San Julio I, Papa
Durante el Papado, tuvo que condenar la herejía monotelista, que negaba la existencia de dos voluntades en Cristo: la Divina y la humana. Promovida por el Patriarca Sergio de Constantinopla, pretende ser una reacción a la desviación de Nestorio, llamada monofisismo que señalaba que, en Cristo sólo había una naturaleza y no dos. El III Concilio de Constantinopla hubo de condenar el monotelismo. La trayectoria del Papa vino marcada también por el destierro sufrido que le decretó el Emperador Constante, muriendo el año 656.
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