Venciendo el miedo

Estoy seguro que en muchas oportunidades de nuestra vida y en diferentes ocasiones hemos experimentado el miedo o temor, es normal que una persona sienta miedo.


El miedo tiene diferentes etapas y cambia con nuestro crecimiento, por ejemplo el niño siente miedo de quedarse solo o en la oscuridad, el joven siente miedo de cómo será su futuro, el adulto le da miedo perder su trabajo, a la enfermedad y casi todos a la muerte.

Podríamos analizar dos tipos de miedo, el bueno y el malo:

El miedo bueno es el que debemos de conservar siempre, el que nos enseñan las sagradas escrituras en Proverbios 1:7 " El principio de la Sabiduría es el temor a Dios", no es ese miedo de terror sino de respeto a nuestro creador, de no hacer nada en contra de su voluntad, lo que le pasó a nuestro padre Adán cuando pecó, porque desobedeció al Señor, se estaba escondiendo de Él porque se dio cuenta que estaba desnudo, y le dio miedo; que bueno hubiese sido para Adán y Eva que hubieran tenido miedo o temor antes de haber pecado, otra hubiera sido la historia.

En el mundo en que vivimos actualmente padecemos de este problema ya no nos da miedo el pecado y hacemos todo cuanto nos pide el cuerpo aun estando en contra de la voluntad de Dios. Conozco muchas personas que hoy están sufriendo las consecuencias del pecado porque no tuvieron miedo, recordemos si queremos ser sabios empecemos por temerle a Dios, estoy seguro nuestra vida cambiaría totalmente, conservando este miedo.

El miedo malo es el que sentimos casi todos los días y que lo podemos vencer, es el que sentimos por nuestro futuro, por lo que nos pueda suceder, el miedo al fracaso, a la burla, a la crítica y la mejor manera de vencerlo es poniéndonos en las manos de Dios, entregarle nuestra vida, sabiendo que Él tiene todo en control, con esto demostramos nuestra confianza a ÉL, repito nuevamente el sentir miedo es normal pero lo importante no es dejarnos dominar de él