Turaniana confirma su naturaleza de yacimiento más que multisecular

La Edad del Bronce (Cultura Argárica), la época romana y el Medievo son tres de las etapas que los estudios existentes hasta el momento han confirmado enRibera de la Algaida-Turaniana, de Roquetas de Mar, y que hacen de este Bien de Interés Cultural con la catalogación de Zona Arqueológica, uno de los yacimientos de mayor extensión y continuidad en el tiempo. El denominado 'Puerto de los Bajos', utilizado como fondeadero y que facilitó la política comercial de este asentamiento en la civilización romana aparece, por otra parte, como uno de sus elementos más destacados.

Determinar hasta donde sea posible la existencia de asentamientos de distintos momentos de la historia de la Humanidad y precisar con el máximo de los detalles posibles la ubicación concreta de cada uno de los elementos de mayor singularidad y del máximo interés constituyen precisamente los objetivos de los trabajos de investigación que, desde diciembre del año pasado al menos y por iniciativa de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, realiza en la zona un equipo de expertos de la Universidad de Granada, encabezado por el arqueólogo e investigador Miguel Jiménez. Para esta actuación de exploración e interpretación espacial del yacimiento, se ha habilitado un presupuesto que asciende a 23.200 euros.
Ubicación
«El objetivo de este estudio es ampliar el conocimiento que disponemos actualmente en torno a Turaniana, un yacimiento que abarca los periodos del Bronce, Romano y Medieval, ofreciéndonos información nueva y más precisa acerca de la ubicación donde se hallan los elementos de interés existentes en la zona». manifestó ayer la delegada provincial de Cultura, Yolanda Callejón, tras visitar el yacimiento junto con técnicos de la misma Delegación.
Con la prospección geofísica mediante georradar, que lleva a cabo un grupo investigador dirigido por el catedrático de Electromagnetismo, Rafael Gómez Marín, una de las intervenciones concretas de los trabajos de investigación, se trata de llegar a conocer las estructuras arqueológicas que se conservan bajo el suelo de este bien patrimonial. La prospección arqueológica superficial, tanto en la zona delimitada como en las inmediatas, otra de las intervenciones concretas y con la que se persigue apoyar la prospección geofísica, intentará desvelar los principales impactos sufridos por el yacimiento a lo largo de los siglos así como la extensión del mismo y la delimitación del entorno adecuado.
Dimensión
La cronología, las estructuras y la dimensión del yacimiento -detalles en estudio- se elevan como los factores que condicionan la conservación del mismo porque la antigüedad influye en la alteración por procesos postdeposicionales y la solidez de las estructuras favorece la inspección y el mantenimiento. El tipo de relieve, la base litológica y su situación, elementos que se contemplan con su ubicación, inciden igualmente en la alteración del yacimiento sin olvidar, desde otra perspectiva, la actividad postdeposicional como consecuencia del clima, de la actividad humana, de la vegetación o de los animales.
Los seis especialistas que conforman el equipo investigador de la Universidad de Granada también tienen en cuenta, a la hora de realizar estos trabajos, el estudio llevado a cabo con anterioridad y que se ha basado en la contextualización histórica de los estudios y las intervenciones efectuadas hasta la fecha. El proyecto contempla asimismo la documentación bibliográfica y cartográfica de cara a contextualizar asimismo los nuevos datos que aporte la actividad arqueológica. Está previsto dentro de toda esta actuación la elaboración de una memoria que contemple y comente los resultados obtenidos.