El nivel de los precios continúa su senda a la baja. En julio, el IPC volvió a registrar una caída de nueve décimas, lo que dejó la tasa anual en el -1,4%, un nuevo mínimo de la serie histórica y cuatro décimas por debajo de la tasa registrada en junio.
Según explicó ayer el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, tras conocer los datos de inflación hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el recorte del 0,9% sólo en julio obedeció "casi exclusivamente" a las rebajas de verano, que restaron un 11,8% al índice general. Esta es la mayor caída registrada en julio en los últimos 16 años.
Por su parte, la disminución de la tasa interanual de inflación fue atribuible nuevamente a los menores precios de los productos energéticos y de los carburantes, que registraron retrocesos del 22,5% y del 15,9%, respectivamente. En menor medida, los alimentos frescos también contribuyeron a continuar con la desinflación.
Pero el descenso de los precios habría sido aún mayor si no lo hubiera mitigado, como ya ocurrió el mes anterior, el encarecimiento del tabaco provocado por el incremento de los impuestos especiales. Los precios de esta rúbrica aumentaron un 6% en el mes y un 17,6% respecto al año anterior. De esta forma, fue el elemento que más contribuyó a suavizar la caída de la inflación.
Dicho esto, la previsión de los responsables económicos del Gobierno es que los precios frenarán su tendencia a la baja "en los próximos meses" para incluso "cerrar el año en positivo", aseguró ayer Campa. Es más, el secretario de Estado de Economía se atrevió a aventurar que la tasa interanual del mes pasado podría ser "de las mínimas", si no la más baja, que verá la economía española en este ciclo.
Inflexión del precio del crudo
En concreto, Campa explicó que estas expectativas del Ejecutivo obedecen a que el repunte del petróleo alcanzó máximos en julio de 2008, con lo que sería de esperar que de mantenerse los actuales niveles de precios energéticos, "la caída del IPC se irá corrigiendo". Otro de los datos que justifican este pronóstico es que la tasa de inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios energéticos ni los alimentos frescos- es del 0,6% interanual, "lo que demuestra que los componentes más estables del IPC siguen registrando tasas positivas", indicó Campa. Con esta visión del Gobierno coincide el Consejo Superior de las Cámaras de Comercio que ayer opinó que la caída de precios "probablemente" tocó fondo en julio. Este organismo destacó que la economía española debería beneficiarse de los efectos positivos de esta caída de la inflación sobre la renta disponible, para reactivar el consumo.
Los empresarios se quejaron ayer de que este nuevo descenso "refleja la débil situación económica".
El alquiler de vivienda sube, al tiempo que se abarata su compra
Los últimos datos sobre precios de alquileres y compra de vivienda no son nada alentadores para los planes del Gobierno de aumentar el parque de casas arrendadas en detrimento de la propiedad, equilibrando así el mercado.
Según los datos del IPC de julio, los precios medios del alquiler de vivienda subieron un 3% interanual, muy lejos de la caída general del 1,4% experimentada por el conjunto de los precios. Sólo en julio, estos alquileres subieron un 0,1%, y en lo que va de año los precios de los arrendamientos han subido un 1,5%.
Hay que precisar que en esta evaluación del precio del alquiler se incluyen los gastos de calefacción, alumbrado y agua, que se incrementaron un 0,6% el mes pasado.
Aún así, este aumento del precio de los arrendamientos contrasta con el abaratamiento del 8,3% de las viviendas en el segundo trimestre del año, lo que desalienta la reordenación del mercado inmobiliario que persigue el Ejecutivo.
El descenso de la inflación aviva la guerra de los salarios
La crisis y el actual proceso de bajada de precios, junto a las malas relaciones entre patronal y sindicatos, mantienen bloqueada la negociación de más de 1.500 convenios colectivos que afectan a cuatro millones de trabajadores.
Los sindicatos acusan a los empresarios de incumplir los compromisos de subidas salariales ya pactados con el argumento de la crisis económica y con la justificación de que la caída del IPC supone en si misma un aumento real de las rentas.
Sin embargo, para UGT y CC OO el retroceso de la inflación "no justifica la propuesta de reducción de salarios hecha por CEOE" esta misma semana. Pero la patronal se apresuró ayer a matizar esta demanda, pese a que el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, verbalizó la necesidad de bajar los salarios un 1% en los convenios. En su lugar, ayer los empresarios defendieron las ganancias de poder adquisitivo y recordaron que la recomendación patronal es subir los sueldos entre un 0% y un 1%.
