Lo que leen los argentinos: Política, vampiros y autoayuda

Este lunes termina la Feria del Libro de Buenos Aires, que de alguna manera ofrece una pequeña muestra de qué es lo que lee la sociedad argentina.

En un año electoral la tendencia está claramente marcada por la política, en sus diferentes expresiones.




"Desde diciembre hasta la fecha se puede ver que los libros sobre el revisionismo histórico de la década de los sesenta y setenta están ocupando los primeros lugares del ranking", señaló a BBC Mundo Jorge González, director comercial de Librerías Yenny.



"Es un año particularmente político, por las elecciones de octubre; venimos de dos años politizados y tenemos un país polarizado. Por ello estamos apostando al libro político, de denuncia y de coyuntura", comentó Ignacio Iraola, de Editorial Planeta.



BBC Mundo tuvo acceso (bajo compromiso de no divulgar) a las cifras gobales de venta de una de las principales editoras que participó en la Feria del Libro de Buenos Aires.



Los datos confirman el gran interés que hay por la política: el libro más vendido en las dos semanas del evento es sobre el difunto Néstor Kirchner y el kirchnerismo.



El segundo y el tercero también corresponden a funcionarios o ex funcionarios del actual gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, mientras que sólo una novela romántica compite en el rankingprincipal.



¿Qué nos dice?

Para algunos analistas la "popularidad" actual de la política en el mundo de los libros en Argentina no sólo está relacionada con la coyuntura de las venideras elecciones, sino con una creciente (y aparente) participación de la sociedad en el tema.



"La política tiene que ver con la matriz de opinión que se ha instalado en Argentina, que ha sido espectacularizada por quienes están a favor o en contra del actual gobierno, como por ejemplo en la revisión de lo que sucedió en los años setenta (período de gobierno militar, militancia de izquierda, guerrillas y represión)", aseveró a BBC Mundo el sociólogo Luis Fanlo.



Sin embargo, advierte: "se habla mucho de política pero hay cada vez menos cultura política".



"Ahora la gente es fan de la política, como si fuese un equipo de fútbol. A diferencia de décadas atrás no hay debate; lo que hay es la actitud del fan que se identifica con una persona o un discurso y lo defiende irracionalmente", afirmó.



Un ejemplo que presenta el sociólogo es que el interés por la historia política argentina de décadas atrás, que se suele señalar como una especie de "época dorada" en la militancia política", se ha traducido en crónicas periodísticas o historias noveladas.



"No hay interés por un análisis riguroso de los hechos, sino por la literatura espectacular. Es una agenda que imponen los medios, el gobierno y su política", apuntó Fanlo.



La solidez de la autoayuda

"Hay fenómenos en los libros que tienen que ver con el contexto que viven o con obras que arrastran al resto", dice González para explicar por qué a algunos libros empiezan de pronto a venderse bien.



Ello habría ocurrido recientemente en el mundo de los lectores argentinos con la novela policial nórdica, a raíz del éxito de lectura mundial que fue la trilogía Milenio, del fallecido escritor sueco Stieg Larsson.



"Aunque también estamos viendo cierto interés en el policial negro, con varias obras de escritores argentinos", comentó el director de Librerías Jenny.



La Feria del Libro, según comentan las fuentes de la industria, también ha reflejado el interés en por parte del sector juvenil en libros de romances de vampiros, como secuela de la serie Crepúsculo.



Pero un sector que se mantiene fuerte, y constante, en las ferias y librerías es el que tiene libros de autoayuda. Normalmente puede ocupar casi un tercio del total de ventas de las editoriales.



"No se han intensificado sus ventas, pero se mantiene sólido", apuntó Iraola.



"Además han aparecido libros de autoayuda escritos por personajes conocidos en los medios que han hecho que se sostengan sus ventas", aseveró González.



Para el sociólogo, el constante interés en la autoayuda deriva de "la búsqueda de canales alternativos místicos, ante las incertidumbres o la pérdida de confianza en las religiones donde cada quien encuentra su verdad o su camino".



"En el fondo, los que nos dice estos gustos literarios, es que hay una decadencia cultural que se expresa en la falta de búsqueda de referencias serias o de estudiar para informarse", añadió Fanlo.

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