Era un ritual cargado de romanticismo y una mezcla de diversos sentimientos. El papel de la carta y la lapicera que uno elegía delataban su personalidad y la caligrafía mostraba cuánto empeño había puesto el autor en esas líneas. Escribir cartas a la luz de las velas o ante el resplandor de la luna es historia pasada. También ha pasado de moda el ritual de ir al Correo, elegir sobres comunes o de “vía aérea”, pesar las cartas y, de acuerdo con los gramos, comprar las estampillas según el destino.
No pocos “certificaban” sus cartas dejándolas en el mismo mostrador. Estas solo debían entregarse al destinatario y firmar un recibo. En tanto, a las cartas comunes se les pegaban las estampillas y se depositaban en los buzones para América, Europa, Asia o Africa y Oceanía, en la entrada del derruido Palacete Patri de la Dirección General de Correos. En el lugar ahora solo reina el silencio y en el fondo se observa el edificio cayéndose a pedazos. Desde hace poco las oficinas del Correo funcionan en un moderno edificio en 25 de Mayo esq. Yegros.
¿Internet mató las cartas?
Internet, por un lado, hizo agonizar el envío o recepción de cartas y postales desde y a cualquier parte del mundo. Pero, por otro, ha potenciado otros servicios para el Correo en Paraguay.
“Enviar cartas desde Paraguay se ha reducido bastante. Es poquísimo. Parece que hemos perdido la costumbre, la cultura de escribir”, reconoce la Abog. Eva Carolina Bareiro de Welko. Incluso, son más las cartas que se reciben desde el exterior que las que van desde nuestro país.
No obstante, siguen habiendo muchísimas cartas, pues “es algo más tangible y la gente se emociona mucho cuando recibe una carta. Es diferente el sentimiento que expresa en ese escrito un familiar o un ser querido a cuando se envía o recibe un e-mail. Hay personas que guardan las cartas que recibe”.
Si bien las cartas de puño y letra se redujeron, la Dirección Nacional de Correos del Paraguay registra un movimiento constante e inmenso. Este fin de año pasado, debido a una dificultad de las aerolíneas de trasladar las encomiendas y paquetes, se han recibido en enero 20 toneladas de bultos que incluían cartas, regalos de fin de año, tarjetas y revistas.
Pero paradójicamente a la reducción de las misivas personales, internet ha potenciado muchísimo otros servicios y otros sectores en los que hoy trabaja el Correo nacional. “Pese a las nuevas tendencias tecnológicas que permiten la transmisión de datos –así como también de documentos–, el servicio postal sigue siendo el más adecuado para brindar una comunicación más amplia, accesible y económica a nivel mundial”, añade la directora.
El Correo Paraguayo ha experimentado una profunda transformación cultural en la competencia para la prestación de nuevos servicios como la distribución de facturas, envíos, giros postales. El movimiento pasó de unas 390.000 piezas mensuales, el año pasado, hasta 790.000 piezas cada mes en la actualidad: “Nos adaptamos y adecuamos. Por eso, internet para nosotros es muy positivo porque nos ayuda a un seguimiento de nuestros envíos”.
Albina Benítez de Portillo lleva 33 años trabajando en el Correo y ahora está en la Sección de Encomiendas. Había comenzado en “Expedición”, donde, según recuerda, diez años atrás se recibían bolsas y más bolsas con toneladas de cartas, tanto depositadas en buzones como en ventanillas. “Muchos me dicen ¿qué hacés en el Correo?, pensando que ya no existe. Sin embargo, cada vez hay más trabajo aquí. Por ejemplo, aunque se use el e-mail, los documentos originales siempre hay que enviarlos por correo. Además, hay gente muy tradicional que prefiere el papel y solo quiere que le atienda la misma persona, siempre”.
Eloy Melgarejo, director de proyectos, muestra las casillas de correos, que si bien no son utilizadas en su totalidad, todavía tienen mucha vigencia tanto para empresas como para particulares. Incluso, se ha descentralizado y expandido bastante estableciéndolas en los shoppings, en ciudades del área metropolitana o en cabeceras departamentales.
“Internet afectó considerablemente a la carta personal, la correspondencia del pariente, de la hermana que va a trabajar, del hijo que vive en otro país. Pero, por otro lado, dio impulso a la carta empresarial, a nuevos servicios y a valores agregados a estos servicios”, precisó.
Hay un auge de envíos de documentación entre Paraguay y otros países, al igual que encomiendas y otros rubros que no se pueden enviar “online”. Y ahora, se prepara el gran proyecto de compras por internet.
Cien años de albergue
En medio del avance, el Correo Paraguayo quiere recuperar su patrimonio más valioso que se cae a pedazos, el Palacio Patri, que lo albergó
100 años, desde 1911, cuando se mudó en el centenario de la Independencia.
Quienes más aprecian esta señorial mansión son los turistas, que al llegar allí compraban una postal y se sentaban en el patio a escribir y enviar unas líneas a sus parientes o amigos de cualquier parte del mundo.
1- El Correo Paraguayo oficialmente comenzó a funcionar en 1769 cuando se estableció el primer correo terrestre entre Buenos Aires y nuestro país. No obstante, ya operaba con cierta eficacia mucho antes, hacia el año 1560.
2- Los jesuitas implementaron un sistema de comunicación postal con sus superiores de Candelaria, Córdoba y Buenos Aires. Además, existía una comunicación entre las principales poblaciones de la provincia hasta 1811.
3- En la época del Dr. Francia, el principal medio de comunicación era el correo, para impartir órdenes y recibir novedades, al igual que en tiempos de C. A. López. Durante la Guerra contra la Triple Alianza también fue muy activo.
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