El Gaiás deslumbra por su lujo

La Cidade da Cultura ya está está sometida a los flashes de las fotos de los turistas. El monumento cobra vida. Por sus impolutas y blancas salas ahora pasean visitantes, sobre todo gallegos, ávidos de conocer qué se ha hecho en el Monte Gaiás con los casi 500 millones de euros invertidos en un proyecto que siempre ha estado rodeado de polémica. Los guías de la Fundación Cidade da Cultura se esfuerzan por explicar la complejidad técnica de la obra y los servicios que ofrecerán en el futuro. Su belleza arquitectónica deslumbra a los visitantes, pero boquiabiertos se quedan también al imaginarse lo costoso que resulta una construcción tan "faraónica".


PAULA PÉREZ - SANTIAGO La arquitectura es arte, pero los gallegos son pragmáticos y no se les quita de la cabeza que detrás de cada piedra hay mucho dinero invertido. Así, mientras una guía ensalza la belleza del mármol travertino que se utiliza para cubrir el suelo de una de las calles que en la Cidade da Cultura separan los edificios de la Biblioteca y el Archivo, a una de las visitantes, Ana Martínez, lo qué le asombra es el lujo de un material tan caro y que "incluso se usa para los exteriores". Fascinados se quedan también al descubrir la fachada acristalada de 16.000 metros cuadrados de superficie en el Museo de Galicia, aunque el pontevedrés Manuel Lastre no puede evitar pensar cuánto costará la limpieza de todos esos ventanales.
Las reacciones van parejas: la belleza arquitectónica de la obra los deslumbra y, al mismo tiempo, empiezan a hacer cuentas de lo que semejante obra "faraónica" supone al erario público. Son los nuevos peregrinos del Gaiás y por primera vez un periódico acompaña a estos visitantes en su recorrido. Aunque desde el año 2004 ya se realizaban visitas a este complejo por parte de instituciones o grupos organizados, ha sido a finales de febrero cuando se ha abierto de forma regular a particulares durante los fines de semana. Sólo hace falta apuntarse en la web de la Fundación Cidade da Cultura y demanda no les falta, ya que se cubren siempre todas las plazas.
Entre grupos organizados, visitas institucionales y los particulares han sido ya más de 2.700 las personas que han disfrutado de la obra de Eisenman. Pero desde la Fundación Cidade da Cultura dejan claro que, de momento, el complejo del Gaiás no es un reclamo turístico. Su intención simplemente es dar a conocer primero el proyecto entre los gallegos. ¿Cómo es de cerca esa edificación que muchos han visto como se ha ido erigiendo sobre el Gaiás año a año?
"Es más grandioso de lo que me esperaba", asegura Manuel Lastre. Es una reacción habitual. Patricia, la guía que acompaña a las visitas, lo confirma. "A todo el mundo le llama la atención las dimensiones porque desde lejos no parece tanta cosa". Un ejemplo de la envergadura de la obra será el Teatro de la Música, donde está previsto un escenario con una altura de 70 metros de profundidad. "Cabría la Torre de Hércules", señala la guía.
Su complejidad arquitectónica nadie la pone en duda y, a pesar de que las explicaciones van acompañadas siempre de comentarios sobre el uso futuro de las instalaciones, no todos los visitantes terminan de confiar en su funcionalidad. "La obra me parece mejor de lo que esperaba, pero no le veo mucha utilidad", comenta Noel Vázquez.