio, algunas habían manifestado vergüenza por que las vieran desnudas, tras el régimen alimenticio el 66% cambió de opinión. De aquellas que habían manifestado insatisfacción sexual, cerca del 90% aseguró disfrutar más del sexo después de haber perdido peso.


La Organización Mundial de la Salud indica que para disfrutar de una vida sexual completa deben coexistir varios factores, entre ellos la ausencia de temores y de vergüenzas, y una actividad sexual libre de trastornos orgánicos, enfermedades o alteraciones que la entorpezcan. «Los pacientes obesos nos aseguran que con perder un poco de peso se sienten de diez a veinte años más jóvenes en lo que a vida sexual se refiere», asegura el doctor Rosselló.
MARÍA TAPIA | BILBAO.