José Santos, secretario general del Colegio de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, ha indicado que estos masajistas, generalmente de origen asiático, "suponen un peligro para quienes se exponen a sus tratamientos". Los masajistas no tienen preparación ,y no existe ningún tipo de control sanitario, a esto se le ha llamado timos del verano, no disponen de una preparación reconocida por Sanidad y desempeñan su actividad sin unas mínimas condiciones de higiene.No disponen de contrato, ni de ningún tipo de garantía social.Existen unos certificados, emitidos por una empresa que va cambiando de nombre y que, "por el precio de 300 euros, ofrece a los centros de fisioterapia un supuesto certificado que les acreditaría para aparecer en la guía de centros autorizados por el Ministerio de Sanidad". Pero la Dirección General de Ordenación e Inspección "no tiene nada que ver con el asunto".No existen este tipo de guías.Santos ha esgrimido que este tipo de timos a ciudadanos y turistas se están incrementando con la crisis. "los profesionales estan expuestos a este tipo de estafas por parte de empresas fantasmas cada vez más numerosas".
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