Cómo invitar a una chica a salir Ocho consejos para tener éxito

Parece tan sencillo: te gusta una mujer, la invitas a salir. Ella responde “sí”. Salen juntos. Ella se enamora de ti. Después ella frota tus pies por la noche durante tu programa favorito de deportes… Ah, pero si fuera tan fácil.


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Invitar a alguien a salir es parecido a pedir un aumento. Incluso cuando sabes que eres digno de un “sí,” el éxito no es seguro. Y cuando consigues ese “sí” tan anhelado, ¡sientes haber ganado la lotería! Ahora, puesto que en cada situación se pude utilizar un poco de ayuda, he aquí algunos “qué hacer” y “qué no hacer” obtenidos de entrevistas con precisamente las personas a quien quieres impresionar: las mujeres.

Sé directo.Si quieres que ella salga contigo, ¡entonces díselo! Ve directo al grano. Cuando Dave llamó a Mimi, una joven supervisora de ventas, de 35 años, de Connecticut, por primera vez, y le pidió sugerencias sobre libros de negocios que la han ayudado a ser exitosa, ellos se llevaron tan bien que él decidió llevar la relación aún más lejos. “Algunos días después”, dice Mimi, “él me llamó de nuevo y me dijo: 'Hola, sólo quería agradecerte por haberme compartido el título de ese libro'. Y yo conteste: 'Ah... no debiste molestarte en llamarme sólo para decirme eso'. Después él contesto: 'No lo hice, llamé para invitarte a salir'. Yo estaba muy sorprendida, pues no conocía a mucha gente que fuera tan honesta y directa conmigo. ¡Fue algo muy reconfortante!” Ella dijo “sí”, y aún sigue muy contenta de haberlo hecho. Tiempo después se casaron y tuvieron 2 hijos.

No la invites a salir con un correo electrónico. Incluso en la era del Internet, la mejor manera de invitar a salir a una chica es con los medios tradicionales: en persona (cara a cara), o por teléfono. Así es más probable que ella responda “sí”. ¿Por qué? “Porque en el momento en que se lo preguntes ella puede no querer lastimar tus sentimientos. Si ella está dudosa, o simplemente no está segura sobre la cita, esto te da mayor oportunidad para recibir un 'sí' como respuesta”, explica Laurie Puhn, experta en comunicación y autora de Persuasión Inmediata “Cómo cambiar tus palabras para cambiar tu vida.”

De hecho, según Puhn, la investigación económica demuestra que pedir las cosas en “tiempo real” crea una conexión emocional importante, y hace que las probabilidades de que la persona interrogada responda “sí” aumenten. Como mujer, yo puedo atestiguar al hecho de que el correo electrónico proporciona una salida demasiado fácil.

Cuando los chicos que no eran de mi interés me invitaban a salir por correo electrónico, de antemano esperaba algunos días para contestar y después finalmente escribía algo como: “Oh, siento no haberte contestado antes, he tenido demasiado trabajo últimamente y seguiré muy ocupada las siguientes semanas, pero deberíamos vernos el próximo mes. Cuídate.” Era fácil decir no ante la impersonal conexión por computadora. Aunque por otro lado, ya he salido en más de una ocasión con chicos con quienes no estaba segura de hacerlo. Chicos que me han invitado en persona. Hay algo sobre el ser invitada en el momento que hace que las mujeres digamos “sí”.

Para quienes fijan citas en línea, tomen nota: aunque comiencen comunicándose por correo electrónico, hagan contacto telefónico en algún punto, antes de proponer una cita. Esto no sólo te da un mejor sentido de la persona y ayuda a descubrir si “compaginan o no”, sino - de nuevo - también aumenta las posibilidades de que consigas un “Sí” cuando finalmente lo pides.

Mírala a los ojos y sonríe cuando le preguntes. ¿Cosa obvia, verdad? ¡Pero si estás nervioso, puede ser que no tengas éxito! Posiblemente mires de un lado a otro y hacia abajo, o simplemente hacia tus pies y con una expresión de miedo, duda o incertidumbre. Mientras que algunas chicas prefieren al adorable chico tímido, de tipo antisocial, la mayoría de las mujeres aprecian más al chico que es seguro de sí mismo. El chico que las mira a los ojos, sonríe, respira, y les dice: “Hola. ¿Te gustaría salir la próxima semana?”

No sólo le pases tus datos. Si encuentras a una chica que te interesa, no le des tu tarjeta al final de la noche y sólo digas: “Llámame si quieres”. En lugar de esto, toma el control y consigue su número de teléfono, o su correo electrónico (el que después utilizarás para conseguir su teléfono). Haciendo esto, eventualmente extenderás tu agenda de chicas con las que podrías después salir. Este es el porqué: “Si les das a las mujeres tu tarjeta, las que te llamarán serán sólo las chicas extrovertidas y seguras de sí mismas”, explica Puhn. Pero si también te gustan las chicas tímidas, o las que no se sienten muy cómodas con sólo salir repentinamente a una cita, para este tipo de chicas darles tu número no te conseguirá una cita. “Si las llamas tú mismo”, dice Puhn, “conseguirás a muchas más de ellas”.

