Crece en México el bullying, la violencia de alumnos contra alumnos

Gran parte de las personas ha padecido, ejercido u observado este comportamiento. Sin embargo, hoy los niveles de acoso han escalado

Filiberto Cruz Monroy


CIUDAD DE MÉXICO, 26 de diciembre.- La violencia de alumnos contra alumnos (bullying) ha aumentado en todas las escuelas del país, y afecta a niños y jóvenes sin importar su educación o nivel socioeconómico.

Este problema lo han padecido inclusive el hijo del secretario de Educación del DF, Mario Delgado, y el de la asambleísta Edith Ruiz Mendicutti.

Pese a que puede derivar en asesinato, ocasionar daños físicos irreversibles o empujar al suicidio, el bullying como tal no está tipificado en los códigos penales, civiles o de justicia a menores.

“No hay una figura especial, aunque sí hay un problema especial”, admite el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Édgar Elías Azar. “Es un tema preocupante.”

La coordinadora del Programa Escuela Sin Violencia de la Secretaría de Educación de la ciudad, Gabriela Rodríguez Zúñiga, detalla: “Cada vez hay más jóvenes más agresivos en las escuelas. Han llegado a la muerte con varios alumnos. Las mismas bromas están llevando también a un porcentaje muy alto al suicidio.

“Sabemos que 44% de los niños encuestados padecen el bullying”, informa la especialista.

Sólo en el DF, se han detectado 32 escuelas con graves problemas al respecto.

“No se queden callados”

"Me doy cuenta porque le encuentro la mochila en el clóset y ahí me percato de dibujos obscenos hacia él. Le dibujaban caras de niños muy grotescas, en donde decía que él era un marica y ya le habían hecho el amor... pero con groserías", dice Cecilia.

Su hijo cursa el tercer año de secundaria en una escuela Técnica de la delegación Venustiano Carranza. Cuando ingresó a segundo comenzó a ser acosado sistemáticamente por un grupo de jóvenes de su salón.

"Había una pandilla, así como siempre en todas las escuelas, que me empezaron a, bueno, en especial uno de ellos me empezó a fastidiar y decía que yo era maricón y cosas así por el estilo. Entonces a mi me molestó esa situación y fui a hablar con la directora y con la subdirectora, pero ya no hicieron nada", explica Carlos.

No dijo nada en su casa luego de que las autoridades escolares simplemente lo ignoraron. Pero su madre, Cecilia, se percató de la situación.

"Es un niño que es checado por su mamá. Empecé a ver cambios en él donde me escondía la mochila, no quería comer, no quería hablar conmigo", recuerda.

Cecilia acudió a la escuela, pero fue ignorada por los profesores. Días después decidió no moverse de las puertas de la dirección hasta ser atendida. Le ofrecieron cambiar a su hijo de salón e informarle a los padres de los agresores de la situación.

"Me dijeron ya está todo solucionado."

Para Carlos no fue suficiente. El bullying ocurre en los baños de las escuelas, los pasillos, a la hora del recreo y dentro del salón cuando el profesor está ausente. Los síntomas de un niño o niña acosado son dolor de estómago, de cabeza, resistencia a ir a la escuela y bajo rendimiento escolar.

Especialistas advierten que el bullying ocurre en todas las escuelas del país y de la ciudad de México.

Gabriela Rodríguez Zúñiga, coordinadora del Programa Escuela Sin Violencia de la Secretaría de Educación del DF, advierte: "Sabemos que un 44 por ciento de las niñas y los niños encuestados se encuentran en situación de bullying y un 98 por ciento o ejercen o reciben u observan la violencia. El bullying somos casi todos y todas".

Agrega: "Antes estaba entre los 11 y los 13, ahorita ya bajó hasta los 8 y yo creo que va continuando en ese deterioro".

Nadie se salva

"De repente mi hijo estaba triste. De repente nos dijo que ya no quería ir a la escuela. Se hacía pipí otra vez en la cama en las noches. Lo que pasaba es que a él y a un compañero, a un compañero de él, que le fue peor porque se alteró su conducta de manera más grave, unos niños de manera permanente los molestaban en el recreo, los molestaban, con agresiones físicas", dice Mario Delgado, secretario de Educación del DF.

