«Con la pintura puedes expresar los sentimientos más profundos» Ludi Díez Pintora

Ludi Díez se considera una amante de la pintura y la ilustración infantil. Junto a otras 33 artistas, esta palentina de Velilla del Río Carrión expone dos obras en la muestra 'Mujeres', que quiere poner en valor la creación artística de este colectivo. Es diseñadora gráfica en la capital, aunque su oficio no le separa de su afición. Sus dos obras se titulan 'Bosque otoñal' y 'Tierra madre'. La exposición está organizada por la Concejalía de Igualdad y el grupo cultural Muriel y permanece en la sala de Caja España (Don Sancho, 3) hasta el 29 de junio.
-¿Qué reflejan sus dos obras?

-'Bosque Otoñal' refleja un paisaje en los que tanto me gusta perderme, y 'Tierra madre' representa el rostro de una mujer que es la tierra.Ésta se tapa los oídos porque no quiere oír. Asimismo, tiene los ojos vendados para no ver el daño que la estamos haciendo.
-¿Cómo definiría su propio estilo?
-Como ilustradora, he tocado diversos temas y he utilizado diferentes técnicas, así que creo que mi estilo es muy diverso.
-¿Qué tema es el que prefiere reflejar?
-Todo aquello que tenga que ver con la naturaleza. Al ser de Velilla del Río Carrión, la Montaña Palentina me ha influido mucho.
-Entonces la Montaña Palentina es su musa...
-Por supuesto, es algo que llevo viendo desde que era muy pequeña, y eso me ha influido mucho. Por ejemplo, los paisajes que se contemplan en Velilla del Río Carrión son preciosos.
-¿Cuál es su próxima meta?
-Llegar a que me editen un cuento, por eso me presento a muchos concursos de ilustración infantil. Además de la pintura y la ilustración, también estoy empezando a tocar el mundo de la escultura.
-¿Cómo define usted la pintura?
-El medio por el cual un artista puede expresar sus sentimientos más profundos.
-¿Piensa que las mujeres han sido infravaloradas a lo largo de la historia?
-Estoy segura. Las mujeres siempre han pintado, y si uno observa la historia de la pintura se da cuenta de que apenas se ven mujeres. Muchas veces ellas pintaban, pero la obra resultante se la adjudicaban al marido y eso resulta muy injusto.

ENRIQUE SANTOS | PALENCIA.