Practica tu imponente tono de seguridad. Cuando te gusta una chica, y realmente quieres que ella te responda “sí” después de haberla invitado a salir, la fuerza de tus palabras debe reflejarse en tu voz. Tu meta es librarte de ese temeroso timbre en tu voz, y substituirlo por el tono que normalmente utilizas cuando pides otro tipo de cosas como cuando le preguntas a una mesera si puedes tener el puré de papa al ajillo en lugar de la papa al horno. Aunque posiblemente ella te responda 'no', aún así se lo pides. O como cuando le preguntas a tu amigo si te podría prestar dinero. Tú sabes que también él te podría responder 'no', pero aún así se lo pides. De igual forma funciona para invitar a una chica a salir. Posiblemente ella te diga que no, pero aún así debes preguntárselo, y debes hacerlo con ese mismo tono de indiferencia que utilizaste para las preguntas anteriores. También puedes practicar preguntando estas tres preguntas, en tono fuerte, y juntas: “Disculpa, ¿puedo tener el puré de papa al ajillo? ¿Amigo, me prestas dinero? ¿Te gustaría salir a cenar algún día?” Este es el tono tranquilo que dice, oye, me he dado cuenta que no está de más preguntar, y es el mismo que hará que ella piense: “Claro, no estaría mal”.
Sé claro.

Si quieres tener una cita con una chica, sé claro y directo. Esto te ayudará en muchos aspectos. Primero, el ser específico aumenta la probabilidad de que eventualmente consigas tu cita. Observa, si sólo dices: “Oye, deberíamos salir alguna vez…”, y lo dejas así, aún no has cerrado el trato. En lugar de esto, sugiere: “¿Oye, te gustaría salir a tomar un café el próximo jueves, después del trabajo?”, y así probablemente lo hará.

Siendo específico también demuestras tu interés por ella. “Debes dejarlo en claro,” dice Puhn. “Si dices algo como: 'Deberíamos salir algún día por un trago'. Esto significa que la estás poniendo a prueba. Le dice a ella que aún no has decidido si realmente quieres hacerlo. Pero, si le dices: 'Quiero pasar 2 horas contigo, después de las cinco, y tomar unos tragos', esto le dice a ella que ya lo has pensado bien, que no sólo eres el Sr. Amable, y que en verdad quieres charlar con ella y llegar a conocerla”. Demuéstrale que eres un hombre con una misión, y será más probable que ella acepte.

Sorpréndela con tu originalidad. Entre más específicas sean tus ideas sobre tu posible cita, más impresionada quedará ella. Si realmente quieres impresionarla, regálale algo memorable. Siempre descarta una salida al cine para tu primera cita (así no pasarás las primeras dos horas de tu cita sentado en un cuarto oscuro, sin hablar, y uno lejos del otro).

Si realmente quieres aumentar tus posibilidades, ofrécele algo original, algo que ella querría hacer sin importar con quién esté. Visiten un nuevo restaurante, llévala a un gran concierto, observen la puesta del sol desde un catamarán, tengan una comida campestre en un jardín japonés, o consigue entradas para alguna exposición interesante.

Mimi y Dave (la supervisora de ventas y su ahora marido) tenían agendas tan ocupadas que no lograban encontrar una sola noche para salir a cenar. “Pero en vez de actuar desanimado”, dice Mimi. “Dave sugirió que fuéramos a ver los cometas que vuela la gente los domingos por la tarde.” ¡Ésa es la clave! Consigue tenerla a tu lado por primera vez, y entonces podrás utilizar tu verdadero encanto. Yo acepté una vez una cita, sólo porque el chico dijo: “Nos vemos en el muelle del transbordador, en el lado oeste. Después te llevaré a mi lugar secreto preferido.” En esa ocasión la relación no floreció. Pero jamás olvidaré el paseo en barco, y el exquisito chocolate caliente que tomamos en esa increíble tienda de chocolates a la que él me llevó.

Deja en claro que es una cita, en una sola frase. ¿Alguna vez has estado en una de esas citas, en la que no estás seguro si realmente es una cita? De ser así, sabrás qué tan desastroso puede llegar a ser cuando ambos intentan descubrir a quién le gusta quién (y cuánto), quién es el que pagará la cuenta (y cuánto)… y si conseguirás algún beso al final de la noche (y cuántos…). Evita esto aclarando que es una cita cuando la pides. ¿Qué es lo mejor para decir?: “Me gustaría invitarte a salir para…” Si existe alguna razón por la cual ella podría sentirse confundida en cuanto a ti, tu frase debe de ser muy específica. Diciendo: “Me gustaría invitarte a salir para hacer a una mujer feliz,” explica Puhn. “Dejará en claro que es una cita. Confirmará que tú pagarás, y le dará confianza”.

¿Cuál es el punto? El punto es que debes manejar esta situación de la misma forma en que lo harías para conseguir boletos para tu show favorito. ¿Si estuvieras al lado de la persona que podría darte los boletos, tendrías una pequeña charla con él/ella, y harías lo que fuera por conseguirlos? ¿O le pedirías al amigo de tu amigo que pidiera los boletos? ¿Serías claro sobre si realmente quieres ir al show, o no? ¿Le darías a esa persona tu tarjeta, y le dirías que te llame si así lo desea? No, no, no y No. ¡Irías directo al grano, serías claro, y pedirías lo que quieres! Así funciona en la vida, y también en el amor. ¡Así que inténtalo! Hay muchas mujeres preguntándose por qué los chicos nunca las invitan a salir. La próxima vez, anímate, y sé la persona que lo haga.