Caso similar vivió la diputada local del Partido del Trabajo, Edith Ruiz Mendicutti, quien cinco años después del hecho sigue pagando las acciones de una agresión que sufrió su hijo.

"Ya para finalizar el curso escolar uno de sus compañeros lo aventó de una mesa y le tumbó todos sus dientes de enfrente. De hecho, mi hijo desde tercer año ha tenido que ir cambiando de dientes porque son dientes postizos los que usa. Al niño no le hicieron nada, sólo lo cambiaron de escuela.

"A la maestra le pusieron una sanción administrativa y al igual al director nada más los cambiaron de escuela. Yo soy la que ha ido padeciendo ese problema con mi hijo, desde tercer año, y mi hijo está en segundo de secundaria", detalla en entrevista.

Cecilia Hernández, madre de Carlos, otro estudiante que padeció bullying, pide que exista un castigo para los niños o jóvenes que agreden física y verbalmente a sus compañeros.

"Una ley en donde sancionen a los jóvenes que intimidan a otros jóvenes o abusan de ellos, sí creo conveniente que se haga una ley", dice.

Mucho por hacer

Los encargados de la impartición de justicia reconocen la gravedad del problema, pero advierten que por el momento no hay nada que hacer hasta que no se legisle.

"No hay una figura especial, aunque sí hay un problema especial, propiamente como figura delictiva, pues cae en la parte general de los ilícitos penales", explica el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Édgar Elías Azar. "El tema del bullying es un tema preocupante y esto pues ya escaló niveles importantes dentro de gobierno de la ciudad."

En los últimos dos años casi cinco mil menores de edad fueron consignados ante un juez penal por la comisión de varios ilícitos. Algunos de ellos por bullying, aunque no existen cifras al respecto debido a que este tipo de acoso no está tipificado como un delito.

El problema está focalizado en primarias y secundarias.

"Lo más alarmante de todo esto es que más de la mitad de los menores consignados están en la etapa de secundaria que es donde más se da este fenómeno, a nuestro juicio, o sea, la apreciación del Poder Judicial es que el problema se suscita en primaria y se suscita en secundaria. Ya a nivel de preparatoria baja el número de personas consignadas por este tema", dice Elías Azar.

Como el bullying no está legislado en México, sólo se puede lograr una consignación cuando los hechos derivan en una confrontación física y hay lesiones.

Sin embargo, el acoso escolar no siempre termina en una pelea, hay casos en donde jóvenes han llegado al suicidio y sus acosadores no pueden ser castigados.

"Es importante considerar legislar al respecto porque no sabemos qué hacer y están sucediendo casos cada vez más graves, como cuadros de depresión en niños y niñas cada vez más pequeños, intentos de suicidio, suicidio, daños físicos irreversibles", advierte la especialista Gabriela Rodríguez Zúñiga.

"Lo importante es trabajar para legislar el problema del bullying porque cada vez hay más jóvenes que están siendo más agresivos con las bromas que están llevando a cabo en las escuelas. Han llegado a la muerte con varios alumnos.

"Las mismas bromas están llevando también a un porcentaje muy alto que están llegando al suicidio. El 19 por ciento de la totalidad de los alumnos que llegan a suicidarse por lo regular son niños entre primero de secundaria a tercero, y el 8.6 por ciento son mujeres", asevera la legisladora Edith Ruiz.

También considera urgente la creación de centros penitenciarios especiales para que, al cumplir la mayoría de edad, los menores infractores no sean mezclados con los delincuentes comunes.

Faustino Gómez Lira, director de las Unidades de Seguridad Escolar de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, explica que policías capacitados acuden a escuelas de todos los niveles ya que se ha detectado que el bullying comienza desde el preescolar.

En total, la SSPDF tiene detectadas 32 escuelas con problemas serios de bullying en esta ciudad.

Carlos, por cierto, fue asesorado y tratado por especialistas de la Secretaría de Educación del DF, después de leer un folleto en su biblioteca. Hoy día da pláticas a jóvenes de su escuela y de otros planteles para que sepan enfrentar el bullying.

"Yo les he dicho que traten de no quedarse callados", dice el joven de 13 años, quien confiesa que le gustaría ser actor de telenovelas.