Según explicó ayer el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, tras conocer los datos de inflación hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el recorte del 0,9% sólo en julio obedeció "casi exclusivamente" a las rebajas de verano, que restaron un 11,8% al índice general. Esta es la mayor caída registrada en julio en los últimos 16 años.
Por su parte, la disminución de la tasa interanual de inflación fue atribuible nuevamente a los menores precios de los productos energéticos y de los carburantes, que registraron retrocesos del 22,5% y del 15,9%, respectivamente. En menor medida, los alimentos frescos también contribuyeron a continuar con la desinflación.
Pero el descenso de los precios habría sido aún mayor si no lo hubiera mitigado, como ya ocurrió el mes anterior, el encarecimiento del tabaco provocado por el incremento de los impuestos especiales. Los precios de esta rúbrica aumentaron un 6% en el mes y un 17,6% respecto al año anterior. De esta forma, fue el elemento que más contribuyó a suavizar la caída de la inflación.
Dicho esto, la previsión de los responsables económicos del Gobierno es que los precios frenarán su tendencia a la baja "en los próximos meses" para incluso "cerrar el año en positivo", aseguró ayer Campa. Es más, el secretario de Estado de Economía se atrevió a aventurar que la tasa interanual del mes pasado podría ser "de las mínimas", si no la más baja, que verá la economía española en este ciclo.
Inflexión del precio del crudo
En concreto, Campa explicó que estas expectativas del Ejecutivo obedecen a que el repunte del petróleo alcanzó máximos en julio de 2008, con lo que sería de esperar que de mantenerse los actuales niveles de precios energéticos, "la caída del IPC se irá corrigiendo". Otro de los datos que justifican este pronóstico es que la tasa de inflación subyacente -que no tiene en cuenta los precios energéticos ni los alimentos frescos- es del 0,6% interanual, "lo que demuestra que los componentes más estables del IPC siguen registrando tasas positivas", indicó Campa. Con esta visión del Gobierno coincide el Consejo Superior de las Cámaras de Comercio que ayer opinó que la caída de precios "probablemente" tocó fondo en julio. Este organismo destacó que la economía española debería beneficiarse de los efectos positivos de esta caída de la inflación sobre la renta disponible, para reactivar el consumo.
Los empresarios se quejaron ayer de que este nuevo descenso "refleja la débil situación económica".
El alquiler de vivienda sube, al tiempo que se abarata su compra
Los últimos datos sobre precios de alquileres y compra de vivienda no son nada alentadores para los planes del Gobierno de aumentar el parque de casas arrendadas en detrimento de la propiedad, equilibrando así el mercado.
Según los datos del IPC de julio, los precios medios del alquiler de vivienda subieron un 3% interanual, muy lejos de la caída general del 1,4% experimentada por el conjunto de los precios. Sólo en julio, estos alquileres subieron un 0,1%, y en lo que va de año los precios de los arrendamientos han subido un 1,5%.
Hay que precisar que en esta evaluación del precio del alquiler se incluyen los gastos de calefacción, alumbrado y agua, que se incrementaron un 0,6% el mes pasado.
Aún así, este aumento del precio de los arrendamientos contrasta con el abaratamiento del 8,3% de las viviendas en el segundo trimestre del año, lo que desalienta la reordenación del mercado inmobiliario que persigue el Ejecutivo.
El descenso de la inflación aviva la guerra de los salarios
La crisis y el actual proceso de bajada de precios, junto a las malas relaciones entre patronal y sindicatos, mantienen bloqueada la negociación de más de 1.500 convenios colectivos que afectan a cuatro millones de trabajadores.
Los sindicatos acusan a los empresarios de incumplir los compromisos de subidas salariales ya pactados con el argumento de la crisis económica y con la justificación de que la caída del IPC supone en si misma un aumento real de las rentas.
Sin embargo, para UGT y CC OO el retroceso de la inflación "no justifica la propuesta de reducción de salarios hecha por CEOE" esta misma semana. Pero la patronal se apresuró ayer a matizar esta demanda, pese a que el presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, verbalizó la necesidad de bajar los salarios un 1% en los convenios. En su lugar, ayer los empresarios defendieron las ganancias de poder adquisitivo y recordaron que la recomendación patronal es subir los sueldos entre un 0% y un 1%.
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