Una tradición que se echó a perder: la Feria de San Marcos

Hace unos años (2007) se produjo un intento bastante ridículo por parte de la Concejalía de Festejos de recuperar la Feria de San Marcos. Pusieron una caseta en el Paseíllo y un par de castillos en la Fuente del Rey creyendo con esto hacer felices a los prieguenses, haciendo como que volvían a recuperar viejas tradiciones. En cambio, se dejó a la Feria Real con la mitad del presupuesto del que disponía.
Quizás los jóvenes de ahora no nos acordemos de aquella feria porque se suprimió cuando éramos muy pequeños o ni siquiera existíamos, pero para eso están los padres y los tíos.

Me han contado que la Feria se ponía desde el Paseíllo hasta el Palenque, había muchas tómbolas y “puestecillos” donde se podían comprar ollas, cacerolas y sartenes, etc.; y donde ahora está la palmera del Palenque se colocaba la caseta de los pollos. En lo que ahora es el Mercadona estaban los “cacharritos” para los niños pequeños.
La Feria empezaba el día 25 de abril, festividad de San Marcos, uno de los cuatro apóstoles, por lo tanto era una fiesta de carácter religioso; aunque como ocurre con la mayoría de esas fiestas la gente no se suele acordar del verdadero motivo, y terminaba el 27.
Priego no era la única que celebraba esta fiesta, en otras localidades, como Cuevas de San Marcos, era especialmente notoria. Ese día la gente del pueblo iba al pantano de Iznájar a “atar al diablo”, que consistía en hacer un nudo en un manojo de hierba sin que se partan los tallos. Después las familias sacaban los ricos platos de comida que preparaban y comían todos juntos.
En fin, una tradición que aún se conserva pero que no es, según me han contado, como era hace treinta o cuarenta años.