Prueban que la raíz del comportamiento antisocial es una mezcla entre genética y ambiente

La clave estaría en el gen encargado de transportar la serotonina.
Una variante del gen encargado de la transmisión de la serotonina, junto a la crianza en ambientes con escasez de recursos, sería el coktail que explicaría gran parte del comportamiento antisocial que exhiben personas en su vida adulta, según una investigación dada a conocer por científicos de la Universidad de Illinois, EE.UU..


El estudio, publicado en el Journal of Abnormal Psychology, es el primero en identificar un gen específico asociado al comportamiento disruptivo o antisocial.

Según el estudio, los antisociales son personas más duras que el común de la gente y muestran menos apego en sus relaciones, menos empatía y remordimiento, indica el estudio.

Sin embargo, también presentas niveles más bajos de ansiedad y depresión que el común de las personas, cualidades que pueden llegar a ser útiles en ambientes peligrosos e inestables, agrega.

El estudio se basó en el análisis de dos variantes del gen encargado de transportar la serotonina, sustancia encargada de regular aspectos tan importantes como el sueño, la memoria y otras funciones, incluida la memoria y el aprendizaje.

El estudio comprobó que la mayor extensión en los alelos de una de estas variantes, genera una mayor producción de serotonina hacia el cerebro.

En dos estudios separados, los expertos descubrieron que los adolescentes con la variante más larga reunían más criterios de rasgos sicopáticos. Coincidentemente, esta variante parecía presentarse con mayor frecuencia en personas que se habían desarrollado en ambientes con carencias socioeconómicas.