La batalla de las boticas

La noticia de que la Junta publicaba, al fin y tras años de discusiones, la orden para abrir 312 nuevas oficinas de farmacia en toda Andalucía fue recibida con esperanza por los miles de farmacéuticos adjuntos que han desarrollado su vida profesional tras el mostrador de una botica.


Pero la alegría duró poco. Cuando los aspirantes sumaron méritos para el concurso se encontraron con la sorpresa de que la Administración Andaluza había premiado a sus funcionarios otorgándoles los mismos puntos por experiencia como farmacéuticos hospitalarios o de atención primaria que a los farmacéuticos comunitarios (los que atienden a la población en las miles de boticas andaluzas). Además, a igualdad de puntos, ya que el máximo son diez años de experiencia, los hospitalarios reciben tres más por tener esta especialidad. Así, los farmacéuticos funcionarios que trabajan actualmente en un hospital, con más de diez años de experiencia, se colocan en los primeros puestos para conseguir una nueva farmacia.

En estos argumentos se ha basado la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac) para la suspensión cautelar del proceso hasta que se diseñe un baremo pensado en el paciente, en el que se dé mayor peso a todos los requisitos para demostrar la experiencia y capacidad del farmacéutico en la prestación y gestión de estos servicios de asistencia al público. Pero esto no es todo. La pasada semana, el Colegio de Farmacéuticos de Cádiz celebró una sesión informativa en el hotel Playa Victoria para explicar a sus miembros las posibilidades que les ofrece el concurso de adjudicación de nuevas farmacias, a la que asistieron cientos de especialistas gaditanos.

En este encuentro, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Cádiz y vicepresidente del Consejo Andaluz de Farmacias y del Consejo General, Felipe Trigo, reconoció la posibilidad de que los funcionarios de la Junta podrían, en el plazo de cinco años, vender las farmacias que les dé la Junta y, tras sacar el consiguiente beneficio, volver a su puesto en el Sistema Andaluz de Salud.

Un negocio redondo. Trigo manifestó a este periódico que «si un farmacéutico funcionario puede hacer esta jugada, me posicionó totalmente en contra».

El representante de los farmacéuticos gaditanos no se quiso posicionar en el debate sobre el baremo, aunque reconoció que esta es la discusión más importante ahora, porque entre los colegiados también los hay que trabajan en hospitales, «pero sí estoy totalmente en contra de que se permita la venta pasados los cincos años porque esto contradice el espíritu de la Ley de Farmacia, que tanto esfuerzo nos costó».

En ese caso, Trigo propone que la normativa extienda hasta los seis años el periodo mínimo para poder vender la botica, «con lo que se subsanaría el posible error».

Concurso único

Se supone que tras la apertura de esta puerta a las nuevas adjudicaciones de farmacia habrá más ocasiones para ampliar la oferta de boticas de Andalucía. Pero este concurso es único por la excelente ubicación de las futuras farmacias. Son las mejores. El 60% de las nuevas boticas está situada en la costa, en zonas de nuevo desarrollo. No se trata de negocios perdidos en la zona interior de la Comunidad, con una dudosa rentabilidad, sino de negocios prácticamente seguros.

MERCEDES MORALES | CÁDIZ.