Jesús Malverde, Santo Patrono de narcos mexicanos

La leyenda del pistolero Jesús Malverde, una especie de Robin Hood charro, que robaba a los ricos para dar a los pobres, nació hace un siglo en el convulsionado estado mexicano de Sinaloa, pero en los últimos años cobró inusitado auge al convertirse en el Santo Patrono de los narcotraficantes y los indocumentados que cruzan la frontera con Estados Unidos.


Se le ha erigido un santuario en la ciudad de Culiacán, ruta clave para el tráfico de clorhidrato de cocaína, marihuana y toda clase de drogas sintéticas, para el inmenso mercado de adictos en Estados Unidos, y tiene hasta su Facebook para los “iniciados” en este insólito culto que cada día va cobrando más adeptos.

La leyenda de Malverde ha traspuesto la frontera mexicana hacia los países centroamericanos y fue llevado por los inmigrantes a Estados Unidos por los devotos que creen ciegamente que su imagen los protege de los agentes de la ley, teniendo en cuenta que fue muerto por la policía en 1909.

"Los narcos van al santuario y piden ayuda. Vienen en grandes autos y con grandes parvas de dinero para dar las gracias", señaló James Creechan, un sociólogo canadiense que es profesor adjunto de la Universidad Autónoma de Sinaloa en Culiacán.

Sin embargo, Creechan, que presentó un trabajo sobre Malverde a la Sociedad Estadounidense de Criminología en 2005, agregó que los pobres también le rezan a Malverde para pedir dinero y un viaje seguro a través de la frontera con Estados Unidos, por lo que también es patrono de los indocumentados.

Es increíble observar que asesinos acostumbrados a decapitar o quemar vivos a los que se cruzan en su camino, se hincan de rodillas para pedir que les libre de todo mal al santo pistolero cuyo rostro se asemeja al desaparecido cantante Pedro Infante.

Como era de esperarse, la Iglesia Católica no le reconoce estatus oficial de santo, porque afirma que no tiene datos concretos sobre su vida ni los milagros que habría realizado, pero su culto se ha extendido por todo Sinaloa y fuera de él.

Asaltante de caminos

Jesús Malverde, conocido como "El Bandido Generoso" o "El Ángel de los Pobres" y ahora "El Santo de los Narcos", de acuerdo a la leyenda asaltaba a los hacendado y “ricachones” en los Altos de Culiacán, entre los que se encontraron los Martínez de Castro, los Redo, los De la Rocha o los Fernández.

Se dice que se convirtió en asaltante de caminos, por la muerte por hambre de sus padres, víctimas de los abusos de los terratenientes, dejando sus oficios de albañil u obrero en el tendido de vías férreas. Se supone que habría trabajado en la obra del Ferrocarril Occidental de México y en el Ferrocarril Sud-Pacífico, línea que llegó a Culiacán desde el norte en 1905.

El general Francisco Cañedo, compadre de Porfirio Díaz, ofreció una jugosa recompensa por su captura. Malverde habría muerto el 3 de mayo de 1909, de un balazo en la cabeza durante un enfrentamiento con los policías.

Otras versiones señalan que fue capturado por la policía y ejecutado; o que un compañero lo traicionó para cobrar el dinero ofrecido por el Gobierno.

La más difundida es que recibió una herida de bala en un enfrentamiento con las fuerzas de la ley, que le produjo una gangrena. Malverde, sabiendo que no sobreviviría y que la recompensa por su captura aumentaba, soportó mientras pudo antes de pedir a un amigo que lo entregara para recoger la recompensa y repartirla entre los pobres.

En la frontera con Estados Unidos, es el santo imprescindible para cruzar cargas de polvo (cocaina,), especialmente en Culiacán, y aseguran haber visto a Malverde en medio de balaceras, incluso les salva la vida recibiendo un balazo en la nuca. ECHA.